¿Debo ir al psicólogo?
Es increíble pero aún en esta época hay personas que ven con recelo el acudir a un psicólogo, asociando el hacerlo a una condición a la que deben asistir quienes poseen trastornos mentales, gente que está loca, nada más alejado de la realidad.
Es por este prejuicio que prefieren vivir sintiendo como su bienestar se les va de las manos, lidiando con procesos de ansiedad, de depresión, de dificultades para manejar sus pensamientos, sus emociones e incluso viviendo síntomas físicos que orgánicamente no tienen justificación.
Hice una encuesta en twitter sobre la opinión que tienen las personas de acudir a terapia psicológico:
¿Qué piensas sobre asistir a terapia psicológica?
Al momento de escribir este artículo la encuesta lleva 217 votos y los resultados obtenidos son los siguientes:
Es cosa de locos: 4,1 %
Solo por emergencia: 14,3 %
Es necesario para todos: 81,6 %
Quedé realmente complacida de ver como la mayoría cada vez está más clara de la importancia de la salud mental en nuestra vida.
¿Qué es salud mental?
Entendemos por salud mental un estado de bienestar en el que la persona es capaz de enfrentarse con las situaciones cotidianas, es responsable, resuelve los retos y tiene buenas relaciones con los demás.
Al ser nuestro cerebro el comando de todo nuestro sistema sin duda alguna las alteraciones que pudiéramos tener en su funcionamiento afectarán la totalidad de nuestra salud.
Muchos procesos mentales/emocionales se relacionan con problemas físicos como por ejemplo, la depresión y el resentimiento con el cáncer al vincularse con una disminución de nuestro sistema inmunológico, terrero fértil para el cáncer. Estas afecciones pueden manejarse a tiempo con terapia ya que si nos descuidamos pueden ir tomando cada vez más cuerpo y tornarse aguda, de allí la importancia de la prevención.
Quiero hacer referencia a una entrevista que le realizó Pablo Motos (presentador del programa El Hormiguero) al cantante Camilo donde le preguntaba si era cierto que el acudía a su psicóloga cada quince días a lo que el cantante respondió afirmativamente y Motos pregunta las razones de que sea así, Camilo sonríe con esa sonrisa contagiosa y le comenta que suele generar asombro y preocupación que alguien acuda a un psicólogo, como si estuviera al borde del precipicio pero el verdadero asombro debería producirse cuando ocurre lo contrario, cuando no cuentas con un psicólogo. Mencionó que estas sesiones quincenales le permiten poner en orden pensamientos y emociones resaltando que no solo un exceso de emociones negativas lo hacen necesario sino también muchas positivas y que acudir a sus terapias le permiten mantener el equilibrio.
Y hablando de equilibrio es precisamente a lo que se refiere la salud mental, por ejemplo, no es negar emociones, no se trata de no sentir miedo sino de aprender a manejarlo y continuar adelante a pesar de, es desarrollar pensamientos positivos pero sin perder contacto con la realidad o entrar en procesos de negación; podemos verlo tomando en cuenta la pandemia que no es lo mismo negar que podemos tener el virus a pesar de tener todos los síntomas, creer que nada te va a pasar o ir al otro extremo de establecerte una sentencia de muerte cuando puedes acudir a un médico y realizar el tratamiento correspondiente.
Por supuesto que la fuerza de tus pensamientos no debe dejar de considerarse, las investigaciones reafirman el poder del placebo, y es que lo que crees tiene un impacto en tu vida pero en su justa medida porque si te llegas a fracturar un hueso lo más lógico es acudir a un traumatólogo para reparar el daño y no entrar en un proceso de meditación creyendo que eso hará que los huesos se reparen.
Claro está que hay situaciones impulsoras de esa búsqueda de ayuda psicológica y eso está bien, podemos mencionar algunas de ellas:
- Episodios del pasado donde no logras superar y te quedas recreando el o los eventos una y otra vez, afectando ti desenvolvimiento de vida y tu estabilidad emocional.
- Dolores o malestares corporales que no tienen explicación médica
- Pérdida de la capacidad de disfrute ante situaciones que anteriormente disfrutabas.
- Dificultad para el establecimiento y conservación de relaciones interpersonales o desarrollo de relaciones tóxicas de las cuales no sabes como liberarte y que incluso tiendes a repetir con otros.
- Problemas de manejo de tus emociones y pensamientos donde estos te manejan a ti transformándote en una marioneta y víctima de circunstancias perdiendo de esta forma tu capacidad de resiliencia.
- Uso de sustancias adictivas o evasiones para afrontar tus situaciones de vida.
- Pérdida de disfrute e interés en tus actividades diarias, malestar y sensación de agobio y cansancio constante.
- Cualquier otro síntoma que te lleve a perder el bienestar y la paz interior de forma prolongada.
Ir a un psicólogo debería ser entonces una práctica preventiva habitual, algo así como el mantenimiento de tu vehículo, sabemos que la práctica de cambiar aceites y filtros cada 5000 Km. Prolonga la vida de tu motor, de igual manera las visitas periódicas a un psicólogo de tu confianza, con quien te sientas bien y que haya química mejorará la confianza en ti mismo, la calidad de las relaciones que estableces, el manejo del stress y de los reveses de la vida y por ende tu salud en general y tu longevidad.
Autora del libro "Amores en tiempos de Internet"
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