Fórmula SAE – USB, pasión venezolana que solo acelera.

Este pasado sábado 15 de septiembre, el proyecto Formula SAE de la Universidad Simón Bolívar cumplió los 18 años de vida y éxitos. Ahora bien, en la prensa hemos visto ya las reseñas sobre los merecidos éxitos de del equipo venezolano de Formula SAE que año a año trabaja en el desarrollo de un prototipo de automóvil, que luego participa en una competencia anual en Estados Unidos.

Pero en estas líneas  tratare de darles otro enfoque, uno que nos permita responder 2 preguntas: por qué y para qué. En estas líneas tratare de meterme en los detalles que van mas allá de los éxitos logrados año tras año, pero primero lo primero.

Que es SAE? Que es Formula SAE?

Primero que nada el SAE es la abreviación en Ingles de la Society of Automotive Egineers, que se traduce a Sociedad de Ingenieros Automotrices, una asociación que nace en 1905 gracias al trabajo pionero de 2 editores, Pete Heldt de la revista Horseless Age y Horace Swetland, de la revista The Automobile, se trata de un asociación  que buscaba englobar a la industria automotriz estadounidense que crecía a pasos agigantados. Para que tengamos una idea de a que me refiero, les diré que para 1896 unas 300 empresas o personas habían construido un automóvil, ese monto aumento a 4200 carros en 1900, 9000 en 1902, 11.235 carros en 1903 y 24.250 se había producido para el año de fundación de la SAE, 1905. La idea de esta asociación era aglomerar a toda la industria del momento y crear un solo frente que pudiera orientar y darle coherencia al desarrollo del automóvil en una época en la que aunque el crecimiento era notorio, había mucho rechazo también hacia este invento.

Todos los equipos participantes en la competencia anual en Michigan.

Esta misma asociación lleva a cabo una serie de competencias a nivel universitario en diversos tipos de vehículos, están la categoría de híbridos, la categoría de carros eléctricos, además de otras, pero también está la categoría SAE, en la que se participa con un automóvil impulsado con un motor a gasolina. La competencia, llamada Collegiate Design Series (Serie de Diseños Colegiados) convoca anualmente a los grupos de estudiantes de diversas universidades del mundo para que exploten al máximo sus conocimientos y creatividad para crear un automóvil funcional que además supere una serie de pruebas definidas por la SAE. La idea es que el estudiante ponga en práctica lo aprendido en clase. Se trata de una competencia en las que casi 130 universidades de todo el mundo participan.

Formula SAE – USB

Se trata del proyecto venezolano que participa en las competencias que se llevan a cabo en Michigan, Estados Unidos y está compuesto de estudiantes de la Universidad Simón Bolívar. Su historia se remonta al 15 de septiembre del 2000, cuando un grupo de estudiantes de la Universidad Simón Bolívar, con el apoyo de los profesores Sergio Díaz, Nathaly Moreno y Pedro Pierette, con el apoyo de su Alma Mater, se plantean la idea crear un equipo capaz de construir un automóvil y llevarlo a la competencia anual antes mencionada.

Los padres de la criatura (izq-der): Prof. Sergio Diaz, Prof. Pedro Pierette y Prof. Nathaly Moreno.

Este deseo les tomó 2 años para materializarse, durante esos 2 años los estudiantes, tomando tiempo de donde podían, comienzan a darle forma al automóvil con los parámetros que establecía la SAE. Por fin en el año 2002 el 1er prototipo participa en la competencia y aunque no ganó si es importante decir que desde un principio brillaron al recibir un reconocimiento como el equipo novato de ese año, eso sin contar con el hecho de que se convirtieron en pioneros en el continente latinoamericano, siendo pioneros en la región y motivando a otra delegaciones de nuestra región a participar en estas competencias.

Por qué?

Hay 2  grandes realidades en la vida del estudiante universitario, la primera realidad latente es que existe un campo laboral que en su mayoría pareciera hostil o alérgico a los estudiantes, pasantes o recién graduados, sin la explicación de como se obtiene la experiencia que ese mismo campo laboral pide y en paralelo niega a las nuevas generaciones de profesionales. La segunda realidad latente en algunas de las carreras universitarias es que la práctica de lo aprendido en clase no se da realmente sino al final de la carrera y nadie puede negar que una cosa es lo que dicen los libros y las teorías en el salón de clases y otra muy diferente es el mundo real. Precisamente la intención de este proyecto es que los estudiantes de carreras ingenieriles tengan un contacto verdadero con el mundo real de cada una de sus carreras, ese ese el principal motivo para conformar este grupo estudiantil, es más es también uno de los objetivos trazados por la SAE al momento de concebir estas competencias.

Prototipo SAE-USB 2002.

Ante esto lo genial de este proyecto es que involucra al estudiante a trabajos en el mundo real, que lo ponen a aplicar lo aprendido en clase, sin la necesidad de estar terminando la carrera o de que esto sea una pasantía, porque sin importar el tiempo que tengas de estudiante en la USB, puedes ingresar y participar. Puedes ser un “nuevo” o tener 5 años de estudios en la universidad, eres igual de bienvenido a integrarte en algo real e importante, que tiene metas y objetivos y que además te ayuda a desarrollar valores FUNDAMENTALES como el liderazgo y el trabajo en equipo. A todo lo anterior hay que sumar el hecho de que están haciendo algo que ya casi no se hace en nuestro país, por no decir que ya no se hace y es diseñar y construir un automóvil desde cero o casi desde cero, el 80% del carro es construido con piezas y partes hechas en las instalaciones de la universidad, de hecho un amigo y actual estudiante de la universidad, le hizo el clutch a uno de los prototipos.

Los muchachos en plena faena.

Ese 80% incluye clutch como dije antes, electrónica, electricidad, frenos (por los que el equipo ha ganado premios y menciones), la carrocería y los alerones, entre otras piezas y partes. Una de las pocas cosas que abarcan el 20% del carro que no son hechas en el país es el motor de la motocicleta Honda CBR600 14i, que tiene unos 78 Hp y que puede hacer que el automóvil acelere de 0 a 100km/h en 3.6 seg.

Para qué?

Uno pudiera simplemente decir que la idea es “ver qué pasa”, pero no es así de sencillo, se trata de ver que tan lejos se llega, de medirse, de ver hasta qué punto nuestros estudiantes se superan a sí mismos creando cada vez mejores y más eficientes piezas y partes, viendo que tan cerca están de la excelencia en lo que hacen. La idea es mantener una línea evolutiva ascendente que permita posicionar a este proyecto venezolano y a sus integrantes como los mejores del mundo, y aunque todavía no se ha logrado, en estos 18 años se han logrado cosas muy importantes: Por ejemplo su mejor resultado lo obtuvieron en 2013, cuando el prototipo de ese año quedó en la posición 11 entre los 128 equipos participantes, no tengo que recordar que aunque no estábamos tan mal en ese momento, tampoco estábamos bien y trabajando con las uñas lograron figurar y superar a poco más de 100 universidades que quizás no estaban en una situación tan adversa como la nuestra y ojo, no es recalcar que estemos o no mal, es recalcar que estos chamos simplemente son guerreros y van con todo.

El Formula SAE-USB en pruebas en la competencia anual de la SAE de éste año.

El proyecto venezolano también ha logrado obtener el 1er lugar en una de las categorías, que consiste en una prueba estática en la que deben justificar la estructura de costos en el proceso de construcción del carro, en la misma categoría, alcanzaron la 3era posición en 2014, esa sería la 2da vez que el equipo toma pódium dentro de esta misma prueba estática. El grupo ha recibido elogios y premios por su trabajo en los frenos de los prototipos, y no uno… varios.

Pero además del logro de la victoria dentro de estas competencias, está de nuevo el hecho de poner de forma eficiente y efectiva en práctica lo que se aprende en clase, algo que además motiva al estudiante a continuar sus estudios en la carreras y evidentemente a hacer un trabajo cada vez mejor y tener un mejor entendimiento de todo lo que abarca la carrera que estudia. Además está el valor agregado de que si bien se trabaja en equipo, cada integrante tiene su oportunidad de brillar ante los “scouts” que empresas variadas envían a las competencias, así y a través de un currículum enriquecido con la experiencia de haber trabajado en este proyecto, muchos de sus antiguos integrantes y algunos todavía involucrados en los prototipos más actuales, han conseguido interesantes puestos de trabajo en empresas de alto perfil tales como Peugeot, Chevron, la Dutch Royal Shell, Toyota, BMW o incluso la Royal Caribbean Cruisers.

Sin duda lo más bonito de participar en este proyecto, por testimonio de varios, más allá de los logros profesionales, que sí que son importantes, está el hecho de que para más de uno se crea una familia entre quienes trabajan y trabajaron en el proyecto SAE – USB, en el que dicho sea de paso, se permite que cualquier estudiante de cualquiera de las carreras de estudio de la USB, participe, con la única condición de querer aprender y querer desarrollar pasión por este proyecto, desde ingeniero eléctricos, a ingenieros civiles, desde ingenieros mecánicos hasta biólogos, cualquiera puede participar en este proyecto y trabajar en algo que le apasione, aportando al mismo tiempo sus conocimientos.

La meta final, eso sí, no es crear un prototipo y convertirlo en un automóvil de calle, al menos no todavía… pero estoy seguro de que alguno de los integrantes tiene anotado en la última página del cuaderno mas feíto que tiene, la frase “hacer el 1er carro de calle diseñado y hecho en Venezuela”, para que eso forme parte vital en el desarrollo de una mejor Venezuela que quienes trabajan sin descanso y con profesionalismo merecen.

Estos chamos trabajan más que con las uñas, con pasión, con la idea de posicionar a nuestro país entre los mejores del mundo en el ramo automotriz, con la pasión que ya muchos perdieron, la pasión que siempre permite ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío. Estos chamos deberían tener una difusión mucho mayor y deberían ser una fuente de inspiración para más de uno que ve el optimismo y el trabajo coherente y constante como una forma de rebeldía  ante una circunstancia que sin duda no nos tiene en nuestro mejor momento. Estos chamos me recuerdan al discurso inaugural de John Kennedy, en el que decía que los ideales y objetivos que él invitaba a que la gente asumiera junto a él como propios, no se cumplirían en los primeros 100 días de gobierno, ni en el tiempo completo de su mandato, ni quizás en el transcurso de su vida o de la vida de esa generación de ciudadanos, pero aun así invitaba a comenzar. El trabajo de estos chamos simplemente se resume a una sola palabra: Continuemos.

Michel Rodríguez
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