¿Con qué se come el caviar?
Uno de los objetos simbólicos de opulencia manejados por el venezolano es el caviar, su significado va más allá de lo alimenticio, ya que por el costo, el caviar es sinónimo de fortaleza económica, estatus social alto y glamour. Pero ¿quién come caviar en Venezuela? Muy pocos obviamente, entre otras cosas, porque el pez Esturión de donde sacan las huevas, es muy raro y solo se da en el Este de Europa. Total, las rarezas se pagan caro.
El caviar en Venezuela es tan raro como sus consumidores, quienes hablan de pobreza y la apologizan, sirviéndose de plataformas políticas de izquierda y exhibiendo un look poor, venido de las grandes marcas de ropa fabricada en el odiado imperio. Estos personajes también son una marca en sí mismos, se les puede reconocer por sus modales, gestualidad y vocabulario, que no son precisamente refinados desde la cuna, pero se nota que hacen esfuerzos por parecerlo. Una curiosidad son los bienes que ostentan, en especial, los vehículos que usan.
La izquierda caviar en Venezuela es una especie de avis raris, que pulula por embajadas, ministerios, instituciones culturales, entre otros organismos del Estado que es donde están los dólares, y que la izquierda de bajo nivel y los ciudadanos de a pie, nunca tendrán acceso.
Pero la primera norma de un izquierdoso de caviar es despreciar al capitalismo y al libre mercado, la riqueza es satanizada, tanto, que es un leit motiv la frase de que el dinero no te hace feliz y los más religiosos aseguran que hay que abrazar la pobreza con alegría.
Ellos odian el capitalismo, pero los negocios son su fuerte, los hombres se dedican a las grandes transacciones, en los que se mueve realmente el dinero verde, y no verde por ecológico, como son los negocios de algunas mujeres de esa misma casta, quienes montan franquicias de productos naturales, artesanales y saludables distribuidos en Malls y pequeñas tiendas cuya decoración es un verdadero jardín, lo que llaman Green Market. También promueven el regreso a la comuna y el conuco pero ellos viven en hermosas y grandes casas ubicadas en urbanizaciones del Este de Caracas y en Miami, aunque a veces les gusta pasear por el centro de la Capital, entre huecos y basura (para estar a tono con su look poor ) y beberse una costosa cerveza artesanal en alguna librería café o Bistró, propiedad de otros panas de caviar.
Es tan dura la vida del militante de Izquierda Caviar, que si tiene hijos, los envía a estudiar al exterior porque la educación en Venezuela es un poquito deficiente, así que opta por sacrificarse y comprar un modesto apartamento en el centro de Paris, Londres o Nueva York, para que el bebé caviar pueda formarse en una buena universidad de los imperios. Todo sacrificio vale la pena.
Es un deber del izquierdoso de caviar, ser culto. En primer lugar debe usar lentes, de firma por supuesto, luego comprar muchos libros. Segundo, debe citar a Marx siempre que le sea posible, pero para no parecer tan ortodoxo, puede citar a Gramsci, Paulo Freire etc., es decir, a los grandes pensadores de la izquierda.
Degustar un buen Cabernet Sauvignon es otro deber de la izquierda caviar, pero beber una Margarita con base de Cocuy en actos populares, no tiene precio, ya que sin perder el glamour , da la impresión de que son iguales al pueblo, sobre todo cuando asisten a tertulias intelectuales o ferias de libros y tienen la oportunidad de discutir grandes temas literarios y políticos y recordar al chino Valera Mora hasta que el cocuy hace efecto y comienzan a recitar poemas de Mario Benedetti, con perfecto acento sureño, aunque hayan nacido en el corazón de Caracas.
Burgueses y bohemios es el primer nombre de esta tribu, y no son nuevos, surgieron en Europa a finales del XIX como protesta a la rigidez de las costumbres sociales que imponía ser burgués. El único problema era, que renunciar del todo a ese estatus no les permitiría disfrutar de los placeres del dinero, así que, adoptaron un estilo de vida menos rígido, frugal pero con la comodidad y el goce que provee el capital. No obstante, el burgués bohemio no es un ser egoísta, la filantropía es también su fuerte; visitan ancianatos, hospitales, recolectan medicinas, comida, entre otras cosas, para ayudar al pueblo sufrido por los males del neoliberalismo, así que no podemos acusarlos de no cumplir con el rol socialista.
¿Quién dijo que ser rico es malo?
- Insilio e Inxilio: neologismos del apartheid - 9 septiembre, 2019
- El arte de la guerra - 7 abril, 2019
- El Ángel del hogar - 10 marzo, 2019