VICTORIA CON SABOR A DERROTA O VICEVERSA

Por Carlos Fernández

 

 

 

 

La nueva victoria de Hugo Chávez Frías en el proceso electoral celebrado ayer domingo, debe ser un llamado de apremio a los diferentes liderazgos opositores en todo país.

A pesar de la contundente victoria de más de dos dígitos porcentuales y de más de un millón de votos de diferencia, hoy amanecemos en un país prácticamente de luto. Pero no de un luto de un derrotado y otro victorioso, sino de un luto en general. Nuestra realidad crea distorsiones que son dignas de los más avezados analistas.

Creer que Chávez ganó porque el pueblo es ignorante, mediocre  o marginal, como muchos lo clasifican, es no reconocer la realidad de nuestros ciudadanos, que son los mismos que han vivido esta gestión de 14 años anteriores, que si bien o mal, no nos parece nada venturosa, los votantes consideraron como la mejor opción para dirigir nuestro futuro.

El liderazgo de Chávez, jamás ha podido ser sustituido por ningún otro factor. Lamentablemente, para la oposición venezolana, la conexión Chávez-Pueblo (Votantes) se ha tornado indescifrable y la hace sencillamente inquebrantable. Ejemplo de esto es ver que los últimos 6 años después de pésimos resultados en los temas de seguridad, economía y  servicios públicos,  además de ser un candidato que no pudo visitar el país sino solo en estados considerados “claves” y peor aun promulgando un discurso que confesaba y prometía corregir los errores de los últimos años, ha obtenido la mayoría de los votos.

Las reacciones son inexistentes en este momento de duda, calamidad, desasosiego en los ciudadanos y lideres políticos. Nadie sabe donde están los que celebran, muchos se sienten derrotados y frustrados, nuestras calles están vacías y en las redes sociales se pueden leer todo tipo de comentarios referente a las elecciones.

La oposición, nuestra oposición, la oposición a la que pertenecemos debemos entender esta derrota, vivir el luto y levantar la cabeza para afrontar en apenas 68 días otra cita con la democracia y la participación tan necesaria y fundamental para las elecciones regionales.

Hoy es un día que debemos permitirnos, pero solo eso, un día. Un día para digerir este revés democrático, un revés con dignidad que pese a los esfuerzos  de todos no se logró obtener el triunfo de la Presidencia, pero sí la victoria moral y el respeto, con un alto porcentaje de votos a favor de otra opción, otra forma de hacer políticas y gobierno.

Hugo Chávez se mantiene invicto en todas las elecciones que su cara aparece en el tarjetón, puede considerarse un fenómeno político que tras 14 años de gobierno aun agrupó en estas elecciones más del 50% de los votantes, demostrándose prácticamente como un invencible para la oposición venezolana.

Esta realidad, esta fortuna no parece ser la misma que le espera a los actuales gobernadores y alcaldes del chavismo. Mientras Chávez posee este liderazgo casi inmaculado ante los distintos niveles de la sociedad, los líderes regionales y medio del chavismo serán las principales víctimas de las facturas pendientes por pagar del
gobierno. En las distintas regiones existen fuertes críticas y decepciones con sus gobiernos locales y afirman en cada estudio cualitativo de manera casi talante, la decepción sobre este régimen (pero nunca sobre Chávez).

Analicemos el pasado, aprendamos de las experiencias, esa es la base de la política. Vivamos el presente y tratemos de entenderlo, vivamos el hoy y disfrutemos de nuestra realidad  y preparémonos para el futuro, para gobernar, para ganar elecciones que son muchas las que hoy nos quedan por delante.

El futuro es de los venezolanos, del cambio y del progreso. No de un grupo sino de todos.