¿Estás en una carrera frenética por la vida?
¡Dios mío! ¡Cómo pasa el tiempo! Suele ser una frase recurrente en nuestras vidas.
Comienza la semana y de pronto ya es viernes y llega el anhelado fin de semana para darnos cuenta que ya es lunes otra vez, ¿Cómo se fue el fin de semana tan rápido? Parece que fue ayer que nos deseamos feliz navidad y ya pasó carnaval y vamos rumbo a semana santa.
¿Por qué? estamos en un ritmo acelerado de vida donde prácticamente no sentimos el pasar de los días, y es que vivimos repletos de estímulos, en especial por los medios de comunicación y las redes sociales, lo que no torna fácil la tarea de procesar tanta información por lo que nuestra mente está invadida de estimulación.
Vamos por la vida con una agenda llena de actividades que nos hacen sentir que debemos acelerar al máximo para poder cumplir con todas ellas, es como si el tiempo no alcanzara por lo tanto hay que correr.
Dice el dicho que desde el apuro solo queda el cansancio y por eso estamos allí culminando tareas sin disfrutar realmente nada de lo que hacemos ¿Pudiera haber sido distinto ese informe sin el lugar de correr para culminarlo te hubieras detenido a revisar, a reflexionar dándote el tiempo para estimular tus pensamientos y creatividad? ¿Cómo disfrutar ese almuerzo con un amigo si estás comiendo, conversando y revisando el celular y, al mismo tiempo pensando que te quedan pocos minutos para regresar al trabajo?
Pero no solo es el sentir que el tiempo se te escurre entre los dedos sino que además tu salud se ve afectada en esta carrera, el stress se intensifica, el cortisol se dispara, tu sistema inmune se ve afectado dejándote a merced de contraer con mayor facilidad virus, bacterias, y, en el peor de los casos de contraer otras enfermedades que pueden comprometer tu vida. Nos vamos así deshumanizando y enfermando.
El contacto social comienza a perder peso en nuestra vida porque sencillamente no hay tiempo para eso. Dejamos de disfrutar el presente por vivir anticipándonos al futuro.
¿Cómo detener esta carrera o lucha contra el tiempo?
- Demos prioridad a las relaciones que en definitiva son tremenda influyentes en nuestra calidad de vida.
- Incorporemos a nuestra vida hobbies y actividades lúdicas y recreativas que nos permitan disfrutar de la vida.
- Trabaja con una agenda y establece prioridades donde puedas seguir la secuencia disfrutando de ellas más que sufriendo y entendiendo que está bien si no puedes culminarlas todas en un mismo día.
- Establece un límite en tus horarios, la vida no es solo trabajo; requieres el poder equilibrar lo laboral con lo personal y lo social.
- Aprende a decir no, una cosa es ser servicial y otra servil y dejarte de lado por complacer los intereses de los demás.
- Aprende a desconectarte para que puedas dar atención plena a lo que estás haciendo en vez de jugar al malabarismo de hacer muchas cosas a la vez.
- Resetéate, dedica tiempo para el descanso, el relax, la meditación.
- Recuerda destinar tiempo para dormir y reparar energías.
- Encuentra tiempo para realizar actividad física que te permita estar saludable.
De esta manera no estamos entregando la posibilidad de bienestar al fin de semana sino que buscamos espacios de regeneración y disfrute en nuestro día a día.
La mayoría de las veces, ir deprisa no significa ser más rápido o pensar mejor sino se refiere a sentirse acelerados. La clave es tomar el control de nuestro tiempo más que estar sometidos por él.
Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo”
Gilbert Keith Chesterton
Autora del libro "Amores en tiempos de Internet"
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