La libertad contra la esclavitud

Por José Martínez

@Pepe_JMartinez

Coordinador Nacional de Jóvenes, Vente Venezuela

 

 

 

Durante las últimas siete semanas, producto de la respuesta cívica, demócrata y libertaria del pueblo venezolano, el cual, en un ejercicio de responsabilidad histórica, ha decidido tomar las calles para luchar contra ese intento reiterado de esclavizar a los ciudadanos, típico de un modelo comunista, hemos visto aflorar la naturaleza profundamente autocrática y dictatorial del régimen que hoy ocupa de manera ilegítima la silla de Miraflores.

 

Es importante recordar que la lucha que mantenemos en la calle todos los venezolanos amantes de la libertad ha tenido un éxito rotundo, pues a estas protestas hay que abrogarle victorias tan importantes como la de desnudar la imagen del régimen ante la comunidad internacional, ilusión que logro su máximo apogeo el 28 y 29 de enero en la cumbre de la CELAC, donde gracias al uso indiscriminado de nuestra renta petrolera el régimen logro la complicidad de distintos mandatarios y organismos internacionales que trataron de enviarle al mundo la versión de que en Venezuela y Cuba existe democracia, la mentira más miserable e hipócrita de nuestra historia contemporánea. Hoy en día, el mundo llama a Maduro por su nombre: “DICTADOR” y es consciente de la intención clara de la dictadura cubana de esclavizar al noble pueblo venezolano. Otra victoria clara de las protestas es la de dejar claro en las calles que somos mayoría, que siempre lo hemos sido, que nuestro talante democrático como venezolanos es gigantesco y que a pesar del uso indiscriminado de los recursos del Estado para movilizar, a pesar de la represión feroz de la dictadura y a pesar de la censura en los medios de comunicación, los venezolanos estamos más claros que nunca que la libertad y el futuro están en juego y que estamos ante una coyuntura donde fallar no es una opción.

 

A pesar de estos grandes éxitos, resulta  lamentable ver la postura de determinados actores que se niegan a ver esta gran verdad; políticos, generadores de opinión y organismos internacionales, quienes por malcriadez, ceguera o una oscura conveniencia, no solo se niegan a contribuir en la lucha por la libertad, sino que además, queriéndolo o no, se vuelven en los principales aliados del régimen dictatorial. ¿Qué más tiene que ocurrir en Venezuela para que abran los ojos?, ¿es posible hablar de derechos humanos en Venezuela?, cuando este régimen, en tan solo 49 días lleva 1865 detenidos, 59 casos de tortura registrados y 35 asesinatos producto de las protestas pacíficas; ¿es posible hablar de libertades fundamentales en Venezuela?, cuando este régimen se ha encargado de violar las libertades fundamentales, no hay libertad de expresión, nuestra ventana al mundo son los medios internacionales, no hay libertades económicas, el gobierno se ha encargado de empobrecer a los venezolanos entre expropiaciones y controles económicos, no hay libertad de vivir sin miedo, la inseguridad, los colectivos y los órganos de seguridad del Estado se han vuelto los principales promotores del miedo, la represión y el terror es una política de Estado; ¿Es posible decir que en Venezuela tenemos elecciones libres, justas, universales y secretas?, cuando todos los venezolanos estamos conscientes del sin fin de atropellos e irregularidades que tienen nuestros procesos electorales, un organismo electoral parcializado y viciado, que avala el fraude electoral y se niega a ser auditado de una manera transparente; ¿es posible hablar de un régimen plural de partidos?, cuando vemos como el régimen se ha encargado de fusionar el aparato estatal con el partido de gobierno, cuando vemos como se inicia una persecución política contra la disidencia; ¿Es posible hablar de separación e independencia de los poderes?, cuando somos testigos de cómo todos los poderes públicos se someten a la voluntad del ejecutivo, donde ningún poder tiene la capacidad de elevarse como detentador del poder, un mandatario que legisla, que juzga y que ejecuta no es otra cosa que un DICTADOR.

 

Ciudadanos, la libertad es una causa que no tiene fronteras, y los demócratas estamos obligados a luchar por ella, esta no es la lucha entre la oposición y el chavismo, es la lucha del futuro contra un pasado fallido con 15 años de constantes fracasos, es la lucha de los ciudadanos contra la dictadura, es la lucha de la libertad contra la esclavitud.


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