La Silla del Consejo
En las pasadas votaciones para elegir a los integrantes por Latinoamérica al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, los venezolanos y el mundo entero quedamos sorprendidos porque Venezuela, fue electa para pertenecer a ese organismo por encima de Costa Rica. La votación favoreció a Venezuela por 105 votos en contra de los 96 votos obtenidos por Costa Rica.
La sorpresa deriva por el hecho de que el Estado venezolano ha sido señalado por varios países del hemisferio como un estado violador de los derechos humanos. Así mismo, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Dra. Michelle Bachellet, emitió un contundente informe señalando las violaciones de los derechos humanos que suceden dentro de Venezuela, recomendando al Estado venezolano que cesen esas violaciones y que otorgue garantías suficientes a los que dentro de esta tierra vivimos para que no sean vulnerados nuestros derechos fundamentales.
Los venezolanos quedamos sorprendidos, indignados creo que sería un mejor calificativo, quedamos perplejos con la votación dentro de la ONU. ¿Cómo pueden 105 naciones avalar con su voto las violaciones a los derechos humanos en Venezuela? Eso no lo entendemos. ¿Cómo puede haber tanta incongruencia dentro de la Organizaciones de Naciones Unidas? ¿Para qué sirve en la actualidad ese organismo internacional? Son preguntas sin respuestas, pero lamentablemente creo que en este caso la diplomacia del petróleo y del oro prevaleció por encima de la verdadera diplomacia, y por sobre todo del objetivo real que persigue ese consejo como lo es la protección de los derechos humanos.
Como venezolano no me siento protegido por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ni mucho menos por el Estado venezolano, sin embargo, no todo está perdido, ni ha llegado el apocalipsis a Venezuela, ¡no para nada! Existen iniciativas loables que todos los que se sienten indignados por esa decisión deben tomar, como lo es la realizada por la Dra. Tamara Suju, excelsa defensora de los derechos humanos, de firmar en rechazo al ingreso de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Ahora bien, es necesario hacer un breve recorrido por algunos hechos ocurridos en Venezuela que son considerados como violaciones a los derechos humanos, todo ello para que las 105 naciones que votaron a favor de este país, puedan entender la grave situación en relación con los derechos fundamentales que hay puertas adentro.
Debemos siempre recordar la denominada “Masacre del Junquito”, donde fuerzas policiales del Estado venezolano dieron muerte al piloto del CICPC Oscar Pérez, posterior a ese hecho, el cuerpo abaleado de Pérez no fue entregado a sus familiares, ni mucho menos se permitió la realización de una autopsia del finado. Esa actuación es considerada por los distintos tratados de protección de derechos humanos como una violación de los mismos.
También el caso del Concejal Fernando Albán, quien según las informaciones oficiales se suicidó, sin embargo, la realidad es otra. Albán fue víctima de torturas, tratos crueles e inhumanos dentro de la sede del servicio de inteligencia venezolano SEBIN. Ese hecho también es considerado como una violación a los derechos humanos por todos los instrumentos internacionales que lo protegen.
No menos importante el caso del Diputado de la Asamblea Nacional Juan Requesens, acusado injustamente de un delito que no cometió, vilipendiado por la justicia venezolana, en la actualidad se encuentra en la sede del SEBIN, se presume que está siendo objeto de tratos crueles e inhumanos. Así mismo, es importante recordar a los miles de presos políticos que se encuentran en las cárceles venezolanas siendo juzgados por tribunales militares y sin otorgársele la garantía del debido proceso.
De igual forma, las 105 naciones votantes deben saber que durante las manifestaciones de los años 2.014 y 2.017, hubo miles de heridos y cientos de manifestantes fallecidos a manos de organismos de seguridad del Estado venezolano. En la actualidad los culpables gozan de libertad, la impunidad en esos casos prevaleció por encima de la justicia y por supuesto de los derechos humanos.
Otra de las violaciones a los derechos humanos es la creación por parte del Estado de grupos de exterminio como lo fue la OLP y actualmente las Fuerzas Armadas Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES). Este organismo ha realizado incontables ajusticiamientos extrajudiciales, sin que los responsables de estos atroces hechos paguen cárcel por sus crímenes. Dicha situación fue reconocida en el informe emitido por la Alta Comisionada Michelle Bachellet.
No podemos dejar a un lado los temas del salario, la alimentación y la dotación de insumos médicos, otra violación a los derechos humanos de los venezolanos, que día a día debemos pasar mil penurias para que con un salario pírrico nos logre alcanzar para disponer de alimentos y medicinas que nos permita vivir dignamente. Muchas familias venezolanas no lo logran, muchas familias sufren por la poca capacidad adquisitiva, sufren por no poder comprar alimentos a bajos costos, sufren por no conseguir medicinas.
Entonces en base a todo esto, cabe preguntarles a los líderes, diplomáticos y pueblos de las 105 naciones que votaron a favor de Venezuela, si todas esas situaciones no son violaciones de los derechos humanos ¿entonces qué son? Las naciones deben proteger y ser garantes de los derechos humanos, no avalar sus violaciones con votos que favorecen oscuros intereses nacionales y extranjeros. La Organización de Naciones Unidas debe ser un organismo que garantice la plena vigencia de los derechos humanos, por ello debe revisarse sus funciones, debe haber una restructuración del mismo para que la credibilidad de los pueblos del mundo vuelva a ser la misma de aquellos tiempos en los que fue creada.
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