Almas desnudas

Descubrí que aquellos días grises se volverían arcoiris con tan solo verle la sonrisa. Su sonrisa, me pierdo en su sonrisa, aquella curva unilateral que se inclinaba de lado, porque cuando me miraba, no sonreía derecho, se le hacia una media luna, que dejaba ver una delgada linea  diminuta, que se formaba cual comillas en el borde de su labios, acompañando a la expresión de alegría al enseñar su dentadura.

Me roba el tiempo en el eclipse de su mirada, me hizo suya sin tocarme y lo ratificó cuando lo hizo. Se me van las horas en conversaciones locas y le deje conocer de cerca mi obscuridad, y cuando me llevo a la suya, navegué sus infiernos como se navengan los botes en las tormentas, bien aferrada. Porque quise quedarme y estar alli a su lado con lo bueno y con lo malo, con lo blanco y con lo negro.

Desvistió mi velo y me mostró realidades, me mostró de amores tan intocables que ni los kilometros pueden interrumpir, es que la noche en la que me derritio entre sus manos, supe que aunque tuviera toda la ropa puesta, podíamos sentirnos más alla de todo, y mi cuerpo sudaba de forma exagerada a causa de tanta energía, que produciamos al estar en contacto indirecto pero a la vez tan directo, que me desnudo el corazón, cuando me hizo desearle aunque le tuviera alli dentro.

Me desnudó el alma cuando me beso mientras me hacia el amor, cuando me entrecorto la respiración, cuando me trato con ternura y con perversión y al destino no le acepte un no, porque me impuse a estar a su lado aunque tuviera que renunciar al pasado, a mis raices, a mis miedos, a mi casa, porque mi hogar ahora son sus ojos y es allí donde voy a vivir, aunque tenga que recorrer el mundo por verle feliz.

Le desnude el alma, cuando le escribí con la mía ya desnuda, con mis manos enamoradas que al tomar un lapiz y un papel le hacian el amor a las letras y a su cuerpo también, a su cerebro cuando lo enloquecí con mi locura y le quite la poca cordura, pero le regale mis cuatro dedos de frente, para que me dijera que sí, porque en un mundo donde ya no se desnudan las almas tan frecuente, cuando llega una persona que te arrebata de las ataduras, que te hace vibrar más el interior, te seduce el intelecto y te besa el corazón a esas, no hay que decirles nunca que no.

Cerebros

El problema es que me follo los cerebros

y si no tienen nada bueno dentro

no paso al cuerpo.

Y aquí estoy otro domingo por la noche, escribiendo con el alma desnuda y mis dedos deseantes de tocarle, con la sonrisa derecha aunque no pueda mirarle, porque la mía si es tan amplia cuando se trata de pensarle, que lo juro, si me mira a los ojos me tiemblan las manos, las piernas, mi boca, mis labios, y la sonrisa no se me pica en dos partes, al contrario, se muere de la risa con la suya. Su sonrisa, me pierdo en su sonrisa…

Almas Robadas

Vamos a robarnos el alma

vamos a escribirnos en tus sábanas

tácame desesperada las ganas de quedarme en tu cama

en tu vida

en tu mirada.

JM

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