El Peatón Feliz

Por Carlota Martínez

@venecialeona

Reza un dicho popular que todo ser humano que aspire a sentirse realizado en este mundo debe tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Escribir un libro, es lo más difícil por lo inaccesible del mercado editorial y porque la sociedad consumista y mas mediática poco aúpa estas iniciativas gloriosas del intelecto y del espíritu. Gracias pues al estímulo de familiares y amigos, afortunadamente me encuentro en el grupo de los que escriben un libro. Es más una guía o manual dentro de la línea de Usted puede ser millonario en 10 fáciles lecciones, o Aprenda inglés en un 2 x 3, o Divórciese con una sonrisa. Pretendo con éste hacer una pequeña contribución a mis queridos congéneres, pero sobre todo al peatón u hombre de a pié, ese ser víctima de los estropicios de esta “sucursal del cielo” llamada Caracas. De allí se deriva su título: “El peatón feliz”.  Por lo breve de esta columna, solo como primicia  paso a describir siete de estas técnicas. Su práctica beneficiará al peatón en su desenvolvimiento físico, emocional y ciudadano, sin necesidad de acudir a embarazosas terapias. Por otra parte, aspiro que sirvan de estímulo al desarrollo de la imaginación y la autoestima:

 

1) Técnica de la manoletilla: Inspirada en los pases del famoso torero español Manolete. Así, al intentar cruzar una transitada avenida como la Baralt, el peatón se lanzará al medio de la calzada y de manera muy elegante y rítmica, sin capa ni zapatilla irá moviendo la cadera ora hacia delante, ora hacia atrás; los brazos acompañando las agradables contorciones del tronco como quien dice “Olé”, en la intención de bandear carros, motos y autobuses en desorden hasta alcanzar ilesos la otra acera. Esta técnica desarrolla la capacidad de soñar del transeúnte.

 

2) Técnica del buen agente de tránsito: Se basa en el tradicional estilo de Apascasio, el famoso policía de la esquina de sociedad. Se utiliza cuando en una avenida como la Francisco de Miranda cambia la luz en cualquier paso peatonal pero por razones inexplicables no se detiene el flujo vehicular. Entonces póngase un sencillo guante blanco de cabritilla, mueva con vigor los brazos como aspas de molino. Debe ser alto muy alto, con vigor y precisión para ser notado y así detener a los enloquecidos choferes. Quedará admirado de su eficacia.

 

3) Técnica del ojo de caballo: Es maravillosa por sus efectos para el desarrollo de la visión, sobre todo si va acompañada con la ingesta del famoso adaptógeno “Arándano negro”. Así pues, al intentar cruzar una calle transitada y para más, de terreno irregular, abrirá el peatón sus ojos al máximo y los moverá en todas las direcciones a fin de poder visualizar al mismo tiempo los carros de la calle que sube, de la que baja, de la que cruza y a la vez los huecos donde pudiera caer con nefastas consecuencias. Desarrolla magistralmente la atención.

 

4) Técnica de la dama indefensa: Es muy agradable de realizar pues desarrolla las habilidades histriónicas. Se utiliza en calles especialmente difíciles y donde fallan otras técnicas. Así pues, el peatón simulará cojear e incluso ser un poco cegato. Con paso corto e irregular balanceándose más a un lado que a otro, desde un punto estratégico tratará de inspirar en el agresivo chofer de una gandola, por ejemplo, la compasión. No falla.

 

5) Técnica del buen bailarín: Es una de las que más gustará practicar al peatón feliz. En este caso la música se llevará por dentro cuando se practique en camionetas o autobusetes que por suerte no lleven equipo de sonido. Me refiero a la práctica del   “Grand jeteé” para lograr abordar el vehículo. Impúlsese con vigor, no pierda el ritmo. Una vez dentro y con el carro en marcha agárrese de la barra (Si ésta existe) y aproveche para recordar sus lecciones de ballet adquiridas en la infancia.

 

6) Técnica de la horda: Excelente para cruzar avenidas donde nadie se conduela del peatón. En este caso espere a sumar un grupo de unas 8 a 10 personas en la misma condición de usted. Agárrense de las manos y avancen en grupo cerrado hasta alcanzar la acera de enfrente. Dispérsense. Fortalece la solidaridad.

 

7) Técnica del nudista: (en casos extremos) Se utiliza sobre todo para cruzar calles muy transitadas con un grupo de niños pequeños. En este caso la madre o el padre responsable del grupo descubrirán sus pechos  o se bajará los interiores, según sea el caso,  para exponerse a los azorados conductores que de seguro detendrán el tránsito para mirar. Este es el momento exacto en que los niños alcanzarán sin peligro la acera de enfrente.

(Visited 118 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras