Cotufas gratis

Por Laurin Isabel Bello Gutiérrez

@LaurinIsabel

 

 

 

Recientemente conversaba con mi hermano, como siempre, porque antes de que existiera ya le hablaba en mis sueños fantásticos de tener un hermano, y desde que lo tengo, no puedo parar de hablarle. Le contaba de mis rutinas, o de mis saliditas de la rutina, le contaba que esa noche iría a “Cine en El Parque”, un evento que hacen todos los veranos, con diferentes peliculas latinoamericanas en diferentes parques públicos de la ciudad. La película es gratis, y te dan cotufas gratis también, le comenté. Esta vez por fin, es cerca de mi casa, así que podré ir en la bici, agregué.

 

Victor de inmediato soltó una textual exclamación que denota sorpresa, unas gotas de envidia, y mucho de anhelo. Me esperaba esa reacción, a su edad [16] y en el país en el que vive, donde siempre es verano, debería ir a cine en el parque todas las semanas, tener una bici, e ir en ella. Pero no, en lugar de eso tiene casa por cárcel y Youtube en el sofá, con Penelope de alfombra.

 

Lo que no me esperaba era: Cotufas gratis, ¡qué fino! Traté de explicarle que las cotufas gratis consisten en un carrito de cotufas, y una bolsita para cada quien. No es el tobo de cotufas del cine, ni nada super complejo o costoso en terminos de cotufas. Me refutó: Laurin, son cotufas gratis. Parpadeé varias veces leyendo el texto, y racionalice de nuevo la imagen textual, la historia detrás de semejante demanda.

 

“En una época no muy lejana, en Venezuela sucedían estas cositas, y nadie iba”, le dije, no para aminorar la nostalgia sino para darle otra perspectiva de la realidad, la que fue, la que pudo ser y la que perdimos. La que es ya no importa demasiado, porque la deformación es constante, porque cada quien se dibuja una propia tratando de escapar de la que sucede de la puerta de la casa para afuera.

 

Hice una colita de menos de diez minutos para la bolsita de cotufas. Una por persona. Y las dan en los primeros 30 minutos de la película. No todos los asistentes, reclamaron sus cotufas. no te marcan con un sello confían en que no harás la cola dos veces. Alguien se quejó de que las empezaron a hacer tarde [un minuto después de que la película comenzara]. Una familia numerosa trajo comida peruana [la película era peruana], le ofreció un plato a todos los que estábamos cerca de ellos, porque sí, porque hay bastante, porque somos buena gente. Las cotufas estaban buenas.

 

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