Entrevista a Mario Riorda
Por Lorena Arraiz
@LNArraizR
Mario Riorda rumbo a la Cumbre Mundial de Comunicación Política
«Concebir a la comunicación como algo separado de la gestión
es reducirla a un mero instrumento»
Después de meses de preparación y trabajo duro, hemos llegado a la semana en que se llevará a cabo la VI Cumbre Mundial de Comunicación Política, en México, del 4 al 6 de diciembre. Grandes especialistas, académicos, consultores y políticos se darán cita en este espacio para el encuentro de las ideas y las experiencias que fortalecen la profesionalización del oficio del Consultor político y comunicacional.
Uno de los invitados especiales a la Cumbre es el argentino Mario Riorda, Consultor en estrategia y comunicación para gobiernos y partidos en América Latina y profesor universitario. Fue Decano de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales (UCC) a los 30 años. Investiga las crisis en el sector público y el desarrollo del branding gubernamental. En su afán por contribuir a ensanchar el marco teórico de la comunicación gubernamental y la gestión de crisis, recientemente ha publicado su décimo libro: «Comunicación Gubernamental 360» y esta semana asiste -una vez más- a la Cumbre Mundial de Comunicación Política y nos ha concedido una breve entrevista justo antes de tomar su avión hacia el DF.
Guayoyo en Letras: Según tu experiencia en campañas electorales, ¿Cómo ves los recientes procesos latinoamericanos donde se ha reelecto presidente en el 2014 o, en su defecto, ha seguido en el poder el mismo partido político, aunque cambiara de cara? ¿Crees que han logrado permanecer gracias a su gestión o debido a un manejo discursivo de «manipulación populista»? Tales son los casos de Colombia, Brasil y -probablemente- Uruguay.
Mario Riorda: Creo que la característica de esta nueva ola presidencial es el aumento de la competitividad electoral y una relativa dispersión partidaria. A diferencia de la década de los 8o y los 90 en que los oficialismos perdían más de lo que ganaban, y de la primera década de este siglo donde los oficialismos ganaban más de lo que perdían, en esta tanda de elecciones no se registra una tendencia ideológica clara, aunque se observa un sesgo levemente corrido a la izquierda. Sin embargo, más allá de los tres países que mencionas, en otros tantos casos los oficialismos han perdido. Por ello es difícil decir por qué ganaron y discutir desde la tesis del populismo no es explicar totalmente lo sucedido, máxime cuando en tu pregunta hay un gobierno de derecha en el ejemplo. A ello se suma que los tres gobiernos no estaban en su mejor momento en la opinión pública al momento de ganar: el de Colombia con un déficit enorme de apoyo en la opinión pública; Brasil que venía en declive y la oposición con serias chances de ganar y Uruguay fuertemente amenazado por el voto agregado de toda la oposición en un balotaje. Por eso creo que América Latina asiste a fenómenos de representaciones sustentadas en clivajes absolutamente complejos, muchos, heterogéneos y superpuestos. Clivajes dónde ninguno explica todo el comportamiento y por ende los partidos políticos empiezan a sufrir tanto la incapacidad de representación, pasando a ser sólo un actor más dentro de fenómenos movimientistas sustentados siempre en vértices hiperpersonalistas. Las estrategias de comunicación en contextos particulares pareciera explicar mucho más que afirmaciones desde marcos teóricos institucionalistas y clásicos de la ciencia política. La dinámica contextual abordada desde la comunicación política es, a mi juicio, mucho más rica que las racionalizaciones teóricas en base a categorías clásicas que van quedando obsoletas.
G.L.: A propósito de tu último libro «Comunicación gubernamental 360 ¿Crees que es posible gobernar bien comunicando mal? ¿Y Comunicar bien gobernando mal?
M.R.: Es posible pero siempre se trata de una acción subóptima y por ende menos eficaz. La comunicación gubernamental es una fuente legitimadora de cualquier gobierno. Asimismo, concebir a la comunicación como algo separado de la gestión es reducirla a un mero instrumento, cuando la comunicación es inherente a la política. Toda vez que aparece y se hace presente la política, simultáneamente es también un acto comunicacional. Por ello es que también es una falacia creer que se pudiera comunicar bien y gobernar mal. En algún momento, si se diera algo parecido, se produciría una peligrosa burbuja de expectativas que puede reventarse dando lugar a procesos anómicos o de fuertes frustraciones sociales.
G.L.:¿Qué opinas de la profesionalización de la consultoría política? Se está expandiendo, pero hay «tecnócratas» y hay «gurús», ¿cuáles crees que le hacen más daño y cuáles traen más beneficios a los políticos y por ende, a las sociedades?
M.R.: El ejercicio profesional de la consultoría política es básicamente un hacer técnico con pleno conocimiento de los contextos políticos. Por ende, es indispensable unir el conocimiento de los sistemas políticas a la formación profesional previa. Lo que sí quiero desacreditar es que existan gurúes. Esa expresión le otorga una dimensión cuasi mítica a una actividad que debiera destacarse para la cantidad de información para la toma de decisiones así como la coordinación de equipos y profesiones diversas. La idea de un gurú da la sensación de un iluminado que nada tiene que ver con la realidad. Y aunque sé que muchos colegas pagarían para que les llamen así, cuando nos etiquetan de ese modo es más un insulto que una descripción. No un insulto profesional, sino una descalificación a la intensa formación profesional a la que muchos apostamos. Que te etiqueten y dejarse etiquetar es doblemente malo para la democracia. La experiencia y la visión suman, pero la capacidad adquirida suma más en la política y en la consultoría política.
G.L.: Esta semana es la VI Cumbre Mundial de Comunicación Política en México, DF y tienen un nuevo eje temático: «Mujer y Política», ¿A qué crees que se deba el auge de la mujer en la política mundial y qué le dirías a las mujeres más jóvenes que se perfilan como futuras políticas?
M.R.: El auge se debe al necesario empoderamiento y visibilidad que la mujer empieza a tener. Aunque falta mucho para que ese espacio sea plenamente justo en término del espacio que la mujer debiera tener, se está avanzando mucho. Mientras más se hable, más se debata, más se visibilice la asimetría de géneros, más se avanza. La Cumbre hace lo suyo y lo celebro.
Café con…
¿Cómo te gusta el café?
M.R.: Descafeinado y con edulcorante.
¿Con qué político actual te tomarías un café?
M.R.: Con Rafael Correa.
¿Una campaña electoral en la que hayas trabajado y hayas necesitado mucho café?
M.R.: En todas. No hay campaña fácil y no hay proceso electoral que no requiera esfuerzos extras y capacidad de aguante y estímulos para soportar física y mentalmente el proceso durante meses.
¿Un lugar en Latinoamérica para tomarte un café?
M.R.: Varios. El sur de México, los valles de Colombia, las costas de Perú o en el frío de Tierra del Fuego.
@marioriorda
www.flickr.com/photos/marioriorda
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