¿Cómo superar los bajones emocionales?
Y llegan esos días donde te sientes decaído, apagado y esa emocionalidad te envuelve y te lleva a una suerte de deseo de abandonar, donde no te provoca hacer nada. ¿Por qué?
Las causas pueden ser tan diversas, un rechazo recibido, una expectativa que no se cumple, una pérdida en la vida, una ofensa , pero en ocasiones no logramos identificar que es eso que nos pasa y probablemente sea porque es producto de stress, acumulación o emociones encubiertas porque llega un momento que eso que no expresas encuentra la manera de salir.
Cuando sentimos ese dolor emocional muchas veces no sabemos como salir de esa sensación de tristeza que nos lleva para abajo, como poder sanarnos y recuperar el ánimo, la actitud positiva, de hecho no son para nada agradables.
Quisiéramos evadir, salir corriendo de esa sensación pero las emociones están, existen desde nuestro nacimiento para ser sentidas no para dominarnos y entender esto es fundamental. El arte de la inteligencia emocional no es entonces controlarlas sino gestionarlas, manejarlas.
¿Cómo afrontar un bajón emocional?
- Aceptarlo, reconocerlo:
En la vida no todo es color de rosa y sonrisas, no siempre estamos positivos, tenemos el derecho a estar tristes de vez en cuando y eso es normal siempre y cuando esa tristeza no eche raíces en nuestra vida.
Nadie lleva una vida tan perfecta como para no tener nunca malos ratos, todos pasamos por situaciones complicadas, dolorosas y resultados que no salen bien, que no eran lo que esperábamos.
- Asumir responsabilidad por nuestro sentir
Es común escuchar a las personas responsabilizando al entorno de lo que sienten con frases como: me humilló, hizo que perdiera la confianza, me quitó la alegría…etc.; con esto no pretendo restar el impacto o fuerza de los eventos externos en lo que sentimos, sería irresponsable de mi parte no reconocerlo, pero lo que si deseo hacer es invitarte a comprender que somos nosotros los que decidimos como reaccionar ante lo que nos ocurre. Los eventos ocurren pero nadie nos puede arrebatar esa decisión de como interpretar y reaccionar ante ellos.
Por ejemplo, podemos estar con una pareja abusiva y declarar que nos humilla o podemos en la misma situación poner límites y acabar con eso por respeto y dignidad personal. Podemos decir que la situación económica es paralizante y entregarnos en la frustración y tristeza o podemos hacernos cargo y descubrir nuevas formas de generar ingresos.
- Tratar de entender el origen del bajón:
En ocasiones nos resulta más sencillo identificar el o los motivos de nuestro bajón pero en otras no logramos entenderlo. Puede ayudar el hacerte preguntas del tipo ¿Qué es lo que estoy sintiendo? ¿Qué me está pasando? ¿Son expectativas no cumplidas? ¿Me siento mal con respecto a alguna persona? Y escucharte…trata de dejar de salir todo lo que pase por tu mente pudiendo ser en voz alta, por escrito, hablando con una persona de confianza.
Si prestáramos atención a nuestros pensamientos en lugar de andar en automático nos daríamos cuenta del porqué actuamos a veces con tanto desánimo y negatividad.
- No dejar que agarre vuelo:
Entender que en la vida todo pasa y no someterse pasivamente a el dolor; una cosa es vivirlo y aceptarlo y otra muy distinta entregarse pasivamente o rendirse.
Pregúntate ¿Qué puedo hacer para estar mejor en este momento? Sin juzgarte o castigarte por estar triste y trabaja para ponerle un límite a esa emocionalidad, es decir no alimentarlo para que crezca sino trabajar para comprender, superar y volver a sentirte en bienestar lo más pronto que sea posible.
En este punto ayuda mucho conectarse con el agradecimiento observando y reconociendo las bendiciones que están presentes en tu vida; no en vano se dice que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde y es que solemos dar las cosas por sentado. Reconocer y agradecer aspectos positivos en nuestra vida es una excelente técnica para evitar que el bajón agarre vuelo.
- Consentirte
¿Recuerdas cuando estabas enfermo y quien te cuidaba te consentía?, pues de la misma manera un bajón requiere que te des esos cuidados especiales para que te sientas mejor, cuidados que dependen de lo que disfrutes como salir a ver tiendas, ver una película, darte un baño relajante, ir al mar, comerte ese postre anhelado, etc.
- Permítete una pausa:
Darte tiempo para ti, para tu recuperación es absolutamente necesario y sano. Conéctate con lo que te hace sentir bien agregando actividad física que permita la liberación de esas hormonas placenteras como lo son la dopamina, la serotonina y la endorfina. En muchas ocasiones el estrés y el cortisol son causantes de esos bajones no identificados como si nuestra alma, mente y cuerpo gritaran ¡Ya basta!
Si te gustan las actividades artísticas como la música, la pintura, etc., este es un excelente momento para realizarlas.
- Un día a la vez
Entender que todo es pasajero puede ser de gran ayuda, hay días de días y esto que hoy te agobia pasará porque todo pasa. No es un destino, es un momento que con seguridad puede pasar tan pronto como decidas afrontarlo.
Estar de bajón no significa estar deprimido, la tristeza momentánea no es equivalente a la depresión clínica que es un estado de mayor nivel de permanencia y mucho más complejo. A todos nos acaricia la tristeza en ciertos momentos de la vida y, aunque no nos guste, el entender que es ese maestro que nos viene a enseñar aunque no nos caiga muy bien.
Cierro invitándote a ser comprensivo contigo, llora si deseas llorar, revisa lo que tengas que revisar, date permiso para sentir y asume con valentía y coraje el manejo de tus pensamientos y emociones porque todo lo que interpretamos es un tema de percepción que podemos manejar.
Autora del libro "Amores en tiempos de Internet"
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