La MUD es sorda

Los representantes de la unidad nuevamente nos llevaron a un debate que no queríamos, ni necesitábamos, debido a que se relaciona con aspectos distintos a derrocar la dictadura de manera inmediata y urgente. En esta oportunidad, se trata de acudir a unas elecciones para elegir gobernadores. Las formas y el descontento de los ciudadanos opositores recuerdan a lo sucedido con el diálogo de diciembre de 2016; «o dialogamos o nos matamos». No creo que sea muy difícil entender que sólo queremos y aceptamos una cosa: el fin de la tiranía, todo lo demás sobra.

Si la MUD desea tanto respetar y someterse a procesos de manifestación de voluntad a través del voto, le sugiero, suplico y exijo que acaten el mandato que le dimos en diciembre de 2015 para que generen el anhelado cambio a través de la Asamblea Nacional, ese sí es un espacio que deben ocupar. También podrían rescatar el orden constitucional a través de lo propuesto y manifestado en el plebiscito del 16J. A un mes de esa consulta, lo único que se ha hecho para lograr los objetivos ahí trazados es un frío y desatinado comunicado para el hipotético caso de que se llegue a un nuevo gobierno (sin derrocar primero a este) y las tristes y desafortunadas declaraciones de Borges y Ramos Allup que niegan la posibilidad de formar -como urge- un gobierno de transición que nos lleve de nuevo a la democracia.

Es muy contradictorio invocar los artículos 333 y 350 constitucionales relativos a la protección de la Constitución  y el desconocimiento de un régimen como éste, a la vez de querer participar en un proceso electoral dirigido por la dictadura. Especialmente, con la manipulación del voto el 30J y ante la posibilidad de que tengan que humillarse a la ANC como ya lo ha expresado Diosdado Cabello, al indicar que se requiere una carta de buena conducta expedida por esa ilegítima y fraudulenta convención del PSUV para participar en unas elecciones que muy posiblemente no se llevarán a cabo. Pasamos de la «hora 0» a la eterna cohabitación.

Da vergüenza que haya que gritarle a la MUD «prohibido olvidar» la muerte de los asesinados en protestas con el objeto de detener la dictadura, no para obtener un calendario electoral. Del mismo modo que se critica al régimen por no escuchar las necesidades de la ciudadanía y por la actuación de los mismos personajes desde hace 18 años, se debe increpar a la unidad para que deje de repetir la misma práctica. Está claro que en ambos casos se trata de no perder los privilegios que hoy gozan a costa de nuestros padecimientos.

Ninguna de las causas y efectos que se derivan de la grave crisis económica y social que vivimos cesarían aunque se gane el 100% de las gobernaciones debido a las escasas competencias que la Constitución otorga a los estados. Ninguna de esas competencias, en este momento, cubrirán las necesidades más urgentes. Además, debe tenerse en consideración que durante estos 18 años se ha debilitado consciente y fraudulentamente el federalismo trazado en el texto fundamental y el proceso descentralizador, de manera que los gobernadores en la actualidad muy pocas cosas son las que pueden hacer. Lo anterior obedece a que una dictadura se sostiene concentrando todo el poder en una sola persona, por lo que no pueden permitir -en ningún caso- la autonomía de los demás entes político territoriales (estados y municipios), más aún si la enfrentan.

Todo parece indicar que en la actualidad existe algún pacto entre gobierno y oposición, sólo basta ver que las escasas protestas que se han llevado a cabo en los últimos días carecen de estrategia y objetivo. Hay que recordarle a la MUD que se ha obtenido el reciente apoyo internacional -en gran medida- por la intensa protesta ciudadana, no por sus declaraciones en Periscope o por sus tweets. Oigan a la gente si quieren seguir siendo considerados como representantes nuestros. La ciudadanía también está cansada de ustedes y de que impongan la agenda que mejor se acomoda a sus intereses personales, en vez de cumplir con las tareas necesarias para salir de este caos. María Corina Machado y Ledezma lo entendieron, espero que se sumen otros, ya que es necesario que más gente con principios como ellos nos acompañen y se comprometan realmente para acabar definitivamente con la dictadura.

Una vez que regrese la democracia hay que dejar de seguir, escuchar y tomar en consideración a muchos líderes. No se ha podido hacer todavía debido a la gran polarización política, producto de la cual, aunque realmente no queramos, votamos y le damos cabida a todo aquel que no se vista de rojo, sin importar quién sea.

Carlos Reverón Boulton
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