Emprender es conquistar tus ideas

Por Desiree González

@Morenaluna_ 

 

 

 

La tecnología ha revolucionado el mundo y la manera como nos comunicamos. Tenemos la posibilidad de conocer lo que sucede en otro rincón de  la tierra a tan solo un click  de distancia, de poder vernos e interactuar a través de la cámara instalada en nuestras computadoras o teléfonos y hasta incluso descargar y leer un ebook (libro digital) remplazando el papel por la pantalla. Al parecer, la vida sin el internet, se ha vuelto inimaginable.

 

Es así como descubrimos nuevas y buenas ideas que elevan nuestras ganas de querer hacer algo distinto. Sabemos que la manera de comunicarnos ha cambiado, la manera en cómo vivimos también, todo se ha acelerado y nuestras vidas, no son la excepción.

 

Antes estábamos cómodos con la idea de un trabajo con horario de oficina, cumpliendo las tareas asignadas y esperando la hora de salida, actualmente hay cada vez más personas que desean trabajar en lo que verdaderamente les gusta.

 

No solo vemos eso en nosotros como seres humanos, también lo vemos reflejado en las empresas. Estas han cambiado la forma tradicional de publicitarse; en lugar de grandes vallas, anuncios televisivos y  correos con información sobre la empresa a los clientes, estas han decidido emigrar al mundo 2.0, ahora hay paginas interactivas que te trasladan de un sitio a otro descubriendo la esencia de la empresa, además crean perfiles en redes sociales y generan contenido especialmente dirigido a los clientes, no solo con datos sobre la compañía, sino con noticias e información que realmente les interese a los consumidores.

 

Ahí está el asunto, hemos cambiado y son cada vez más las personas que quieren innovación, que buscan algo original, que colocan su atención en las nuevas ideas. Sin importar el país, entorno o grupo, a todos nos entusiasma lo diferente y si eso podemos aplicarlo a nuestro negocio y tener una remuneración por ello, la idea flirtea aún más con nuestra mente.

 

La idea de trabajar para alguien más, cumpliendo un horario, esperando el fin de semana para desconectarse del mundo laboral se ha ido desplazando poco a poco de nuestras cabezas.

 

Cada vez son más las personas y en especial los jóvenes que han decidido seguir su creatividad y aplicarlo a modo de negocio. Los ejemplos sobran, desde cuentas en Instagram vendiendo postres, amantes de la fotografía exponiendo sus fotos, ilustradores plasmando sus diseños en camisas creando una línea de ropa, hasta chefs cambiando tanto la forma como el diseño de la comida.   

 

Esto de gestar un sueño o idea, de trabajar proactiva y creativamente por ella, de cambiar como se vende algo en el mercado y dar un toque original e innovador a algo que ya existe es EMPRENDER.

 

No importa en qué ámbito se desarrolle, emprender significa seguir tus ideas, desarrollarlas creativamente, hacer, buscar la solución ante el problemas, la diferencia ante lo cliché y que con tu visión e ideas puedas crear tu propio negocio y obtener ganancias por ello, pero sobre todo, trabajar para ti y en lo que te apasiona.

 

Ahora, es cierto que el proceso de que nuestras ideas cobren vida y poder construir un proyecto o negocio con ellas es emocionante y satisfactorio, no obstante, no debemos olvidar que también requiere verdadero trabajo, voluntad y compromiso.

 

Nunca iniciar algo, romper con lo establecido o atreverte a dar el primer paso ha sido fácil, debemos, además, debemos ser organizados y establecer claramente a donde queremos llevar nuestro negocio: ¿A qué personas va dirigido?, ¿Es innovador para el mercado?, ¿Puede funcionar para el público? ¿Es lo que siempre he querido y no me había atrevido a hacer? ¿Qué busco con esto? Son preguntas que debemos hacernos para poder dirigir el rumbo de nuestro negocio.

 

Buscar asesoría, investigar, definir fortalezas y debilidades, conocer la competencia y utilizar la tecnología a nuestro favor nos permitirá erigir nuestro proyecto en un terreno sólido.

 

Pero, sobre todo, debemos aprender a escucharnos, a trabajar por lo que verdaderamente queremos, perder el miedo y atrevernos a construir lo que ambicionamos.

 

Las herramientas están y el recurso más importante a la hora de emprender es nuestra cabeza, de ahí emergen las ideas, y todo, todo lo ya creado, nació con una. 

 

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