Dime a qué le temes

Dime a qué le temes y te diré a qué necesitas hacerte fuerte. Los miedos son los principales causantes de ansiedad, de angustias, de sueños, metas y cosas inconclusas. Hablemos técnicamente de que es el miedo.

Según algunas definiciones, tenemos que el miedo es la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Otro concepto indica que es el sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea.

Conociendo esto, cuanto miedo genera la vida, ya que a veces puede resultar complicado, no pensar en las consecuencias de algo o pensar en las cosas que queremos y en que estas no lleguen a ser como queremos, sin embargo no todos tememos a las mismas cosas, esto depende de nuestra forma de ser, estilo de vida, de nuestra crianza, y de nuestras experiencias, todas ellas crean nuestros miedos. Les expongo algunas frases sobre el miedo, de diferentes personalidades y conozcamos del tema.

1 Aquel que teme ser conquistado seguramente será derrotado. – Napoleón I

2 Las cosas que más tememos ya nos han ocurrido en la vida. – Robin Williams

3 Tomar un nuevo paso, decir una nueva palabra, es lo que la gente teme más. – Dostoyevsky

4 Usted puede descubrir a que le tiene más miedo su enemigo observando los métodos que él usa para asustarlo. – Eric Hoffer

5 Temerle al amor es temerle a la vida, y aquellos que le temen a la vida ya están casi muertos. – Bertrand Russell

6 El miedo es ese pequeño cuarto obscuro donde los negativos son revelados. – Michael Pritchard

7 A lo único que le debemos temer es al miedo como tal. Franklin D. Roosevelt

 8 Fue un gran consejo que un día escuche que le daban a un niño: «siempre tienes que hacer las cosas a las que le tienes miedo.» – Ralph Waldo Emerson

9 El miedo cultiva miedo. – Byron Janis

10 Muy a menudo el miedo a un mal nos lleva a realizar uno peor. – Nicholas Boileau-Despresaux

11 Aquel quien pierde sus riquezas pierde mucho; aquel quien pierde a un amigo pierde más; pero el que pierde el valor lo pierde todo. – Cervantes

12 Es fácil ser valiente desde lejos. – Esopo

13  Creo que es más valiente el que vence a sus deseos que aquel quien vence a sus enemigos, porque la victoria más grande es sobre uno mismo. – Aristóteles

14 No le tema tanto a equivocarse que usted no intenta nada nuevo en su vida. La hoja de vida más triste de la vida contiene estas tres cosas: Pude haber hecho, tal vez hubiera hecho, y debería haber hecho. – Louis E. Boone

15   El odio es la consecuencia del miedo; le tememos a algo antes de odiarlo; un niño que le tiene miedo a los ruidos se convierte en un hombre que odia al ruido. – Cyril Connoly

En estas 15 frases encontramos diferentes puntos de vista sobre variadas situaciones, acerca de lo que nos hace el miedo y que es necesario reforzar sobre nosotros mismos para vencerlos.

Quien teme a la derrota ya está derrotado – Napoleón, expresa claramente que si se quiere ser un verdadero líder, hay que ser valiente y no tenerle miedo a ser conquistado, siempre hay que luchar y hay que pelear, pensar en la guerra perdida ya es tenerla perdida. Aristóteles afirmó que la mayor de las valentías es  vencerse a uno mismo, y es porque  uno mismo puede resultar su propio enemigo, es decir los miedos son nuestro lado negativo, Michael Pritchard, lo tuvo claro,  y si tienes miedo al miedo, la victoria más grande será eliminar el miedo, porque somos quienes lo controlamos y quienes elegimos como sentirnos con eso.  Es como quienes le tienen miedo a la montaña rusa, pero aún así deciden montarse en las atracciones de alto impacto de los parques, todo se trata de correr riesgos.

Temerle al amor es peor aún, porque es negarse la oportunidad de vivir,  de disfrutar del romance plenamente y ser feliz, de hacer más feliz el mundo de una persona y a su vez, lo maravilloso que es amar y ser amado,  sin duda,  Russell tenía razón, temerle al amor es temerle a la vida, y eso ya es estar casi muerto.

El odio es consecuencia del miedo decía Connoly, cuando las personas se muestran intolerantes al amor, intolerantes  a las relaciones afectivas, tenemos que desde nuestra infancia le hemos estado temiendo  o por el contrario  odiamos el amor como método de protección, porque tenemos  miedo a salir heridos, o  probablemente ya nos hayan  lastimado antes, y nos hemos bloqueado a las posibilidades por temor.  Pero el miedo cultiva miedo, todo en la vida se trata de lo que siembras, y a veces un miedo a un mal nos lleva a cometer uno peor – Nicholas Boileau.

Para englobar todo en una sola idea Cervantes creía que perder el valor era perderlo todo, que es la vida sin un poco de coraje, que es la vida sin amor, salir de la zona de confort es lo más temido –Dostoyevsky lo expresó, tomar un nuevo paso, decir una nueva palabra, como nos cuesta lo que no estamos acostumbrados a hacer,  y es lo más importante que hay que hacer. No temamos tanto a los errores, lo que sale mal nos enseña, nos deja sabor a experiencia y es lo que mejor tenía que haber pasado, porque nada peor que  las cosas entre un pude, tal vez y un debería – Louis E. Boone. Porque si la Macarena lo decía, que solo se vive una vez, es aquí y ahora, ya para la próxima no nos acordamos. De los errores resultan cosas maravillosas, solo que no lo vemos nunca, porque la negatividad  evita la aceptación.

Así que no olviden, que lo que más tememos ya nos ha ocurrido – Robin Williams, nada sucede en vano, las casualidades son en realidad causalidad, y creo que la mejor forma de vencer los miedos, es haciendo las cosas que te atemorizan, es arriesgando, es literalmente enfrentarte a ellos.

«Siempre tienes que hacer las cosas a las que le tienes miedo.» – Ralph Waldo Emerson

Sí lo sabré yo, tan miedosa, a veces tan frágil como una copa de cristal, conocí el fuego de su boca, de sus manos, de sus ojos negros como la noche… y se me hizo inevitable no cambiar, no romper parte de mis dudas e incertidumbres. Cometí las locuras más hermosas por amor y las que faltan.

 Preciso

 Y era preciso decirte que quería volver a verte

que nunca antes tuve más miedo de seguir al corazón

de reírme contigo como en aquella primera ocasión.

Quizás nunca te recite los poemas que escribí para ti

y que nunca supe como contarte todo lo que generabas en mí

que tal vez fue muy pronto y quizás fue muy corto.

Lo que no sabes es que yo había sanado mi corazón roto, solo para ti

para quererte bonito, para que confiaras en mí

pero entendí que fuiste como mi primera lección para andar en bicicleta

en donde debes montarte, aunque te sostengan

que puede que te suelten de a ratos

y caerás…

Pero que si quieres vencer tus miedos y de verdad quieres hacerlo

tomarás de nuevo otro mejor intento.

En esos intentos que me llevaron a tí, nuevamente y cada día, luchando con mi propia oscuridad, con mi lado negativo, con mi enemiga, yo misma siendo miedosa y vulnerable. Pero hay quienes sacan nuestro león, nuestras ganas, me quebraste los miedos y  es que nada puede ser más perfecto que quien alimenta tu Diosa interior y le da vida.

Tú musa yo poesía, brotan los versos, brotan las miradas y por esa misma de tus ojos es que perdí todo, mi corazón que te pertenece, en mi pensamiento vives constantemente, porque los miedos tú me arrancaste.

En la vida no hay que dar chance de pensarse mucho las cosas, hay que hacer un poco más,  impulsiva quizás, pero la adrenalina de no dejar nada al azar, tomar tu mano y confiar.

Y lo recuerdo como si hubiese sido ayer…

Vértigo 

Puse la vista hacia abajo, estábamos muy alto

una mano en mi cintura que me acerco sin dejar espacios

al borde del balcón, no me quebró el miedo, pero me hizo hacerlo

con la cabeza hacia arriba y los brazos abiertos

mirando las nubes y el cielo.

Yo no sé si aquello era vértigo o si era su presencia

haciéndome como de costumbre sentir el estómago suspendido en el cielo

aún con las manos temblando compartimos un cigarro.

Contemplando las montañas jugué con sus dedos

y puse uno en mi boca

le dio la espalda a la ciudad de Caracas

creo que quizás tratando de disimular

sin contenerme le bese

un par de besos incompletos en la comisura de sus labios

con los ojos al vacío

perdí los miedos.