¿Cómo está tu relación con el dinero?

Hemos escuchado muchas veces que el dinero no compra la felicidad y si bien es cierto que no son equivalentes si son influyentes ¿Por qué lo digo? Porque con dinero puedes “comprar tiempo” para dedicarte a eso que quieres hacer pero que lo has dejado atrás porque tienes que invertir todas tus energías en sobrevivir; con dinero puedes darte el lujo de viajar, comprar esa ropa que te gusta, compartir y apoyar económicamente a otras personas o causas en las que creas; en fin, el dinero no es la felicidad pero puede quitar de tu vida muchos elementos de stress para vivir con más paz.

Necesito comenzar este artículo con estas reflexiones porque muchas veces arrastramos por la vida pensamientos, creencias que lo vinculan como algo malo o ¡escaso! De modo que cada vez que nos toca gastar nos retorcemos porque es dinero que se va. ¿Realmente se va?

Aquí viene una primera reflexión que puede cambiar radicalmente nuestras creencias con el dinero, y es que es abundante, es una energía y como tal debe estar en movimiento donde si se va entra y si entra se va y allí estás tu, en el medio del proceso donde puede permitir ese ciclo si confías y comprendes que es así y que en la medida en que lo entiendas más contribuirás a que ocurra.

Otra reflexión es sobre la creencia que tener mucho dinero tiene que ver con ver deshonesto ¿Por qué? y ¡Vaya que hay gente que lo cree! ¿Pero sabes? La deshonestidad es un valor que puede estar presente en ricos y pobres. Si vinculas la abundancia financiera con la deshonestidad te verás a ti mismo desde la envidia, la rabia, y el cuestionamiento y obviamente habrás generado una conexión mental entre el dinero y ser una mala persona. ¿Qué tal verlo como un ejemplo de esfuerzo, tenacidad, visión? ¿Qué tal observar a quienes lo han logrado, reconocerlos, admirarlos e intentar aprender de ellos? y Sobre todo convencerte que si otros pueden ¡Tu también!

En este punto entra en juego tu valoración de personal, si no te reconoces o valoras difícilmente tendrás abundancia. Una persona en estos días me comentaba descalificándose -Lo que yo hago no es especial, cualquiera lo puede hacer- Le expliqué que esa creencia no solo no es cierta sino que es minimizante ¿Por qué? porque aunque eso que haces siga un procedimiento establecido no hay un ser humano igual a otro, cada quien le pone un toque personal, cada quien con sus talentos, con sus ganas y sobre todo con su pasión.

¡Pasión! Esto definitivamente marca la diferencia, por ello es absurdo seguir patrones para intentar hacer dinero como por ejemplo seleccionar una profesión solo porque creas que da más dinero, lo que te hará ganar dinero más allá de los conocimientos que tengas es la pasión con que hagas lo que haces porque la pasión arrastra, atrae, engancha ¡Se Siente!

Desde la pasión puedes identificar cómo puedes cubrir necesidades de otros con eso que te apasiona y con esto claro ¡Como vendérselo! Las tan amadas y despreciadas ventas, es común escuchar –Yo no sirvo para vender- Pues te cuento que si no vendes difícilmente puedes hacerte rico porque de eso se trata, de ese intercambio donde alguien necesita algo y otro se lo vende moviendo sus emociones.

Ese paradigma de las ventas como algo reservado solo a algunas personas hay que extinguirlo ¿Acaso no vendes cuando negocias con tu pareja la selección de un sitio donde quieres ir? ¿No vendes cuando convences a tu hijo de la importancia de guardar sus juguetes para mantener el orden? Estamos vendiendo todo el tiempo desde la persuasión y las emociones, vendemos ideas, entusiasmo, emociones, de modo que aprender a vender es una competencia fundamental si quieres hacer dinero. Tu nivel de dinero es directamente proporcional a tu capacidad de CONVENCER.

Abandonar las quejas es otra área a trabajar si deseas riqueza en tu vida ¿Por qué? si te la pasas quejándote esto se convertirá en un hábito en tu vida y mientras más te habitúas más te costará parar de hacerlo. Siempre hay malos momentos, frustraciones y es normal pero ¿quejarse todo el tiempo? ¿Qué logras con eso? Atraer más situaciones ante las cuales quejarte. ¿Y si cambiamos las quejas por búsqueda de oportunidades de solución o mejora? Hay que cambiar el chip, rodearse de personas positivas, buscar posibilidades donde antes solo veías lamentos, ese es el camino.

¡Comprométete! Tener compromiso con algo es establecer un vínculo sólido, comprometerse te lleva a persistir porque no siempre las cosas se dan tan rápido como queremos pero si perseveras y sientes pasión y te mantienes en apertura a las posibilidades encontrarás el camino. Cuando la vida te lleva a esperar hay que hacerlo desde la convicción en lugar que desde la derrota y créeme que esta es una gran diferencia. Dejar atrás la arrogancia porque te impide escuchar, comprender, evaluar. Declárate aprendiz eterno, no sabes de quien puedes aprender, siempre hay señales y aprendizajes para quien tiene visión, foco y compromiso pero solo las podrás ver desde la humildad.
¡Respira y abandona la reactividad! Lo que tiene que ver con mantener la calma porque si solo reaccionas sobrevives pero si eres paciente y analizas entonces puedes desarrollar liderazgo.Dile adiós a la excusas, si quieres buscar justificaciones te sobrarán pero no saldrás del montón. O te responsabilizas de tu vida o de tus resultados o caes en el común denominador de las personas. Cuando comprendemos que es absurdo estar culpando al gobierno de turno, a las circunstancias externas o a cualquier evento que escapa de nuestras manos es cuando puedes tomar las riendas de tu superación porque ¡Todo depende de ti!

No te rindas, la vida no golpea siempre, es cuestión de aguantar, de prepararte y espera

Liliana Castiglione
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