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Por Mariana Castro

 

No hay que ser pesimistas ante las adversidades, todo lo que nos viene es porque es algo que podemos soportar, aunque sea una carga muy pesada y pensemos que vamos a terminar aplastados.

 

No sirve de nada quedarnos plantados en nuestras casas esperando a que ocurra un cambio milagroso de la noche a la mañana, nosotros mismos tenemos que salir a ser protagonistas de las páginas de la historia, páginas que en el futuro nuestros nietos leerán y nos harán un centenar de preguntas cuyas respuestas serán honestas ya que las sentimos en nuestra piel, en nuestro corazón y nuestra experiencia será su guía.

 

Aquellos que perdieron la esperanza, sólo puedo decirles: la esperanza es lo último en esta vida que se va, no hay que perderla, ya que es nuestro norte, nuestra motivación para que las cosas mejoren, para que dentro de un tiempo cuando miremos hacia arriba y veamos ese hermoso cielo azul y prometedor, lleno de claridad y oportunidades, recordemos con sabiduría que antes de eso hubo una tormenta que nos hizo aprender muchas cosas de la peor manera posible, pero es gracias a las cosas difíciles que aprendemos, mientras que las buenas son nuestra dulce recompensa por haber sido fuertes y valientes para soportar.

 

No hay cambio en prometer, sino en demostrar que en verdad se tomarán las medidas para hacer las cosas mejor, no sirve de nada ponerse en la piel de alguien que ya no está para ganarse a parte de la población cuando ya tienen que darse cuenta de que las cosas nunca pasan de la misma forma dos veces.

 

Todo lo que sucede es para mejor, pero está en nosotros la elección de que ese cambio en verdad se dé.

 

Vota el 14 de Abril, no dejes que tomen la decisión por ti.