Vivir en Dictadura
Nunca llegué a pensar ni en los peores tiempos de mi vida que llegaría a vivir en una dictadura. Siempre me imaginé viviendo en un país de progreso, que buscaba su desarrollo sustentado en un fuerte y sólido sistema democrático, no en uno donde los Derechos Humanos fueran violados sin consecuencia alguna por parte de los perpetradores del hecho.
La democracia significa mucho más que elecciones. La democracia implica el respeto a los derechos fundamentales del ciudadano. Conlleva a que las normas constitucionales sean respetadas por las autoridades públicas con recelo, sin distingo de ningún tipo de parcialidad política. La democracia es respeto a la opinión contraria, por más equivocada que esta esté, siempre se escucha, siempre se entiende, y quizás hasta en algunos momentos pueda ser compartida para lograr el fin superior, que no es más que el bienestar de la población. Todo eso y mucho más significa la democracia.
En cambio en los tiempos actuales en Venezuela nada de esto se cumple ni se aplica, por ello no hay una democracia verdadera en nuestro país, hay una dictadura, aunque me cueste creerlo y decirlo. Hemos visto recientemente que los funcionarios a la orden del Estado quemaron camiones con ayuda humanitaria, ese hecho es impensable dentro de un sistema democrático. Logramos ver a un concejal que fue asesinado lanzado de un edificio gubernamental. Vemos manifestantes asesinados, heridos y torturados por los cuerpos de seguridad. Conocemos de jueces, alcaldes, diputados, periodistas y dirigentes estudiantiles que están en el exilio. Nuestra capacidad de ver violaciones diarias de derechos humanos se ha vuelto infinita.
En contraposición a la democracia, la dictadura es la constante violación de derechos humanos. La dictadura es la falta de elecciones, o habiendo procesos electorales estos son fraudulentos, completamente parcializados con el partido de gobierno. La dictadura es la ausencia absoluta de responsabilidad por parte del que dicta lo que debe hacerse. La dictadura es la más cruenta represión contra los que opinan distinto. La dictadura es dar muerte al que piensa de otra manera, la que el dictador considera incorrecta. La dictadura es tortura y vejámenes al ciudadano por parte de funcionarios que a ciegas cumplen órdenes en claro irrespeto a los derechos humanos.
Viendo todas esas características que conlleva a que un gobierno sea considerado como dictatorial, se puede afirmar que actualmente Venezuela se encuadra en todas y cada una de ellas. La pregunta que cabe hacerse en este instante es ¿Desde cuándo vivimos en dictadura? Desde hace mucho y sin darnos cuenta.
Desde hace mucho tiempo la democracia venezolana se fue resquebrajando poco a poco, fue perdiendo el norte, se iba dirigiendo a un abismo profundo del que no podía salir, fue dando pasos hacia un camino dirigido por las ambiciones personales de pocos en contra de las esperanzas, sueños y expectativas de muchos. La democracia se perdió en el mismo momento en que la violación de derechos humanos fue la constante por parte del Estado, se perdió cuando se negó justicia a las víctimas de esos crímenes, se perdió en el instante en que hubo presos por razones políticas, exiliados, asesinados impunemente por parte de funcionarios que sin el más mínimo respeto a los derechos fundamentales levantaron sus armas en contra de seres indefensos.
Y es que no basta con decir que la realización de elecciones es sinónimo de democracia plena. No basta eso. Recordemos que en Cuba hay elecciones parlamentarias, en las cuales acude un solo partido con sus candidatos, teniendo como consecuencia que la decisión esté cantada antes de iniciar el proceso electoral. Cuba es reconocida mundialmente como una nación que tiene un sistema de gobierno dictatorial, y se realizan elecciones, por ello el argumento electoral no es suficiente para considerar a una nación como democrática.
Para que un sistema democrático sea considerado pleno tienen que realizarse procesos electorales libres y transparentes, deben respetarse los derechos y garantías constitucionales, deben cumplirse cabalmente los acuerdos y tratados internacionales suscritos, debe garantizarse la libertad de expresión, debe protegerse la vida del ciudadano sin importar su pensamiento político, debe existir respeto a los derechos humanos, debe haber responsabilidad en el ejercicio de los cargos públicos, en definitiva en un sistema democrático debe haber una plena vigencia del Estado de Derecho.
- El Referendo Revocatorio: Un derecho inalcanzable - 7 febrero, 2022
- Reflexiones sobre lo vivido por nuestra generación - 30 enero, 2022
- Una novela titulada Barinas - 16 enero, 2022
Guayoyo en Letras es un espacio abierto para el encuentro de ideas diversas. No necesariamente coincidimos ni somos responsables de los comentarios u opiniones que son publicados.