Crónicas Viajeras
Luego de un retraso del vuelo de 11 horas finalmente llegué a Madrid. Lo primero que me llamó la atención al salir del aeropuerto de Barajas (Madrid) fue lo iluminada que estaba la ciudad, y es que viniendo de Venezuela, un país con una profunda crisis eléctrica, pues es extraño ver una ciudad tan llena de luz. Dentro de la autovía (autopista) en la zona urbana cada poste cumplía con su función, iluminar el camino.
En España el servicio eléctrico es administrado por empresas privadas, el Estado solo se encarga de ejercer control sobre el mismo, es similar a lo que existía en Venezuela antes de la creación por ley de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), o dicho en otras palabras, antes de la estatización de las distintas empresas eléctricas que existían en el país (Electricidad de Caracas, Cadafe, Enelbar, entre otras).
Sobre lo anterior cabe preguntarnos ¿Para que se estatizó el servicio eléctrico? ¿Ha tenido algún efecto positivo en la calidad de vida del venezolano? La respuesta lógica que daría cada venezolano es que no ha tenido ningún beneficio la nacionalización de la industria eléctrica.
Debemos recordar que desde el 07 de Marzo de 2.019, fecha en que se produjo el primer apagón nacional que dejó sin servicio por más de 5 días a la población, los venezolanos nos hemos visto sometidos a un racionamiento eléctrico diario de 5, 6 y hasta 12 horas dependiendo del estado en que estemos, siendo el Zulia el más afectado de todos y Caracas el más beneficiado por cuanto en la capital no hay cortes eléctricos, todo esto sin que tengamos la posibilidad real de hacer algo para evitar esa situación, aspecto que disminuye la calidad de vida en gran medida.
En cambio en la nación europea el servicio eléctrico es costoso y por esa razón las personas tienen cultura sobre el consumo racional de la electricidad, no se utilizan los equipos eléctricos de alto consumo de manera simultánea, no se dejan los bombillos encendidos toda la noche solo son encendidos cuando sea necesario, se mantienen los aires acondicionados y la calefacción en grados óptimos, esto para un venezolano puede ser extraño y hasta anormal, no estamos acostumbrados a eso y la razón es simple, en Venezuela no hay cultura sobre el consumo eléctrico, por ser el costo del servicio muy económico llegando en algunos casos hasta ser gratuito por las diversas conexiones ilegales que se pueden ver en las barriadas populares.
Sin embargo, a pesar de que en España la electricidad es costosa, es un servicio que se presta con calidad, nunca se va la luz y cuando sucede la restitución es inmediata, la empresa eléctrica envía una cuadrilla y en 20 o 30 minutos se cuenta de nuevo con el servicio, los ciudadanos españoles no piensan siquiera en que puedan tener racionamientos eléctricos, es decir, en España – ni en ninguna otra parte del mundo – existen “cuotas de patria” como decimos coloquialmente los venezolanos a los cortes no planificados del servicio eléctrico.
La población española actual no sería capaz de soportar una vejación de esa magnitud a sus derechos ciudadanos por parte del Estado, demandarían, solicitarían indemnización, ejercerían sus derechos ante cualquier instancia nacional o de la comunidad europea, y los tribunales estarían en la obligación legal de otorgar cada una de las indemnizaciones solicitadas, caso contrario en Venezuela que los ciudadanos hemos estado sumergidos en una situación lamentable sin ninguna salida, sin siquiera tener una información veraz por parte de los voceros nacionales sobre la situación real del sistema eléctrico, sobre cuándo se acabaran los cortes eléctricos, sobre el destino de los fondos públicos destinados al sistema, sobre las acciones ejercidas para hacer cumplir las responsabilidades penales de los culpables de la crisis eléctrica.
Otro de los aspectos que llaman la atención en relación con los servicios públicos españoles son el servicio de agua, el aseo urbano y el transporte público. En cuanto al agua siempre se cuenta con el servicio, se abre el grifo a cualquier hora y se tiene agua, incluso se puede beber del chorro, por supuesto es un servicio privado y costoso pero a pesar de ello es eficiente, situación contraria en Venezuela que las comunidades duran días sin tener el vital líquido, lo que origina múltiples manifestaciones de calle que buscan el restablecimiento del servicio.
El aseo urbano es prestado por la municipalidad y se ven las ciudades limpias, impecables, la cultura de reciclaje impera y las multas por contaminación ambiental son realmente onerosas, el estado las hace cumplir de forma coercitiva.
El transporte público es costoso, uno de los servicios más caros que hay en la nación europea, sin embargo, es de una calidad insuperable, el tren llega a todos lados, los autobuses son impecables, todos se trasladan sentados a sus sitios de destino, los españoles ni siquiera se atreven a imaginarse que puedan ser trasladados guindados en la puerta de la unidad de autobús como sucede en cualquier ciudad venezolana, y ni pensar en otros medios como las denominadas perreras o ruta chivos como son llamados en mi ciudad de origen Barquisimeto. El metro de Madrid es puntual y muy limpio, no se ven personas vendiendo productos dentro de sus vagones como sucede en la actualidad en el metro de Caracas, ni pensar en retrasos en el sistema, eso no sucede, y en caso que pase los ciudadanos son indemnizados por la empresa prestadora de servicio.
Los servicios públicos en España son costosos pero eficientes, a diferencia que en Venezuela que son muy económicos o prácticamente gratuitos y completamente ineficientes, todos son prestados por el Estado y como sabemos la corrupción ha llevado a que la crisis de los servicios públicos sea cada día más profunda.
Venezuela es una gran nación que debe ser rescatada de las garras del terrible monstruo de la corrupción, solo así podrá ser la nación del primer mundo que todos los venezolanos deseamos desde hace muchísimo tiempo atrás. Por ello todos debemos contribuir al rescate de la nación, cada quien desde su posición particular, desde su trinchera, trabajando juntos por una mejor Venezuela.
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