Partido político participa en Golpe de Estado

El 18 de octubre de 1945 fue derrocado el Gobierno del presidente Isaías Medina Angarita. Una revolución conformada por factores del sector militar y civil, quienes integraron una Junta Revolucionaria de gobierno presidida por Rómulo Betancourt, secretario general del partido Acción Democrática.

Un año después, el 27 de octubre de 1946, fue electa una Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto directo, popular y secreto. En enero de 1947, el Presidente de la Junta Revolucionaria de gobierno presentó un extenso mensaje ante este órgano, con el propósito de dar cuenta de la obra cumplida en el transcurso de los 15 meses dirigiendo el Poder Ejecutivo.

En aquel discurso explicó, a los representantes de la ciudadanía, el porqué su partido político participó en la llamada “Revolución de Octubre”.

-Como toda colectividad políticamente organizada y con vocación de poder, Acción Democrática deseaba gobernar. Sus hombres y mujeres no eran iconoclastas de inclinaciones anárquicas, solo empeñados en destruir lo que conceptuaban perjudicial a Venezuela. Querían contribuir, con manos y espíritu, en la edificación de un orden nuevo, basado en la democracia efectiva, el nacionalismo económico y en la justicia social. Por tales circunstancias resultaba particularmente tentadora para ellos la proposición formulada por la Unión Patriótica Militar, después de mostrar con datos verídicos y convincentes que en sus manos estaba el control de las palancas decisivas de comando de las fuerzas armadas de tierra, mar y aire.-

Comentó Betancourt que, en un principio, Acción Democrática no se inmiscuiría en los planes de Golpe de Estado. La candidatura del dr. Diogenes Escalante caldeó los ánimos, pues era hombre culto, probo y cuya presidencia prometía grandes cambios en la manera de gobernar en Venezuela.  

-Sin embargo, no revelaron dirigentes de Acción Democrática inclinación al aventurismo político, ni desenfrenada ansia de mando. En cordial discusión con la oficina coaligada en sus patrióticos fines, se llegó a la unánime conclusión que debía buscarse una salida evolutiva para la situación existente. Fue entonces cuando parlamentaron dirigentes de ese partido con el dr. Diogenes Escalante, para entonces embajador de Venezuela en Washington, prometiéndole no combatir su candidatura si le daba a la nación prendas concretas de fianza en sus promesas de garantizar la libertad de sufragio, honestidad en el manejo de la cosa pública y renovación modernizadora de las instituciones nacionales, entre ellas el ejército de la República.-

Así lo prometió el embajador y Acción Democrática apoyó su candidatura. La decisión de actuar en la conjura contra el régimen del general Medina Angarita llegó después de la enfermedad del sr. Diogenes Escalante, quién a pocos meses de los comicios perdió la razón y tuvo que retirarse de la campaña electoral para ocuparse de su salud. En un brusco giró del timón, el gobierno propuso la candidatura del dr. Ángel Biaggini, ministro de agricultura y cria.  

-Eliminada esa candidatura por la dolorosa circunstancia de todos conocida, se arbitró otra fórmula política, en el casi angustioso empeño de eludir el Golpe de Estado. Se propuso, acordados los dirigentes acciondemocratistas con los dirigentes de la Unión Patriótica Militar, que en vez del doctor Ángel Biaggini, candidato de imposición escogido ya por el gran elector de Miraflores, se eligiera un presidente provisional, producto de entendimiento entre las fuerzas políticas actuantes y los sectores económicos influyentes en la vida nacional, y el cual convocaría al país a elecciones directas para la escogencia de un jefe de Estado en el curso de un año de gobierno. Los militares proyectaban hacer llegar hasta los hombres que estaban en Miraflores su simpatía por esa fórmula, mientras que el sector civil nos correspondió la tarea de popularizarla en la calle y sembrarla en la conciencia colectiva.-

Biaggini no acumulaba el mismo apoyo logrado por la figura de Escalante, pero Medina estaba decidido, el ministro era la persona adecuada para entregarle la banda presidencial. Entonces la tesis que un entendimiento, entre las fuerzas políticas actuantes y los sectores económicos influyentes en la vida nación, comenzó a cobrar fuerzas, aquella era la única manera de superar la crisis política que vivía el país.

-Apenas se iniciaba el debate público en torno de esa proposición transaccional, ridiculizada y escarnecida desde el primer momento por la prensa oficiosa del régimen, cuando el gobierno de Medina Angarita comenzó a detener oficiales comprometidos en el movimiento. La insurgencia del 18 de octubre fue la respuesta de la Unión Patriótica Militar a una ofensiva represiva desatada contra sus miembros y encaminada a ahogar las ansias que animaban a los auténticos personeros del ejército nacional de servir lealmente a Venezuela y a la institución armada. Resulta así aquel gobierno no sólo por el responsable mediato de la Revolución de Octubre, por su impermeabilidad ante los reclamos y anhelos populares, sino también la causa determinante de su estallido.-

Es historia.

Jimeno Hernández
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