Danza Mixta: el poder de una compañía llena de habilidades

Por O. Rendón Azuaje

@talesoforian

 

 

 

“Hay que visibilizar esa fuerza y profesionalismo de las personas con discapacidad”

AM Compañía de Danza de Habilidades Mixtas, lleva años moviéndose en la palestra del arte contemporáneo venezolano. Porque sus bailarines exploran el mundo y sus propias condiciones personales a través de los vehículos que los ayudan a sostenerse: sillas de ruedas, bastones, muletas, manos y piernas; con la intenciòn  de hacer arte por medio de los movimientos de sus cuerpos y transformar la clásica visión que se cierne sobre la discapacidad y sus limitantes.

 

Guayoyo en Letras tuvo la oportunidad de pasar una tarde muy enriquecedora junto a dos integrantes de la compañía: Alexander  Madriz, su director y Fabiola Zérega, bailarina.

 

Guayoyo en Letras: Alexander, cuéntanos sobre la compañía y sus inicios, ¿Cómo nace el grupo?

Alexander Madriz: Bueno, la fundación AM tiene jurídicamente formada cuatro años, pero nosotros venimos trabajando como agrupación durante 15 años y sus inicios son pura casualidad, me encontré con un grupo de amigos que estaba trabajando con danza y discapacidad; me invitaron a un proyecto y a partir de ahí me quedé como director del proyecto durante bastante tiempo, y bueno, tomé las riendas de la agrupación que somos hoy en día.

 

G.L.: ¿Cuál es su objetivo?

Fabiola Zérega:  Definitivamente como compañía estamos en la lucha de romper ese paradigma que hay de que la persona en silla de ruedas es indigente o alquila teléfonos, no lo ven como alguien que puede ser profesional porque es un ser humano que simplemente está sentado, entonces estamos rompiendo ese paradigma a través de la danza; presentando trabajos de alto nivel y calidad, para que la gente sepa que las personas con discapacidad pueden presentar estos trabajos de alta calidad y profesionalismo, y que la silla de ruedas no los hace menos que otras personas. Otras de las luchas que se tiene como compañía es que podamos estar codeándonos con cualquier otra compañía que no tenga bailarines en situación de discapacidad.

Alexander Madriz: Hay que visibilizar esa fuerza y profesionalismo de las personas con discapacidad, porque sí hay personas muy preparadas pero no están visibles.

 

G.L.: ¿Cuál ha sido la respuesta del público a todo su trabajo?

F.Z.: Creo que te lo puedo dividir en dos respuestas: la primera es que existe un público que nunca ha visto un espectáculo como el que nosotros tenemos, en donde se ensamblan sillas de ruedas y personas que pueden caminar para una función de danza. Al primer impacto se sorprenden y les choca un poco el tema de las sillas y los bastones, pero luego con el correr de la pieza terminan emocionándose muchísimo; logran fusionar las sillas y los bastones hasta que llega un punto en que se les olvida que existen esos elementos y se fijan en la pieza en sí y en el mensaje entre líneas de que las limitaciones no existen, todos están buscando el camino. El nivel de sensibilización con el espectáculo tiene un alcance bastante alto.

 

G.L.: ¿Cómo logran incluir las distintas capacidades de los bailarines a las coreografías?

A.M.: Eso es súper fácil porque yo doy tareas para que cada quien las desarrolle y me valgo de lo que saben hacer, a partir de ahí empezamos a crear; una vez construida la pieza lo que se hace es mejorarla y subir el nivel de exigencia, pero siempre desde las posibilidades de cada quien. Estas son creaciones colectivas dirigidas por mí.

 

G.L.: He tenido la oportunidad de observar sus piezas de baile, y están llenas de mucho concepto y contenido, ¿Cómo se construye el lenguaje artístico de su obra?

A.M.: La mayoría de estos temas son míos, pero a veces pasa que el contenido se va transformando por las posibilidades que cada uno tiene y la interpretación que uno como bailarín le da al tema, y ahí se va ganando la calidad de la pieza.

F.Z.: A veces sucede que hay una pieza abstracta donde estamos explorando el movimiento y esa pieza va evolucionando hasta convertirse en algo grande, incluso comienza a formarse un contenido dentro de ella misma.

 

G.L.: ¿Cuál ha sido el mayor reto?

A.M.: El reto es mantenernos cada año. La ayuda económica es muy poca, la estructura para los ensayos es caótica, tenemos que inventar, buscar espacios, creo que esa es la parte más difícil.

 

G.L.: Hablemos de sus historias, ¿Cómo llegan a la danza y a la compañía?

F.Z.: Antes de accidente yo tenía cierto amor por todo lo que tenía que ver con la expresión corporal, me refiero a ballet, danza contemporánea, patinaje sobre hielo, gimnasia y todo lo que implicara el movimiento del cuerpo me atraía enormemente. Yo nunca hice nada para acercarme a eso y nunca busqué  entrar a ninguna escuela, luego, después del accidente increíblemente empecé a estudiar artes en la Universidad Central de Venezuela y en el segundo semestre, Lucy, una chica del colectivo de esa época, me invitó a ver los ensayos, estaba tan cerca de mi casa que fui y me pareció tan sublime y maravilloso que 12 años después estoy aquí. Increíblemente fue en silla de ruedas que me acerqué a este mundo que tanto me gustaba.

A.M.: Yo estoy haciendo danza desde muy pequeño, yo bailaba en mi colegio, en mi salón y luego en todos los demás lugares en donde necesitaban a algún chico; ya en la universidad hacía gimnasia olímpica en la Central y ahí conocí a la gente de Pisos Rojos, grupo que se trata de danza contemporánea, ya han pasado 35 años desde entonces. Esos fueron mis comienzos.

 

G.L.: ¿Cuáles son las primeras imágenes y pensamientos que tienen sobre la compañía?

F.Z.: En esos dos primeros semestres de la carrera, yo salía a la calle, iba a la universidad, toreaba y simplemente iba por los caminos que podía, luego con la danza todo cambió; la  sociedad y la ciudad se convirtieron en una gran coreografía en la que cada vez que salgo de mi casa estoy danzando entre las motos, los carros, dando vueltas para montarme en una escalera mecánica, siempre estoy bailando. Mi vida se convirtió en una gran coreografía.

A.M.: Bueno, que es mi familia y una forma de vida, porque hasta que no conoces a alguien cercano que tenga discapacidad o la vives, no los ves, no los encuentras y si los ves es como si no existieran; esto me hizo entender a mi que hay muchas personas diferentes, que sí podemos convivir y también me hizo comprender la danza de otra manera, y a partir de ahí entendí que hay otras formas de moverse y estoy enamorado de mi proyecto, de mi vida, de mi gente, de todo.

 

G.L.: ¿Qué esperan del futuro de la compañía?

A.M.: Lo más importante es que esta experiencia se multiplicara, que no fuéramos nosotros solamente haciendo danza  de habilidades mixtas, sino que esto sea algo que se pueda repetir en todos los estados. Entre más grupos existan con estas posibilidades es mejor. Y no porque estemos con personas con discapacidad quiere decir que seamos una compañía amateur, estamos trabajando a nivel profesional, entonces, que no sea como “vamos a ir a ver al pobrecito en silla de ruedas”, no, tiene que ser “vamos a ir a ver a la compañía de danza contemporánea”, eso también sería algo importante que sucediera.

 

G.L.: ¿Hay nuevos proyectos cerca?

A.M.: Ahorita estamos arrancando con un proyecto de funciones a niños especiales en Antímano que se llama: Fundación Amigos Especiales, que acoge a chicos con síndrome de Down de todo el sector, queremos hacerlo para el tres de Diciembre o la segunda semana de Febrero, pero aún falta que sea aprobado.

 

G.L.: ¿Qué les dirían a aquellas personas que están pasando por alguna situación de “discapacidad” y se sienten abatidas?

F.Z.: Bueno, para mi la danza fue como un refugio. Se cierra la puerta del lugar de ensayo o del escenario y es otro mundo, otro lugar de este planeta; esa fue mi llave para escapar de la rutina, no le digo a las personas que se metan en danza, aunque si quieren hacerlo ¡pues bienvenidos sean!, pero que busquen esa llave que los desconecte de esa realidad porque tal vez y a través de esa llave van a encontrar la solución y los caminos para ese nuevo andar en el que van a vivir. No piensen en lo que están perdiendo, piensen en lo que están ganando.

A.M.: Les diría que nadie está libre de sufrir ningún accidente, porque no solo  puedes adquirir una habilidad diferente por accidente, también lo haces por enfermedad, por la situación de inseguridad y es algo que está a diario. Entonces la vida continúa, ¿no?, con sus cosas diversas pero eso es lo que tenemos y debemos usarlo para seguir viviendo, para superarnos.

 

 

Un café con…

 

G.L.: Si fueras un café, ¿Cuál serías?

F.Z.: Negro.

A.M.: Merideño.

 

G.L.: ¿Una canción para tomar un buen café?

F.Z.: Laguna night.

A.M.: Boleros.

 

G.L.: ¿Qué amarga tu café?

F.Z.: Las escaleras.

A.M.: No tener los recursos suficientes para desarrollar este proyecto.

 

G.L.: ¿Qué endulza tu café?

F.Z.: Mi familia.

A.M.: Cada función.

 

Puedes contactarte con la Compañía de Danza de Habilidades Mixtas a través las redes sociales como:

 

Facebook: AM Danza Compañía de habilidades mixtas

Twitter: @amdanzamixta

Instagram: @amdanzamixta

(Visited 858 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras