La manipulación y los secretos, Javier Marías: Así empieza lo malo

Por Luisa Ugueto

@luisauguetol

 

 

 

La prosa del escritor español Javier Marías, genera el deseo de saber. Deseo que como lector compartas con los personajes de sus libros, ávidos por enterarse de algunos secretos que preferiblemente jamás deberían develarse.

 

Creo que las novelas cumplen dos funciones primordiales, la primera es la de entretener, arrancar al lector de su mundo cotidiano y la segunda es la de mostrar elementos que puedan “mejorar” o “cuestionar” (si es eso posible) ese mundo cotidiano que el lector abandona para adentrarse en el de ficción.

 

En Javier Marías convergen dos particularidades esenciales que hacen de sus novelas libros notables: su prosa, la forma en que cuenta lo que cuenta (el uso del humor, sus disertaciones extensas que hilvana ágilmente, los guiños al lector al insertar personajes de la realidad que interactúan con los de ficción), y sus historias, la imaginación un tanto escabrosa que tiene para crear tramas y personajes un poco sórdidos, inteligentes, bien delineados, que ocultan secretos y los padecen, o que los revelan para luego torcerse.

 

Contar en demasía, vivir en el fingimiento, las mentiras reiteradas y su develación como causa de la destrucción de algunas vidas, la imposibilidad de conocer nuestra propia historia a cabalidad (y lo necesario que a veces resulta renunciar a conocerla), su teoría de que vivimos siempre una existencia plagada de medias verdades o medias mentiras, y el efecto de esto tras el paso del tiempo, son temas inherentes a su obra narrativa en general, a esta novela en particular, donde se sugiere que una forma de sobrevivir es callar lo que sabes u obviarlo, además de no enterarte de algunas cosas, porque el pasado no debe –ni puede- escarbarse del todo.

 

Beatriz Noguera y su marido Eduardo Muriel (director de cine venido a menos) forman un matrimonio lleno de conflictos, que viene a ser “presenciado” por Juan, un joven que llega a la casa de éstos para trabajar. Al poco tiempo de estar bajo las ordenes de Muriel, Juan recibe un encargo de éste, investigar un evento relacionado con un amigo cercano, el Doctor Jorge Van Vechten.

 

Con esta anécdota comienza “Así empieza lo malo” la nueva novela de Marías cuyo título está basado en una frase de Shakespeare (como muchas otras de sus novelas) y que es formalmente otro acercamiento del escritor a la complejidad de las relaciones humanas, además de ser indirectamente la recreación de un época y una sociedad particular, la española de los años 80´s.

 

En la novela, al igual que su obra anterior “Los enamoramientos”, se refleja el amor y el deseo vinculados estrechamente con la manipulación y la falta de escrúpulos. Además se muestran otros matices del vínculo amoroso, que puede llegar a ser una forma de perversión, un capricho que ocasionalmente, para satisfacerlo, podemos ser capaces de cualquier ardid, aunque esto siempre traiga consigo penosas consecuencias. Nada es blanco o negro, nada se afirma o niega del todo en esta novela, hay vileza y nobleza en la mayoría de las personas y eso lo sabe de sobra el escritor español.

 

La imposibilidad de la justicia, la reconstrucción de la sociedad a través del olvido y el silencio de pecados colectivos, son otros temas presentes en la novela que brinda entretenimiento y activa la curiosidad en partes iguales.

 

“Lo mas fácil del mundo es destruir y hacer daño, para ello no se precisa sagacidad ni agudeza” se dice en “Así empieza lo malo”, donde además existen algunas referencias al mundo del cine, así como a un sinfín circunstancias históricas que pueden ser reconocidas por el lector.

 

Novela: Así empieza lo malo. Javier Marías. Alfaguara. 2014