Detrás de un héroe: Entrevista a la madre de Oscar Olivares

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Cada cierto tiempo aparecen personas que marcan una generación, algunos lo hacen por medio de la poesía, otros por medio de las obras sociales o en una intensa y entregada vida política, en el caso del joven Oscar Olivares, la ilustración y la pintura, han sido la manera en la que ha logrado, iniciar una carrera prometedora, inspirando a las personas que miran sus obras, con sus sentimientos pintados de tricolor, logrando con sus trazos dejar huella en este tiempo, en donde la venezolanidad cobra mayor fuerza ante las dificultades actuales, sin embargo ese talento y esa genialidad no son suficientes para explicar su trascendencia, esta tiene un trasfondo, no nació de la nada ni por el accidente, su éxito no es producto del azar, sino de un camino guiado por el amor y el compromiso de una mujer, que une su historia de logros, ímpetu, lágrimas y victorias, con el camino especial de su hijo.

Maribel Matos proviene de una familia marabina, dominada por la fuerte imagen de su madre, que con un temple heredado por sus descendientes, dejo el sol del lago, por la imponencia del Ávila, buscando encontrar un destino más prometedor, aunque su esposo no estaba muy de acuerdo—Ella tomó la decisión, nos fue llevando poco a poco, primero a los dos mayores, luego a los demás, hasta que mi padre no tuvo más remedio que seguirla— Esa actitud firme para cambiar su destino frente a las negativas, se hizo parte del ADN familiar, evidenciándose desde la universidad en el carácter de Maribel, que estando en la Universidad estudiando contaduría, inicio una exitosa carrera en el extinto Grupo Consolidado.

Ingresé en la dirección de América en Express, fui ascendiendo gracias a mi personalidad dinámica, hasta que logré ser jefe de departamento—ese ímpetu no se quedó allí, al terminar su carrera, ya estando en un puesto seguro, decidió dar un nuevo salto— Quise ser auditora del Grupo Consolidado, el análisis financiero, la responsabilidad, el movimiento me eran llamativos—comenta sonriendo— Hubo personas que me dijeron que no lo hiciera, pero creo que eso lo tengo en común con Oscar, no me puedo quedar encajonada en cuatro paredes, en el mismo puesto, en las mismas actividades de por vida.

Durante ese periodo de tiempo fue testigo de historias que dejan corta a la ficción—Hubo un caso en Acarigua, en el que descubrimos como promotoras encargadas de la apertura de cuentas, usaban las oficinas para ofrecerse como damas de compañía a finqueros clientes del banco, utilizando un famoso hotel en el que estábamos hospedados los auditores, como lugar para encuentros sexuales—La señora Maribel cuenta que la decisión sobre que debían hacer ante este descubrimiento necesitó del consenso de su equipo de trabajo, hasta llegar a la conclusión, que lo apropiado era realizar  un informe que trajo el inmediato despido de las involucradas—Algunos pensaban que después de las 6 de la tarde cada quien era libre de hacer lo que quisiera, pero el usar las instalaciones del banco para captar clientes, era inaceptable ¿Qué iban a decir lo que las contrataban? Pensarían que todo el Grupo permitía tal actividad—recuerda con una notable indignación.

Fueron 7 fructíferos años trabajando para el Grupo Consolidado, durante ese periodo, aun siendo estudiante de la universidad, Maribel conoció a un profesor, un preparador de contabilidad, inteligente, capaz y con experiencia, un hombre que se convertiría en el más importante de su vida durante años— Conocí a Oscar en la Universidad, nos enamoramos y llevamos una relación que pudo sobrevivir a nuestras vidas de viajes y responsabilidades laborales—Maribel había dejado al Grupo Consolidado, para convertirse en analista de planificación de Mavesa— Llego un momento que quería un cambio y para que tu veas, quería saltar a la empresa privada y estando en el ascensor del edificio en donde vivía entonces, conversé con un vecino que me pregunto cómo estaba en el trabajo, a lo que respondí: Estoy buscando nuevas opciones—Aquel vecino resulto ser la puerta, para que la vida de Maribel se encaminara a otra etapa, que la seguiría formando para un propósito que pareciera haber sido diseñado de antemano.

La experiencia en Mavesa me llevó a entrar en Kodak Venezuela, una empresa de la cual aprendí muchísimo y viví tantas cosas— Escuchando su historial empresarial, pude darme cuenta de donde viene el orden y la planificación, con la que Oscar lleva su trabajo siendo tan joven—Debía ir a reuniones periódicas en Estados Unidos, aprendí el inglés en un curso en Filadelfia y conocí gente muy capaz— Mientras su carrera iba en ascenso, mantenía su amor con el padre de Oscar, quien también llevaba una vida ejecutiva ajetreada—Estábamos juntos, compramos una casa, pero la exigencia de  nuestros trabajos nos impedían asentarnos, imagínate, la Kodak decidió fusionar las oficinas de Perú y Colombia con Venezuela,  a  mí me colocaron en un importante cargo de planificación para los tres países—Ante ese nuevo desafío, formar una familia parecía alejarse del panorama, pero el destino tenía un pensamiento distinto.

—En febrero de 1996, la famosa empresa de artículos fotográficos decidió centralizar sus operaciones en varios países de Sudamérica en Miami, Maribel fue una candidata inmediata para ocupar el puesto para el hemisferio, sin embargo, una noticia cambio sus ambiciones—Descubrí que estaba embarazada, ya no podía ser candidata para Miami, me tenía que dedicar a mi hijo—Empezaba una nueva etapa, ahora en su vientre llevaba una historia, en donde todas sus vivencias encontrarían sentido y propósito.

El 15 de septiembre del 1996 a las 7 de la mañana, Oscar Olivares hijo da su primer grito en Caracas, nueve meses después, su padre, a la hora exacta de su nacimiento, muere arrollado trotando, una tragedia que dio inicio a un ciclo— Cuando Oscar tenía un año, un hombre especializado en la lectura de los astros, leyó la carta astral de mi hijo, me dijo que él era un niño con un destino grandioso, que sería político y un artista, que hablaría y las masas lo escucharían—Sus ojos se expanden evidenciando emociones—él y su padre eran almas gemelas, dos espíritu poderosos que no podían cohabitar—según lo dicho por aquel hombre, era necesario que uno cediera ante el otro, por eso así como que se tratase de un embarazo, el nacimiento de una nueva persona dio paso a la muerte del otro, para que en esa muerte surgiera un destino fuera de lo común, que ahora muestra pinceladas brillantes, que prometen iluminar de esperanza a una generación.

Pese al dolor y las dificultades, Maribel asume con entereza la crianza de su único hijo, comienza a trabajar como planificadora financiera para Calox Venezuela, luego para los laboratorio Bayern, trabajos que le dieron la oportunidad de viajar, conocer Europa y de darle oportunidades a su unigénito, que mostraba desde pequeño un fuerte interés por el arte—Cuando vio Tarzán en el cine, lo primero que hizo cuando llegamos a casa, fue dibujar su interpretación acerca de lo que había visto—Ese interés por expresar lo que sentía por medio del dibujo y la pintura, encontró una nueva inspiración—Se enamoró del futbol, quería jugarlo, seguirlo, vivirlo, pero no por eso dejaba de dibujar, eso era más que un pasatiempo, era su forma de existir.

El interés de su hijo, la llevo a acompañarlo al estadio del Caracas Futbol Club—En ese momento el seguía al Real Madrid y a la selección de Brasil, en esos equipos estaban sus héroes— La naturaleza expresiva de Oscar lo impulso a dibujar estadios, gente jugando futbol, balones y arquerías, hasta que decidió que su pasión por el arte y el balón pie eran compatibles al unirse en trazos y colores—El solito empezó prepararlo todo, envió su trabajo, publico por las redes sociales, insistió e insistió, hasta que por fin la vinotinto.com, lo llamó para una entrevista—La iniciativa de su hijo la sorprendió—imagínate, yo soy una persona que le exigí a mis hijo buenas calificaciones, así que cuando me contó que tenía una entrevista, le dije que antes de cualquier cosa, debía terminar sus tareas—sonríe cuando cuenta, como su estructura mental sobre lo que era seguro hacer, fue confrontada por la determinación que caracteriza a su familia.

Oscar Olivares el pintor, no se ha conformado con su realidad, vive su pasión sin importar obstáculos, haciendo de sus ilustraciones, hermosas creaciones que reafirman la venezolanidad, algo que solo es posible gracias a un ímpetu que tiene sus orígenes, en otra vida igual de determinada—La historia de un héroe—Afirma Maribel recordando como ocurrió la muerte del padre de su hijo y como esa tragedia, dio paso a victorias que hoy empiezan vislumbrarse en la vida de su Oscar, sin darse cuenta que los héroes necesitan de personas aparentemente comunes, que les inspiren para elevarse y no quedarse en el molden.  Maribel Matos no es una persona común ¿Qué madre lo es? Hoy representa a su muchacho con profesionalismo, usando todos los conocimientos y experiencias que fue acumulando en su vida, para que el destino grande que se ha dicho para Olivares el ilustrador, el artista, el motivador, el hombre, se cumpla en medio de una situación que desafía a todos los venezolanos.

Como madres debemos ayudar a nuestros hijos a descubrir sus propio camino, no por lo que una ve en ellos, sino por lo que ellos encuentran en sí mismos, eso será lo más importante al final—concluye Maribel, soltando una sonrisa satisfecha, sabe que Oscar Olivares padre, pudiera ver lo que pasa e este mundo, se sentiría tranquilo porque su hijo, se ha encaminado hacia la grandeza, que representan los super héroes que tanto le gusta dibujar a su muchacho.

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Jorge Flores Riofrio
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