¡Ay, Bolívar, ya no vales nada!

Hay quienes con golpes de pecho juran ser “bolivarianos”, pero en su vida han tocado un libro de historia de Venezuela y no saben nada de ese hombre del que todo el mundo habla. Mucho menos, entienden por qué somos sus “hijos” o porque nuestra economía e infinitas cosas se llaman: “bolivariano, bolivita, bolos, bolivarianísimo” y pare usted de contar…

No daré una clase de historia o geografía de Venezuela (bastante que hace falta). El venezolano, no en su totalidad, pero si una buena cantidad de ellos, parece haber nacido para enaltecer a otros. No lo digo yo, lo dice la historia. Como dice mi abuela: “Desde que el mundo es mundo, pues”.

Se trata de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco. Empecemos por ahí, por el nombre (muy pocos se lo saben). El caraqueño que “liberó” 6 naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela). Se dice fácil, pero para liberar a 6 naciones con una espada hay que “echarle”.

La pregunta de muchos que nacimos o nos criamos en esta República “Bolivariana” y bonita es una: ¿Bolívar lo hizo solo? ¿Realmente es Bolívar un súper héroe?

“Es un error histórico considerar a Simón Bolívar un héroe de las naciones suramericanas. En realidad tuvo un protagonismo nefasto en las luchas independentistas. La historia universal nos engañó al describirlo como alguien que no era y que además había hecho lo que no hizo”… palabras más, palabras menos, estas son las ideas que expone y sostiene el escritor colombiano Evelio Rosero —Bogotá 1958, Simón Bolívar: el falso héroe – El Estímulo.

El problema de este gran, pero pequeño país es el fanatismo con ciertas cosas y personas. Les ponen méritos a quienes no los tienen y les restan a quienes sí (no tratemos de tapar el sol con un dedo, lo vemos en la política actualmente).

No critico a quienes ven a Bolívar como un héroe, pues algunas de sus acciones amerita que lo reconozcamos como tal, pero todo tiene su límite; nada en exceso es bueno.

Hay escuelas a lo largo del territorio nacional que se llaman Simón Bolívar en honor a este gran hombre, pero vemos como los “patriotas”, los más venezolanos que Venezuela, decidieron hacerle unos “ajustes” al pensum académico donde quitaron materias como: Matemática, física y química…

Por otra parte, debemos destacar que nuestro país no se llama solo Venezuela, somos: República Bolivariana de Venezuela y en él atravesamos una profunda crisis, ética, moral y espiritual, lo que lleva a muchos a salir del país para “rebuscarse”. Hay ciudadanos de otras nacionales quienes repudian la estadía de venezolanos en su país. “¡Esos bolivarianos!” (Despectivamente)…

Actualmente hay servicios públicos que los califican como “bolivarianos” y lamentablemente no sirven, nunca están disponibles o sencillamente están en mal estado.

Y sin ir tan lejos, nuestra moneda se llama Bolívar y la economía es bolivariana. De un tiempo para acá intentaron poner a Bolívar “fuerte”, hoy la realidad es que la devaluación, la escasez y la inflación no lo permitieron, ni lo permitirán.

Hace años se atrevieron a profanar la tumba del libertador y no solo eso, sacaron un retrato súper raro de él.

Endiosaron a un personaje y trataron de agradecerle lo que hizo por nuestro país y otras 5 naciones, colocando su nombre “por todo lo alto”, la verdad es que lo que lograron fue, devaluarlo, ensuciarlo y denigrarlo.

La verdad es que tanto “amor”, tanto “patristo”, tanto “bolivarianísmo” de ir al panteón, llevar flores y más, es solo para asegurarse de que Bolívar está bien muerto.

Bolívar, no es un pensamiento muerto, pero tampoco es un santo para prenderle una vela.

Fueron ellos, los “venezolanísimos”, los más “patriotas”, ellos, los que gobiernan. Ellos se encargaron de que la imagen de Bolívar ya no valga nada.

Lo siento mucho, la verdad es lamentable…