CASO BRASIL: CLAVES PARA EL DESARROLLO

Por Gabriela Amorín

 

La Asociación Venezolana de Empresarios (AVE) realizó, el pasado 19 de septiembre en la Quinta Esmeralda en Caracas, el foro “Caso Brasil: Claves para el desarrollo”; el cual presentó a los asistentes, a través de la intervención de varios especialistas, una serie de experiencias exitosas en materia de seguridad alimentaria, agroindustria, energía, políticas públicas y planes sociales, que permitieron que Brasil se convirtiera, en pocos años, en una de las economías más fuertes y florecientes del mundo.

 

El Dr. Samuel Ribeiro Giordano, del Knowledge Center de Sao Paulo; Henri Phillippe Reichstul, ex presidente de Petrobras, vicepresidente de la Fundación Brasileña para el Desarrollo sostenible; y el Doctor Altivo Roberto De Almeida, uno de los principales creadores del plan “Hambre Cero”, el cual rescató de la pobreza extrema a más de 30 millones de brasileros; fueron los principales oradores del evento.

 

El Dr. Ribeiro mencionó las principales medidas  que permitieron desarrollar la economía agrícola brasileña. La eliminación de excesivos controles estatales y políticos proteccionistas, la austeridad, el ahorro, la apertura a inversiones extrajeras, el respeto a la propiedad de la tierra, la concentración del financiamiento en el desarrollo de toda la cadena de producción, reducción de aranceles. Además, señaló que Venezuela se encuentra en un excelente momento para iniciar su independencia alimentaria, pues la crisis europea, es una atractiva oportunidad de desarrollo para America Latina, debido a nuestra gran capacidad de producir alimentos de calidad y a buen precio. También hizo énfasis en la importancia de invertir en desarrollo tecnológico como elemento fundamental capaz de impulsar la industria agroalimentaria, “sin tecnología, no se da producción alguna. Es necesario: tierra, capital y tecnología”, advirtió.

 

Por otra parte, Reichstul explicó la evolución de la empresa petrolera brasileña, PETROBRAS. “Se rompió el monopolio petrolero de Brasil”, explicó. La diversificación de la economía y el acceso a la inversión privada y extranjera, presionaron a esta enorme compañía para buscar formas de adaptarse a los cambios que se estaban produciendo. Comentó que, sin duda, fue necesaria una enorme voluntad política para iniciar estas modificaciones. Fue necesaria una modificación en las estructuras empresariales internas, gestionar políticas internas de apertura al talento humano innovador, etc. Manifestó que “se podía, con el control del Estado, que el capital privado interviniera (…) hace falta la vigilancia del sector privado. El hecho de que haya 400mil accionistas, es un blindaje importante”.

 

Finalmente, el Dr. Almeida explicó cómo en Brasil lograron disminuir en 50% la tasa de pobreza, desde 2000 a 2010. El Plan Hambre Cero perseguía garantizar la seguridad alimentaria mediante cantidad, calidad y regularidad. Aseguró que “el crecimiento económico es fundamental para la disminución de la pobreza” pero también es necesaria la decisión de luchar contra ella. Expresó que “no existe el falso dilema: o desarrollo o política social”, la eliminación de la pobreza es una política social que permite el desarrollo y “es un problema de Estado que las personas no tengan ni siquiera lo mínimo para alimentarse” afirmó. Expuso que fueron necesarias políticas estructurales, específicas y locales. Enfatizó en la necesidad de institucionalizar el tema de la salud alimentaria, proporcionarle un marco legal que lo convierta en una iniciativa de Estado y no un plan de gobierno. Elementos como el compromiso político, establecimiento de objetivos, coordinación, participación de la sociedad civil y empresa privada, enfoques diferenciales entre zonas rurales y urbanas, revisión de causas estructurales específicas, seguimiento, evaluación y un buen sistema de registro social, fueron la clave para superar el problema de la pobreza en Brasil.

 

El desarrollo no es una idea épica e imaginaria, los latinoamericanos solemos pensarlo así, incluso creemos no merecerlo. Casos como estos, nos sacuden y logran cambiar nuestra perspectiva: el desarrollo no es imposible, de hecho, está más cerca de lo que creemos.