ZIS 110, el “Packardski”

La historia de la Unión Soviética con respecto a los automóviles es curiosa. Antes del período soviético, la industria automotriz rusa era discreta, pero existía, sin embargo luego de la Revolución Rusa (1917) las cosas debían cambiar, ya no se producirían carros para la gente sino para el Estado. Buena parte del proceso inicial  de desarrollo de la industria automotriz soviética se basó en la copia (legal o no) de automóviles estadounidenses. Durante el proceso de industrialización de la Unión Soviética con Stalin en el poder, la Ford Motor Company colaboró con el desarrollo de la industria automotriz local, una colaboración que implicó el envío de técnicos, ingenieros y especialistas de su marca. De allí que los primeros automóviles fabricados en ese país fueran básicamente Ford Modelo A bajo licencia.

Pero una vez que llegan los comunistas al poder, lo que menos utilizan son automóviles de fabricación local, que si la había aunque reducida. Ni Lenin ni Stalin usaban los Russo-Balt de fabricación local, nop… Lenin utilizaba un Rolls Royce y Stalin… Stalin era amante de los automóviles americanos y durante los años 30 tuvo varios automóviles que ningún ciudadano soviético podría aspirar jamás, todos ellos estadounidenses.

Capricho más que nacionalismo

En la nutrida colección de automóviles del Kremlin en los años 30, había automóviles de fabricación soviética como los Leningrad L-1, basados en el Buick Serie 90 de 1931 y estaban al servicio de los rangos medios del Partido Comunista. Los altos jerarcas, los más allegados a Stalin, disfrutaban del uso de los automóviles más importantes de la colección, esencialmente Cadillacs y Packards, unos adquiridos por Stalin a través de las arcas del Estado y otros regalados por Franklin Roosevelt que era un amigo “por correspondencia” de Stalin.

Sin embargo, a pesar de que sus automóviles eran bellísimos, eran automóviles hechos en  el extranjero y Stalin quería algo “hecho en casa”, un mero capricho porque el concepto comunista era que el individualismo y las aspiraciones personales estaban prohibidas, no tenías el carro que querías, tenías el que te tocaba según tu posición en el Estado y claro… los que más arriba estaban en esa especie de pirámide social capitalista “comunizada”, tenían los mejores carros, los carros de Stalin. En fin, el Camarada Stalin quería algo hecho en casa y sus deseos fueron órdenes.

De AMO a ZIS, de camiones a limosinas

El trabajo se encargó a una empresa fabricante de camiones, la AMO que, en castellano, sería Sociedad Automotriz de Moscú y que, si lo escribimos en Ruso, sería Автомобильное Московское Общество… o algo así. Como decía, la AMO se había fundado en 1916 pero, con la llegada de la revolución rusa de 1917 y la Guerra Civil Rusa, no produjo nada hasta noviembre de 1924, cuando comenzó a fabricar camiones AMO F-15 bajo licencia de los camiones Fiat F-15. En 1931, la AMO pasó por una serie de cambios, con la asesoría de una empresa llamada A.J.Brandt Company de Illinois. La nueva empresa pasaría a conocerse como Planta Automotriz Número 2, pero con el nombre Zavod Imeni Stalina (ZIS) en tributo al Camarada Stalin. El proyecto para el nuevo automóvil se encargó al director de la planta Ivan Likhachev y la ejecución estuvo a cargo del Ingeniero A. Vachinski.

ZIA101 (De izquierda a derecha): Ivan Likhachev (Director de ZIS), Sergo Ordzhonikidze (Ministro de industrias pesadas), Josif Stalin (Premier soviético), Vyacheslav Molotov (Ministro de Asuntos Exteriores) y Anastas Mikoyan (Ministro de Comercio)

El primer automóvil de la marca fue el ZIS 101 (1936-1939) con un diseño inspirado en el Cadillac 355, posteriormente apareció el 101A (1939-1941) con una línea muy parecida a los Buick. De hecho, el motor era idéntico al 8 cilindros en línea del Buick. Aunque el comienzo no estuvo tan malo, su producción era muy reducida ya que se hacían sólo 2 por día. Lamentablemente, con la invasión militar alemana en 1941, la Unión Soviética entra en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945 / 1941-1945 para la U.R.S.S.), se detiene la producción de automóviles y se apunta todo a la producción de guerra.

El “Packardsky”

Durante el conflicto y a pesar de éste, Stalin estableció conversaciones con distintos oficiales del gobierno estadounidense, incluido el Presidente Roosevelt. La intención era incluir en el equipamiento militar e industrial que Estados Unidos enviaba a la Unión Soviética como parte de la Ley de Préstamo y Arriendo, el material necesario para fabricar automóviles que realzaran la imagen y prestigio de la Unión Soviética luego de la guerra. Siendo Stalin amante de los Packards, pues pidió a sus “amigos” americanos que les permitieran trabajar con el Packard 180 Custom Eight como base.

Diferencias entre el ZIS 110 y el Packard 180 Custom Eight

Los trabajos comenzaron tan pronto como 1942. Una delegación rusa visitó Estados Unidos para la adquisición de todo lo relacionado a este modelo de automóvil. Las prensas se obtuvieron de la Briggs Body Corp. de Detroit, Michigan, la encargada de la fabricación de las carrocerías del Packard. Del mismo modo, la delegación negoció con la Packard Motor Co. la compra de los derechos de diseño y fabricación de la serie 180. Una vez adquirido todo, Likhachev y Vachinski se pusieron a trabajar. Un total de 73 empresas del Estado se involucraron en el proyecto, fabricando piezas y partes para el nuevo automóvil. Es más, hasta los presos políticos contribuyeron con el nuevo automóvil, (es en serio), los prisioneros del Gulag de Sokolniki se encargaron de hacer la tapicería del automóvil. Todo el trabajo se hizo por partes y con antelación. La idea era que la construcción del nuevo automóvil se hiciera tan pronto cesaran las hostilidades y, efectivamente así fue. El cese de hostilidades en el frente europeo se dio con la rendición alemana el 7 de mayo de 1945 y los primeros 5 prototipos se presentaron entre julio y agosto de ese mismo año. Luego de algunos ajustes y mejoras, se le entrega a Stalin a inicios de 1946 su nuevo automóvil, el ZIS 110. Era el número 4 de los primeros 5 ejemplares que salieron de la línea de ensamblaje. Los primeros 3 fueron usados para pruebas de control de calidad.

Prototitpo del ZIS 110 en pruebas a finales de 1944

El nuevo automóvil, prácticamente idéntico al Packard 180, estaba equipado con un motor que parte de la base del 8 cilindros de Packard. Se trata de un motor de 6 litros y 140Hp, el primer motor de 8 cilindros en ser usado en un automóvil soviético, entre su planta motriz y una transmisión de 3 velocidades. El automóvil podía alcanzar velocidades de hasta 140km/h. Pero esto no era sólo por el motor. Por mastodóntico que se vea, el ZIS 110 pesaba 2.5 toneladas, un poquito más que un Rolls Royce Silver Shadow (2.2 toneladas) notoriamente ligero para su tamaño. Además de mínimos detalles estéticos y un motor que es de menor potencia que el del Packard, se modificó el tiempo de encendido y las válvulas, adaptando la mecánica al tipo de combustible usado en la Unión Soviética. La producción se haría inicialmente sólo en 3 versiones: el ZIS 110, una limosina de 7 puestos, el 110B, una limosina convertible y el ZIS 110S (Sanitarnayi) una versión equipada como ambulancia, de ella se fabricarían 5 unidades montadas sobre la carrocería del ZIS 110 y una se haría en versión Estate para servicios fúnebres.

    ZIS 110 Phaeton

    

Otras versiones

Como dije, inicialmente el ZIS se fabricaría en las 3 versiones antes mencionadas, pero con el tiempo otras necesidades se hicieron importantes. Estaba por ejemplo el aspecto cada vez más paranoico de Stalin, quien veía conspiraciones, enemigos y magnicidas en todos lados. Esto obligó a ZIS a fabricar el ZIS 115, que no se diferenciaba en nada del 110, salvo porque el automóvil estaba completamente blindado. Este modelo se presentó en 1947, pero se comenzó a trabajar en el proyecto de blindaje, inmediatamente después de que Estados Unidos lanzara las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Si bien el ZIS115 jamás tuvo que soportar los embates de una bomba atómica, era un bunker sobre ruedas: la carrocería completa era hecha con mas capas de acero y el vidrio era de plexiglass con un grosor de 7 cm. Rines y cauchos especiales se necesitaron para poder soportar y mover las 7 toneladas de peso del 115, que sólo tenía una velocidad máxima de 95km/h. Zis sólo hizo 43 ejemplares aproximadamente. La mayoría se enviaron al Kremlin y 5 estaban a entera disposición de Stalin, quien usaba uno diferente cada día, por seguridad.

Otra versión que se probó tenía un sistema de tracción 4×4: se trata del ZIS 110Sh. Tenía el mismo chasis, pero con la transmisión de los camiones Dodge Fargo recibidos por la Ley de préstamo y arriendo. Con tan sólo 4 ejemplares para prueba, se determinó que el automóvil requería mejoras. Eso llevó al ZIS 110P con una transmisión del camión GAZ 63 adaptada al vehículo y fabricado entre 1955 y 1956 con fines militares. De hecho, era utilizado por el Estado Mayor soviético. Sólo 4 ejemplares se hicieron de ellos, 1 era cabriolet.  

El primer símbolo soviético del mundo

El plan inicial era que el ZIS110 fuera símbolo del Estado sobre ruedas. De hecho, se hace una repartición a las principales ciudades soviéticas de los 71 primeros ZIS 110 que salen de la línea de ensamblaje: 38 quedan en Moscú, 7 se envían a Kiev, Stalingrado (Hoy Petrogrado) recibe 3, mientras Minsk, Riga, Tallinn, Kishinev, Kaunas y Petrozavodsk reciben 4 cada ciudad. Pero el ZIS110 no era sólo para los miembros civiles del Partido, algunas versiones se hicieron para el uso de las Fuerzas Armadas soviéticas, que los utilizaban como vehículos ceremoniales en desfiles militares. Fue el primer automóvil en ser utilizado como reemplazo del caballo en el Desfile de la Victoria durante el pase de revista de las tropas. Además del uso ceremonial, algunos ejemplares se asignaron a altos rangos de las Fuerzas Armadas: el General Zhukov tuvo uno y Kliment Voroshilov, amigo personal de Stalin y miembro del Consejo de Defensa Soviético, tuvo uno semi-convertible con un control para retraer o extender el techo.

Pero con el final de la Segunda Guerra Mundial y con una victoria aliada (que beneficiaba a la U.R.S.S.), cae la cortina de hierro y el nuevo “Imperio Soviético” crece con Europa Oriental como su esfera de influencias. Todos los países de aquel lado de la “cortina” se convierten en Estados Socialistas y, salvo algunas excepciones, todos hacen lo que se les ordena desde Moscú. Entre las órdenes esta precisamente reemplazar todos los automóviles de gobierno que hayan tenido antes del período comunista con automóviles soviéticos. Todos los altos oficiales del Partido Comunista de cada país de ahora en adelante utilizarán el nuevo ZIS 110, salvo Checoslovaquia, que tenía su propia industria automotriz bien consolidada. Estos automóviles eran entregados como regalo por parte del Estado Soviético a las nuevas naciones “hermanas”, pero aceptarlos y usarlos no era algo opcional.

Con esta “movida” estratégica de Moscú, quedaba clara la influencia soviética sobre estos países y quien viera uno de éstos rodando sabía que se trataba de un alto jerarca del Partido Comunista. La idea era que el ZIS110 se convirtiera en un símbolo del Estado y el Gobierno de cada país sobre ruedas. Pero esta influencia no solamente se regó por Europa, Mao Zedong de China y Kim Il Sung de Corea del Norte también recibieron varios ZIS 110 en versiones techo duro y convertibles. De hecho, los ejemplares de Corea del Norte se utilizaron hasta hace poco como vehículos ceremoniales.

Revista polaca en la que se habla del ZIS 110 que recibió el nuevo gobierno comunista polaco

El ZIS110 luego de Stalin y en la actualidad

Stalin fallece en 1953, pero el automóvil que representó todavía se construye y no serían reemplazados sino hasta finales de los 50, específicamente hasta 1959, aunque hay rumores de que se hizo un lote post producción que hizo que la “producción” se extendiera hasta 1961. Cierto o no, la producción total del ZIS 110 fue de un total aproximado de 2.038 ejemplares. Lo que sí se sabe con certeza es que luego de la muerte de Stalin y de las denuncias de Khrushchev del culto a la personalidad de Stalin, la empresa ZIS pasó a llamarse ZIL, por lo que los modelos fabricados a partir de ése año pasarían a llamarse ZIL 110.  

En la actualidad muchos de éstos ZIS110 se pueden ver rodando sobre todo en los países del antiguo bloque soviético. Muchos pasaron a manos privadas tan pronto los regímenes comunistas iban cayendo, bien sea por falta de dinero en las arcas del Estado, por saqueos o porque sus antiguos dueños los utilizaron para pagar su libertad o al menos la oportunidad de escapar. En el caso de Rusia, la mayoría han pasado a manos privadas básicamente porque luego de la caída del Comunismo, el Estado se quedó sin dinero y tuvo que vender una buena parte de su colección de automóviles.

Uno de los vehículos vendidos por el Kremlin fue un ZIS110B, uno de los automóviles personales de Stalin. Un año luego de la muerte de Stalin, el 1ero de marzo de 1954, el mismo fue asignado al Mariscal Mlinovsky del ejército rojo para su uso en desfiles militares y pase de revista de sus tropas. Luego de varios años en los garages del Kremlin, fue objeto de un intenso proceso de restauración a sus condiciones originales en el año 2001. El trabajo lo realizó la casa finlandesa Makela Auto Tuning, usando como referencia la documentación original sobre las especificaciones del automóvil, construido especialmente para Stalin.

El 26 de marzo del 2010 la casa de subastas James List de Estados Unidos, hizo pública la subasta del automóvil. Un detalle del cual hace gala la casa de subasta es el poco kilometraje del vehículo, con tan sólo 1276 Km de uso. Su precio es desconocido, pero un ZIS en estado regular de conservación no baja, sin duda alguna, de unos 200.000US$

El ZIS110 representa la primera marca, el primer sello del poder soviético. Representa también una inmensa contradicción entre los valores enarbolados por el proyecto socialista y la realidad, ya que éstos automóviles desde su concepción, fueron hechos en un país en el que todos eran iguales, para gente que era “más iguales” que otros. Más allá del tema político, la marca que ZIL dejó en la Historia del automóvil es innegable. Si bien el ZIS110 no es más que una copia de un carro americano, los modelos posteriores evolucionaron para tener una personalidad propia, al punto de que el mismo Richard Nixon y luego Ronald Reagan llegaron a decir que, siempre que se vea un automóvil ZIL, se sabe inmediatamente que se trata de un carro hecho en la Unión Soviética.

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Michel Rodríguez
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