La ruta de la humillación

Desde las 7 de la mañana hasta las 8 y 30 me mantenía en una cola en espera del transporte público, mis clases de Derecho eran a partir de las 9am. La gente se obstinaba de tanto esperar, unos se iban caminando hasta el terminal de Maracay o regresaban a sus casas, otros permanecíamos en la eterna espera del transporte público; en ocasiones, he perdido clases porque el transporte nunca llegaba, y si llegaba, ¿Cómo regresaba?

El único transporte que hay ahora son las llamadas “Perreras”, que te llevan hasta la terminal de Maracay. Son un transporte inseguro, donde me ha tocado viajar en la compuerta de la pick up; escucho día a día los testimonios de las personas quienes rechazan rotundamente las medidas nefastas de este régimen socialista, único responsable de la falta de transporte y otros tantos problemas en el país.

Para regresar a casa debía esperar un bus por más de una hora en la Intercomunal de Turmero para poder llegar hasta la terminal de Maracay, en ocasiones me vi obligada a caminar hasta mi casa desde la terminal por la misma falta de transporte; siempre iba acompañada de un grupo de personas que viven por mi zona, quienes me comentaban su mala experiencia en los camiones 350 y 750, camiones con barandas en malas condiciones y con cuerdas flojas para sujetarse.

“No merecemos vivir así, esto es una humillación”, me lo comentaba una señora mientras caminábamos por la av. Fuerzas Aéreas. “No tenemos un transporte digno, el efectivo es muy difícil de conseguir, a veces ni asisto a clases porque prefiero regresar a casa y no seguir esperando más un bus que nunca llega”, me lo comentaba un liceísta del Ramos. Sí, estamos cansados de la burla del régimen para con los ciudadanos.

La gente está convencida de que ha sido el régimen socialista quienes nos han llevado a la ruta de la humillación. Cada día, con cada vivencia estoy más convencida de que los venezolanos estamos dispuestos a salir de esta dictadura y reconstruir juntos este país.