Pontiac Fiero, una triste historia
Justo cuando se veía que Detroit estaba en su peor momento, con pésimas decisiones de las diferentes directivas de las marcas americanas, con la recesión y la crisis petrolera de los 70 y la falta de creatividad e ingenio en la industria automotriz, para los 80 aparece Pontiac en la palestra con algo completamente innovador, algo que dejó atónitos a todos en Detroit y fuera de ella. El 1er y único carro americano con motor central producido en masa, el Pontiac Fiero. Un carro que junto al Buick Grand National y GNX es un carro tan “80tero” como las chaquetas de jean, Menudo o el Atari. Pero… ¿Qué pasó? ¿Cómo es que un carro tan visionario, tan vanguardista no tuvo el éxito esperado?
No era la 1era vez
Nop, no era la 1era vez que por lo menos en General Motors GM, se buscara fabricar un automóvil con motor central, era algo que se buscaba desde la década de los 60, cuando dicho concepto comienza a verse en automóviles europeos. De hecho, Zora Arkus-Duntov, diseñador del Chevrolet Corvette Stingray, trató de colocarle un motor central a este automóvil; de ahí que existieran proyectos como los Chevrolet Monza GT o los Astro I y Astro II. Lamentablemente la directiva de GM no deseaba innovar mucho en aspectos técnicos y enfocarse en el diseño. Por eso, carros como el Corvair, resultaron ser una relativa sorpresa para muchos, porque nadie se esperaba un carro con motor trasero en un país en el que los carros con motor trasero hechos en E.E.U.U. no habían tenido éxito.
Para los 70, General Motors padecía de la misma directiva renuente a innovar y que vendía carros basándose en el hecho de que GM era el productor de carros más grande del mundo, pero no tenía innovaciones, no tenía elemento alguno que indicara cuál era el futuro del automóvil. De hecho y, como lo dije en el artículo publicado en este espacio sobre la historia de Pontiac hace unos meses atrás, GM trabajaba con un pequeño grupo de carros base y se disfrazaban de una gran cantidad de modelos de carros para hacerle creer al mercado que avasallaron con una gran propuesta y aunque para algunos funcionó, para otro no. Así las cosas, GM en resumen estaba en un estancamiento creativo y económico del que su directiva, o no estaba consciente por su terquedad o simplemente se hicieron la vista gorda porque su resistencia al cambio era de categoría mundial. Ese estancamiento, por ejemplo, hizo que GM declarara pérdidas de hasta 750 millones de US$ para 1.980.
Camarón que se duerme…acude a Pontiac para ver qué pasa
El gran riesgo que en los 70 y 80 se presenta ante Detroit, es la instalación en E.E.U.U. de fabricantes automotrices extranjeros, en especial japoneses y europeos. Fue la corriente que se llevara a ese camarón que se dormía en los laureles de un pasado que quedaba más y más atrás. Los directivos de GM, conscientes de esto, deciden ver qué ofrecía Pontiac, una marca que había creado varios productos interesantes como el GTO y el Trans Am, así que en esta ocasión quizás tendrían algo que ofrecer.
En esencia lo que GM quería era un automóvil pequeño, de aspecto atractivo y contemporáneo con lo que llegaba de Europa y Japón y que tuviera además, como gran valor agregado, su bajo consumo de gasolina. Aquí entra en escena Hulki Aldikacti, un inmigrante turco con un Master en Ingeniería Mecánica de la Universidad de Michigan, 22 años de experiencia y era quien había trabajado con John DeLorean en el proyecto GTO. Este caballero es clave en el producto final en que se convirtió el Fiero porque, de no ser por su estilo poco ortodoxo y cónsono con GM y por el hecho de que él no aceptaba un “No” como respuesta, el Fiero hubiese sido una verdadera desgracia de carro.
El “P Car”
En 1978, Aldikacti y su equipo presentó a la directiva de Pontiac y de GM una propuesta de un automóvil deportivo de 2 asientos, un carro que pudiera sentarse en la misma mesa con Ferrari, Maserati o Porsche y con un motor de 6cil. Además, ofrecía un muy eficiente consumo de combustible y a un bajo costo de fabricación, pero a la directiva de GM lo único que le gustó fueron las últimas 2 cualidades. No querían otro deportivo que pudiera amenazar a su “niño mimado”, el Chevrolet Corvette (…), por eso desecharon el proyecto. Si a eso le sumamos que no a todo el mundo en la directiva de GM le caía bien, tenemos un total de 3 ocasiones en las que el proyecto fue rechazado. Sin embargo, luego de hacer investigaciones de mercado y, gracias a otro defensor del Fiero, William Hoglund, quien tomaba la dirección de Pontiac en 1980, en abril de ese mismo año, Pontiac recibe la autorización para comenzar a trabajar en el nuevo automóvil, que ya no se concibe como un deportivo para no chocar con el “Sacrosanto” Corvette, sino como un carro citadino de 2 puestos al que llamarán inicialmente “Proyecto P” o “P Car” por la plataforma P sobre la cual va montado el nuevo carro. Posteriormente, se pensaría en otros nombres, entre ellos, Pontiac Sprint, Pontiac P3000, Pontiac Pegasus, Pontiac Firebid XP y Pontiac Sunfire, entre otros.
Aldikacti trabajaría con un presupuesto de 410 Millones de US$. Ahora bien, con ese dinero, tanto ustedes como este servidor resolvemos unos cuanto problemas, pero eso es muy poco para desarrollar y fabricar un automóvil completamente nuevo. Ese sería el principal motivo que hará que el Fiero termine con la cantidad de problemas que tuvo al inicio. Para ahorrar dinero los ingenieros utilizaron el tren delantero del Pontiac Phoenix (un Chevrolet Citation disfrazado de Pontiac) y lo colocaron inverso en la parte trasera, mientas que el tren delantero se tomaría de un Chevrolet Chevette. Por si eso no fuera suficientemente malo para el equipo de diseño, la directiva rechazó la idea de usar un motor de 6cil, así que tuvieron que usar un motor de 4 cil. de 2.5lts llamado Iron Duke, que aunque sólo producía 90hp, tenía un consumo de tan sólo 4.7lts por cada 100km, cosa que era impresionante para la época.
Lo único que quedó en manos del equipo de Aldikacti fue el diseño del automóvil y el hecho de que por 1era vez el motor de 4 cil. estaría ubicado en el centro, entre los ejes delantero y trasero. Por 1era vez se lograba ésto, después de varios intentos. Otra de las cualidades revolucionarias en el Fiero es el concepto de estructura espacial tubular, que hacía que el funcionamiento y performance del chasis no tuviera nada que ver con los paneles de la carrocería, todo enmarcado en la idea de que el carro era diseñado en torno al conductor y para el conductor. La integración de las piezas con la estructura se hacía con una máquina de fresado y taladrado que luego de ensamblar la estructura, abría 39 puntos de unión de la misma con las piezas de la carrocería y luego las fresaba para eliminar impurezas; así las piezas siempre cuadrarían y encajarían en la estructura a la perfección y, curiosamente, todos los paneles de la carrocería podían desmontarse en sólo 5 horas, lo que hacía fácil repararlo en caso de colisiones y lo hizo también atractivo para hacer kit cars sobre esa plataforma. Por último, estaba el material de los paneles de la carrocería, hechos de un compuesto de 2 plásticos y fibra de vidrio que Pontiac llamaba Enduraflex y que contribuía a que el carro fuera más ligero, cosa que finalmente ayudaba en el performance del carro.
¡Ups!… No era lo que se esperaba
Una serie de mejoras y rediseños se hicieron entre 1978 y 1982, incluyendo un viaje por tierra desde el Norte de Canadá hasta el desierto de Yuma en Arizona, donde están las instalaciones de General Motors para pruebas en desierto. Para Mayo de 1982 se aprueba la salida al mercado del todavía llamado P Car como modelo de 1984, y en la primavera de 1983 comienza la producción del carro. El Dpto. de Mercadeo revisó los diversos nombres: de todos los antes mencionados, el más favorecido era Pegasus, pero finalmente, Bruce McDonald, quien era Jefe del Dpto. de Relaciones Públicas de Pontiac decidió llamarlo Fiero, que en italiano significaba “orgulloso”. La única mala noticia era que Pontiac ahora reducía el presupuesto del carro a 300 Millones de US$ y eso hizo que todo empeorara en el resultado final.
El nuevo Fiero debutó en 1984 con un precio base de 7999US$ y 9599US$ por la versión mejor equipada. Pero habían varios problemas de cara al cliente: 1ero el carro era poco potente, la revista Car&aDriver hizo unas pruebas en diciembre de 1983 y determinó una aceleración de 0-100 en 11.3 seg y una velocidad máxima de sólo 169km/h, algo que resultaba bastante deprimente para el público. Aunque aquí hay que ser justos, Pontiac nunca dijo que se trataba de un carro deportivo, aunque su aspecto lo gritaba: Quizás por eso el público terminó decepcionado. Aun así, el 1er año resultó bastante exitoso, tanto como como para que sólo en 1984 se vendieron 136.840 carros. Es más, un Pontiac Fiero era escogido como Pace Car para las 500 Millas de Indianápolis, era de hecho el 1er carro de 4 cilindros y 2 asientos desde que un Stutz con las mismas características cumplía este rol en 1912.
Pontiac Fiamma
Mal performance, no tenía dirección asistida, lo que resulta en una desgracia a la hora de estacionar porque era pesada, en curva era nervioso, los frenos no estaban bien balanceados, el tren delantero tenía sólo el 43.5% del peso estático del carro… Sí, eso está en la lista de fallas del carro, pero el Fiero tenía una falla mayor: se incendiaba con facilidad, así de sencillo. Y el problema era de orígenes diversos: primero, el colector de aceite del carro era bastante alto, lo que hacía que el motor quedara en la bahía del motor más alto de lo previsto y eso aumentaba el centro de gravedad. Para resolverlo se creó un colector más pequeño que resolvía los problemas anteriores. Pero generaba uno nuevo: el motor usaba menos aceite y, en consecuencia, la fricción de un motor sin aceite genera mucho más calor, si lo sumamos a que el motor ya de por sí calentaba más de lo normal y al hecho de que había pequeños botes de aceite que caían sobre el múltiple y el resultado final era un incendio. Vale decir que el propio Aldikacti fue testigo de 2 Fiero que se incendiaron en las pistas de pruebas de GM.
Otros motivos que ocasionaron incendios en el Fiero fueron rupturas de mangueras de radiador, que terminaban regando refrigerante en el múltiple. De hecho, ese fue el motivo del incendio de uno de los Fiero en la pista de pruebas; incluso una biela rota podía ocasionar incendio, además de otros daños. Al inicio GM trató de desestimar las fallas, hacer reparaciones como parte de la garantía y hasta optó por culpar a los dueños y pagarle a dueños afectados para que callaran y no dijeran nada sobre el asunto. Pero eso no sirvió de nada. Para finales de 1986 e inicios de 1987, Pontiac tuvo que hacer un “recall” de más de 125.000 carros de 1984 para resolver los problemas detectados. Repito, sólo en 1984 se vendieron 136.840 carros. ¿Saben qué es lo más curioso? Uno de los nombres pensados para el carro cuando el Fiero era un prototipo era Fiamma, que en Italiano significa “llama” o “flama”.
Evolucionó, pero ya era tarde
El Fiero de 1984 tuvo una serie de opciones de interior y estética, pero con los mismos 4 cil, sin embargo el equipo de Aldicakti presionó para que el carro evolucionara. De hecho, el modelo 1985 aparece en enero de ese año (algo tarde), pero había una buena razón, aparecía el Fiero GT, un carro con un aspecto más deportivo pero, la mejor parte, es que se hizo justicia al colocarle un V6 de 2.8 litros que generaba unos 140 hp y una caja manual Muncie de 4 velocidades. Para 1986 el Fiero de 4 cil se mantenía en producción, pero interesaba más el Fiero GT que ahora tenía carrocería tipo fastback, Pontiac y GM en especial no querían darle mucha difusión como un carro deportivo, de nuevo protegiendo la “sacrosanta” imagen del Corvette. En este año se incorpora también la transmisión Getrag manual de 5 velocidades, la parte trasera del carro es rediseñada con un set de luces de aspecto más deportivo e incluso un interesante detalle: en el centro, entre las luces de freno, se encendía un set de luces al frenar que decían Pontiac.
El año 1987 pasa un tanto por debajo de la mesa. Para 1988 el carro es completamente rediseñado: la suspensión fue modificada por una muy similar a una hecha por Lotus, además tenía mejoras notorias en el tren delantero, dirección, frenos, hasta los motores de 4 y 6 cil. fueron mejorados, pero el escándalo de los 125.000 carros sometidos a “recall” para revisiones y reparaciones opacaron cualquier posibilidad de éxito para el Fiero; muchos no asimilaba que ese recall aplicaba sólo para los modelos 84, sino que manejaban la matriz de opinión de que eran los Fiero de 4 cil, en producción hasta 1988 y otros iban más allá y simplemente decían que 125.000 “Pontiac Fiero” sin tomar en cuenta más nada “eran sometidos a recall porque se incendiaron”, más o menos el tipo de problema que hay con la opinión pública que lee por partes y no completo y que además no analiza sino que saca conclusiones sólo con el título del medio de prensa. Todo esto llevó a GM a la conclusión de no producir más el Fiero y 1988 sería el último año de este carro, había ya un prototipo para 1989-1990, pero de ahí no pasó.
Una lástima
Muchos coinciden que para 1988 el Fiero estaba como carro en su mejor momento. De hecho, hoy en día es el que más prefieren quienes desean uno como colección, se habían resuelto la inmensa mayoría de fallas y estábamos ante un carro al que realmente se le tenía que poner atención, eso sin contar con que era el carro más innovador y vanguardista que no sólo Pontiac sino toda GM había creado y presentado en años. En una ocasión, escuché decir a un amigo sobre el Fiero: “Éste pudo haber sido el futuro, ésto representaba a los Estados Unidos que pudimos haber tenido, en el que teníamos un carro con el cual tocar la puerta de los europeos y competir en carreras y rallies. Quizás no hubiésemos ganado, pero al menos hubiésemos logrado algo de respeto. Lo tuvimos, GM nos lo dio y GM estúpidamente nos lo quitó”.
Quizás sea fuerte, pero no creo que deje de ser mentira: el Fiero era algo innovador que chocaba demasiado con los paradigmas de la directiva de GM, que pretendía vivir sólo de la “bulla” que el nombre General Motors generaba, pero que con el tiempo resultó siendo eso, pura bulla. La actitud no acertada de no innovar y de hacerlo mal cuando lo hacían, resultó en carros como el Corvair; la actitud no acertada de proteger al Corvette hizo que carros como el Grand National o el Fiero no sólo no tuvieran vida, sino que además nacieran en un “entorno familiar” hostil, en el que los propios padres saboteaban el nacimiento y existencia del carro. De haber invertido como era, de haber dado cabida a la innovación como se debía, quizás…, sólo quizás, GM se hubiese recuperado en términos de números y quizás… sólo quizás se hubiese podido salvar de la quiebra que tanto la amenazó luego.
Sólo para que tengan una idea de lo que pudo haber sido el Fiero, en 1985 se buscó aumentar el desempeño del motor de 6 cilindros con un turbo… Adivinen que pasó: mmm sí… resultó ser más rápido que el Corvette, Chevrolet se quejó y la idea fue amablemente rebotada. ¿Es Chevrolet o GM mala? No, para nada, hay muchísimos carros de GM como un todo que incluso me encantan, y no se pretendió satanizar a GM, pero la verdad es que teniendo oportunidades de hacer las cosas bien en el momento más necesario, no lo hicieron y eso inevitablemente tiene consecuencias, una de ellas fue que los carros importados invadieron y conquistaron a E.E.U.U.
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