Dialogo Cero

Por L.J Tang

 

 

 

La bufonada terminó, el Circo se va del pueblo y los animales vuelven a sus jaulas. El público fue entretenido, los crédulos aguantaron hasta el final del espectáculo, exclamando sorpresa y desconcierto con cada salto, rugido y charada, los más serios se levantaron al comenzar, ellos saben que todo es una actuación, esos elefantes, leones, monos y enanos son todos unos maestros de eso que la magnífica Uta Hagen llamaba el Arte de Actuar.

 

Los Rojos hablaron, los Azules también, ambos hicieron su papel, no hubo resultado tangible, era de esperarse, pero la cuestión tuvo un efecto positivo: desenmascarar la mentira que tenía sumida a la nación a un sopor trágico, a una esperanza risible de una posible salida electoral. Si algo se agradece es que por fin la MUD quedó en evidencia como una Oposición ficticia, un grupete colaboracionista y ambicioso. Algunos lo advertimos hace ya un tiempo, sin embargo, fuimos catalogados de radicales, intolerantes y divisionistas.

 

Los “radicales” tenían razón

 

Es casi una escena operística, mientras en un recinto silencioso, acogedor y lujoso unos intentan extender una conversación ridícula acerca de temas que son irreconciliables, como aquel que intenta gritarle a un sordo para que escuche; en otro escenario llovían bombas lacrimógenas, perdigones, disparos, y la violencia desmedida tenía lugar. No dije que era una Opera buena, tal vez una comique o singspiel cuando mucho. 

 

Por supuesto, ese escenario, aquel del dialogo infructuoso, es una posición inocente e ingenua, esa que evita pensar mal y le da el beneficio de la duda a los ahora defenestrados líderes de la Oposición. Está la otra cara, la realista y maquiavélica, y maquiavélica no porque sea mala sino porque, como el político florentino, es astuta y perspicaz. Es aquella que ve en el Dialogo Gobierno/MUD un performance muy bien planeado, un libreto entre las mismas partes que, para ilusionar al público cual prestidigitador barato, alega disidencia y confrontación.  En todo caso ambos escenarios son lúgubres y tienen una sola conclusión: La deposición del Régimen ha de venir de la Sociedad Civil directamente, sin representantes de Partidos Políticos tradicionales, responsables directos de que el finado Comandante llegase al poder, gracias a sus pésimas políticas públicas, oligarquía desatada y una partidocracia grosera.

 

Cómo dialogar con un Régimen dictatorial, represivo, resentido y celoso del Poder, si algo nos ha enseñado esta crisis es que estos hombres se aferraran hasta el final a sus posiciones de autoridad, sin importar las consecuencias, ellos se ven con la soga al cuello y saben que para evitar el tirón final han de pelear con uñas y dientes. No soltarán las riendas del Estado hasta que sea demasiado tarde. Ninguno de ellos tiene auctoritas, los de la pseudo Oposición tampoco si viene al caso, y aquel que pretenda imponerse solo con la protestas se encontrará con que es bastante difícil cuando todo el país se te viene poco a poco encima. 

 

Por ahí dicen que con comunistas no se dialoga, creo que la historia global soporta esa afirmación, y si bien algunos me dirán que el dialogo nunca puede rechazarse está la idiotez patológica de pretender llegar a una concertación cuando la otra parte va a la mesa con la predisposición de que tú estás errado y solo ellos son dueños de la más absoluta verdad. Esa idea de que vamos a confrontar a una Dictadura como si fuese simplemente un Gobierno democrático con el cual difiero hace mucho tiempo que caducó, y yo no apoyare la poco realista posición de dialogar con quien golpea y asesina a mis seres queridos y no muestra arrepentimiento y solo continúa adelante en sus arremetidas.

 

No, la reconciliación nacional llegara solo y únicamente cuando los promotores del odio y la división, los que pretenden construir una brecha infranqueable de lucha de clases y raza, sean expulsados del suelo patrio. Una casa se limpia bien antes de comenzar a arreglarla, no se puede mejorar cuando aun hay infestación de ratas y alimañas.

 

Algunos pueden pensar que estoy promoviendo un enfrentamiento fratricida, en absoluto, esta lucha no es entre los venezolanos de a pie, aquí no hay polarización alguna, aquí el país no está dividido en dos como el Gobierno dice y la falsa Oposición reitera, como si ambos se auparan, este es un solo pueblo que padece los mismos males, aquí hay un solo enemigo compatriotas: El Régimen autoritario del usurpador Nicolás Maduro, que eso quede claro.

 

Aquí no vamos a negociar con el Gobierno, aquí le vamos a exigir que abandone el Poder, pues ha fracasado en su deber de salvaguardar los destinos de la Patria y administrar adecuadamente los recursos de la nación. Aquí los vamos a botar porque han vendido nuestra soberanía a un Estado extranjero, han hipotecado al país, promueven una ideología ajena a nuestra identidad nacional y que es a su vez anticonstitucional, porque quien detenta el poder lo hizo en un ambiente de dudosa legalidad y por tales condiciones no cuenta con legitimidad en el ejercicio del poder ejecutivo. Porque han traído solo muerte y miseria, forzando a cientos en una huida vertiginosa a lugares lejanos, extrayendo potencialidad a la nación, y a quienes nos hemos quedado nos ha procurado un ambiente de inseguridad, temor e incertidumbre.

 

No hay conversación que valga, los principios no se negocian, el país no se negocia, nuestro futuro no se negocia.

 

¡No! Dialogo cero. 

 

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