El primer carro del pueblo, el Fiat 500 “Topolino”
Muchísima gente atribuye al Escarabajo el título del “Carro del pueblo”, de hecho su nombre, el nombre de la empresa que lo fabricaba así lo proclama. Pero la verdad es que antes del Escarabajo hubo un automóvil que desde arrancó terminó siendo un éxito en ventas, un carro que se produjo en una elevada cantidad y que llegó para motorizar un país y luego parte del continente y lo más importante, lo hizo primero que Escarabajo. Me refiero al Fiat 500A, mejor conocido como Topolino y mi propuesta en éste artículo, además de contar la historia de éste carrito, es que el Fiat Topolino es el primer automóvil del pueblo y no el Escarabajo.
El carro como herramienta política
Corre la década de los 3, en Italia Benito Musolini está al mando del entonces Reino de Italia. “Il Duce” era un entusiasta de los automóviles, de hecho entre sus posesiones más preciadas figuraban varios automóviles. Musolini no era sólo amante del automóvil, sino consciente de su potencial como medio de transporte para las masas, pero también como herramienta política. Si básicamente él tenía la idea de que el automóvil para las masas era una herramienta política infalible, era consciente de que el automóvil daba una movilidad e independencia que pocos vivían en la Italia de aquella época. Sin embargo, esto iba más allá, su plan era realzar a Italia como país, de cara al mundo hacer de ella lo que en un pasado fue el Imperio Romano, de cara a los Italianos potenciar el turismo nacional, algo que además promovía a través de las distintas ramas del gobierno fascista especializados en el tema laboral y que reemplazaban a los sindicatos, que estaban además prohibidos.
El automóvil sería una herramienta utilísima para promover el turismo nacional, que los italianos vacacionaran dentro de su país, pero para ello necesitarían un carro, el problema es que en aquella época un carro no era barato, era sólo para gente pudiente así que “Il Duce” decidió hacer uno barato y si el carro era promovido por el estado fascista eso sería magnífico porque al jugar con las masas como lo hacían los fascistas, el mensaje que recibiría la gente sería “Il Duce es bueno”, “gracias a él ahora “il popolo” se puede movilizar en carros, como lo hacen los ricos”. Luego de dilucidar todo esto con su gente, Musolini acude a un empresario, entonces el más grande de Italia, Giovanni Angelli, quien por cierto, tenía también en modo “enchufado” membresía en el partido de gobierno, el de Musolini por su puesto. Claro, todo esto a cambio de que lo dejaran trabajar, no lo molestara y tuviera los beneficios del partido.
Prototipo Zero A
El pedido de Musolini era claro: Un carro pequeño, accesible en términos económicos, un carro para las masas, un carro que todo pudieran tener. Agnelli a su vez se puso de acuerdo con su ingeniero y diseñador estrella, el Sr. Dante Giacosa para que pusiera su cerebro y su gente a trabajar en éste nuevo proyecto. Giacosa no está sólo pensando en cumplir con los requisitos que Il Duce estableció, desea hacer algo bonito, significativo y práctico, es consciente de que una de las carencias de algunos carros de la época es la habitabilidad, se consigue con mucho algunos carros tienen los pedales y volante muy pegados al conductor, algo inexplicable porque generalmente el espacio es amplio y sabe que con una mejor distribución del espacio se puede lograr comodidad, incluso en un carro más pequeño de la habitual.
Giacosa toma como punto de partida el Fiat Balilla y le incorpora un chasis independiente, nuestro amigo Dante decide colocar el motor por delante del eje delantero e invirtió la posición habitual del radiador de agua, lo puso por detrás del cuatro cilindros y sobre un soporte justo encima de la ballesta transversal de la suspensión y por delante del tren delantero y la razón para esto es que en algún momento se pensó en hacer el carro con tracción delantera. La caja de cambios era de cuatro velocidades y marcha atrás, pero primera y segunda no estaban sincronizadas. El conjunto motor y caja queda asegurados por un cinturón de acero fijado lateralmente a los largueros del chasis, y sobre el que descansan la ballesta y la base del radiador, lo interesante es que en su concepto de diseño de la mecánica queda espacio todavía para colocar otros componentes y dar más habitabilidad así que deja lugar para el tanque de combustible, inmediatamente detrás del radiador y en posición elevada, pues el sistema de alimentación es por gravedad.
Como dije más arriba toda ésta concepción de la mecánica da un campo de maniobra amplio para el diseño de una carrocería que fuera atractiva, aquí entra en el juego el departamento de Diseño de FIAT, a cargo de Rodolfo Schaeffer, quien buscó un diseño con líneas “americanizadas” porque en aquella época lo “americano” estaba de moda en Europa.
Giacosa y Schaeffer planean un automóvil pequeño, Giacosa dibuja en el piso con una tiza una caja de 1,80mts por 1mts de ancho, con la idea de que esas debían de ser las dimensiones aproximadas del carro, al final las dimensiones del carro serían: Largo, 3.2 metros; ancho, 1.2 metros; alto, 1.3 metros. El peso en vacío era de 540 kilogramos, pero que dicho sea de paso se redujo gracias al chasis perforado, que mantenía rigidez pero reducía peso, una tecnología usada en ese entonces en la aviación. El tanque de gasolina tenía una capacidad de 22 litros.
Finalmente, el 7 de octubre de 1934, el joven ingeniero Dante Giacosa y, a su lado, Antonio Fessia, director de la Oficina Técnica de Motores Avio de Fiat, realizan la primera prueba en carretera del prototipo denominado Zero A. la prueba se hace por los alrededores de Turín, en la fabrica de Lingotto, allí ponen a prueba comportamiento del carro en diferentes tipos de trazados, incluyendo un tramo de montaña y otro de autopista. Las palabras del propio Giacosa en su libro autobiográfico «30 años de proyectos en Fiat» describen los resultados de la prueba: “El viaje fue emocionante”, no detectamos ningún defecto trascendente. La estabilidad en carretera era óptima y superior en comparación con la de vehículos de su categoría sin suspensión independiente en las ruedas delanteras.
Y a pesar de mi preocupación por cómo influiría en el reparto de pesos la colocación avanzada del motor respecto al eje, el comportamiento y, sobre todo, los frenos superaron con éxito un test exigente. La velocidad también fue increíblemente elevada: en autopista cronometramos una máxima de 82 km/h “.
Fiat 500, la revelación del momento
El 16 de Junio de 1936 se hizo la presentación oficial del nuevo automóvil, se llamaría 500, por los poco más de 500cc del motorcito de 4 cilindros. El plan era venderlo a unas 5000 Liras la mitad del precio del Fiat Balilla, que por entonces era el carro más económico de FIAT. Tomando en cuenta que un obrero ganaba unas 7000 Liras al año, su precio era competitivo, con un buen plan de ahorro podía en relativamente poco tiempo comprar un automóvil y aunque el precio final fue de 9750, seguía siendo competitivo, tanto que inmediatamente comenzó a verse Topolinos en varias parte de Europa que eran vendidos en poco más de 8700 Liras.
Esto significó un gran salto, no hablamos sólo del primer “automóvil del pueblo” como concepto de un carro para las masas, hablamos también del automóvil que motorizó a Italia y a varios otros países en donde la industria automotriz era súper pequeña como Belgica u Holanda o incluso Alemania, en donde ése concepto no será materializado sino hasta 1938 y además por poco tiempo porque el tinte político del proyecto del que luego sería el Escarabajo y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Pero el Topolino salió de Europa, llegó a exportarse a China, Australia y Estados Unidos, fue el primer automóvil de más de una familia europea, pero además fue pionero en el desarrollo del concepto de movilidad urbana, mucha gente en las ciudades los compraba para poder movilizarse y desplazarse por las estrechas calles europeas con comodidad, se reducían los problemas de estacionamiento, dada su agilidad en curvas era excelente esquivando carros en el tráfico de las grandes ciudades y su consumo era notoriamente bajo para su momento, podía recorrer 100 km con sólo 7 litros.
Algo curioso es la historia del nombre que popularmente recibió el carro, en Italia, como en Europa, muchas cosas estadounidenses estaban de moda y eran súper conocidas, tal es el caso de famoso Ratón Mickey, pero en Italia por temas legales Disney no podía presentar su personaje con ése nombre por lo que decidieron ponerle el nombre en Italiano “Topolino” (pequeño ratón). El diseño de los faros colocados sobre el guarda fango y recordaba mucho al famoso personaje de Disney, por esa razón la gente lo conocía popularmente como FIAT Topolino.
La familia Topolino
En esencia la evolución del Topolino se basó en 3 modelos, el A, B y C, el A se produjo desde 1937 hasta 1948 con la lógica interrupción forzada por la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el modelo B se produjo desde 1948 y hasta 1949 y el C se produjo desde 1949 y hasta 1955.
Las diferencias son estéticas y mecánicas aunque en las A y B no son muy notorias, las líneas son las mismas, pero las dimensiones cambian un poco, el B es menos ancho y menos largo que el A, también era más pesado y los cauchos son más grandes. Otras diferencias son las variantes ofrecidas entre modelos, del Topolino A (1937-1948)se ofrecía la versión Saloon de techo duro (Normale en Italiano), la Saloon con techo de lona corredizo (Transformabile en Italiano) y una versión Van para el transporte de carga (tipo Panel) de 3 puertas (Furgoncino en Italiano), la versión B (1948-1949) ofrecía lo mismo que la versión A pero con la oferta adicional de la Giardiniera, una versión “Estate” o ranchera como le conocemos aquí en Venezuela, de 3 puertas, que además incluía en su carrocería partes de madera, imitando el estilo “Woody” comúnmente usado en Estados Unidos.
La difusión de la Giardiniera fue mayor que la Normale, gracias a que Fiat supo ofrecer una respuesta adecuada, en un momento oportuno: cuatro asientos reales, aptitud versátil, carrocería muy al gusto americano y consumo igualmente reducido. La versión B es la que menos dura en el mercado, sólo un año, luego de unas 22.000 unidades.
El Topolino C (1949-1955) sería de los 3 el que más cambios tiene en términos estéticos, para éste modelo las líneas de la carrocería cambian, son más cuadradas, adoptando un estilo más europeo y abandonando el estilo “Streamline” de los 30, los faros pasan a integrarse en la carrocería, mientras que el diseño de la parrilla, cambia de líneas verticales a líneas horizontales. En cuanto las versiones del modelo C, la oferta varia, se mantienen los Saloon de techo duro y techo corredizo, la Van de carga y la Giardiniera que a partir de 1952 pasa a llamarse “Belvedere” y su carrocería pasa a ser enteramente de metal, así se abarataba y facilitaba su producción en serie y reducía su peso en 20 Kg. Es válido además decir que el Topolino C es de los 3 el automóvil que más aumentó las ventas de Fiat, a tal punto de que incluso varios ejemplares se vieron participando en Rallies como el de Montecarlo y otros que aunque de menor relevancia no eran menos exigentes.
Unos 519.600 Topolinos se produjeron desde 1936 y hasta 1955, pero a esto hay que sumar el hecho de que se produjo bajo licencia en otros países, NSU lo produjo en Alemania desde 1937 y hasta 1941, Steye-Puch los produjo en Austria y SIMCA en Francia, que lo vendía como SIMCA 5, sin duda ejemplos de países en donde el Topolino representó la primera opción para tener un automóvil por un precio bastante reducido tanto antes como después de la Segunda Guerra Mundial.
Hay algo que queda claro incluso antes de mi propuesta en éste artículo de que el Topolino es el verdadero primer “carro del pueblo”, ok, no serán los millones del Escarabajo, pero sin dudas se produjo en mayor cantidad que su padre el KDF Wagen, se produjo además primero, ya que el Topolino salió en 1936 mientras que el el Escarabajo se produjo desde 1946 y si es por que a Hitler se le ocurrió primero, pues quizás si, pero Musolini lo materializó primero, la planta de Volksburgo no se inaugura sino hasta mayo de 1938 y del KDF Wagen de Hitler no se produce sino poco más de 700 unidades entre 1938 y 1944, el proceso de entrega fue engorroso porque era a través de un sistema de estampillas que permitía a la planta cubrir una demanda que no podía satisfacer entonces y mucho menos con una guerra iniciada por los alemanes.
Ahora bien, otros preguntarán por el modelo T, se produjo por millones, mucho más que el Topolino, era económico y hasta más versátil que el Topolino, porque del Modelo T sale lo que hoy conocemos como la Pick-Up Ford, el vehículo más vendido de Estados Unidos, con una unidad vendida cada 2 minutos. Eso está genial pero hay algo que destrona al modelo T como “carro del pueblo”: NO es fácil de manejar, para encenderlo tienes que girar la manivela (solo eso tiene su técnica), ella hace mover el cigüeñal del motor, algo mortalmente peligroso porque si no movías la manivela correctamente la presión del motor devolvía la manivela y eso podía causar fracturas y hasta la muerte. Ahora te montas y en el volante tienes 2 bigotes, el de la derecha es el acelerador, el otro regula la mezcla del motor, que obligatoriamente debes regular al encenderlo y debes tener cuidado de que el bigote del acelerador esté en mínimo porque si no al encender el carro te puede arrollar. Una vez que sobrevives al encendido del carro viene la conducción: El modelo T tiene 3 pedales: freno, clucth y retroceso, recuerda que el acelerador es el bigotico de la derecha. El clutch está en el pedal izquierdo y eso regula las 2 velocidades, 1era se acciona pisando el fondo del clucth, neutro se activa dejando el pedal e la mitad del recorrido y 2da se acciona con el pedal totalmente hacia atrás. Para frenar debes pisar clucth, llevarlo a neutro y frenar y si vas muy rápido debes frenar poniendo el pedal en neutro y pisando freno y retroceso. Si al leerlo parece complejo, manejándolo es una desgracia.
Por eso el Topolino es realmente el primer “carro del pueblo” es económico igual que el KDF Wagen y el Modelo T, pero se produjo primero que el Escarabajo y aunque no se hizo primero que el Modelo T, es realmente manejable por cualquier persona que tenga una minima noción de cómo se maneja un automóvil, algo que se ha convertido en lo usual e incluso hasta en algo instintivo.
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