Barclays
Últimos Artículos
Los dineros escondidos
por Jaime Bayly
Huyendo de un huracán que destruyó Miami, siguiendo a una mujer de la que se había enamorado, Barclays se mudó, manejando un camión alquilado en el que llevaba todas sus cosas, a Georgetown, en la capital del país, Washington DC, obsesionado
Una educación sentimental
por Jaime Bayly
El inefable Barclays era famoso por sus entrevistas a grandes artistas, emitidas por la televisión. Con apenas diecinueve años, entrevistó a Borges en una confitería del centro de Buenos Aires, a Sábato en su casa de Santos Lugares, a Vargas Llosa
El abrazo ilegal
por Jaime Bayly
En vísperas de que su madre Dorita cumpliese ochenta años, Barclays le preguntó: -¿Qué quieres que te regale? Al otro extremo de la línea telefónica, Dorita no vaciló en responder: -Un abrazo. Barclays vivía en Miami hacía veinticinco años. Había nacido
La desgraciada vida feliz de Mercedes Remedios Purificación
por Jaime Bayly
No sabía Barclays, cómo podía imaginarlo, que cuando se enamoró de Casandra Koenig, una joven muy refinada, que había vivido en Filadelfia y París, se enamoraría también, aunque de una manera exenta de toda lujuria, un enamoramiento digamos literario o artístico,
Murió con una sonrisa
por Jaime Bayly
Cuando Barclays era un niño, y vivía en una mansión de jardines infinitos en las afueras de la ciudad, su mejor amigo no era ciertamente su padre, a quien veía con pavor, y de quien se escondía con sigilo para evitar
De pronto era su hijo
por Jaime Bayly
Hace veinticinco años, el inefable Barclays se propuso conquistar América, haciendo programas de televisión desde Miami. Quería ser famoso, obscenamente famoso. Quería ser rico, desvergonzadamente rico. Enemigo de su padre, quería superarlo, empequeñecerlo, derrotarlo en toda la línea. Pensaba: no seré
¿El gobierno o yo?
por Jaime Bayly
El inefable Barclays, escritor fantasmagórico, se pregunta: ¿Quién cuida mi salud cuando estoy sano? ¿El gobierno o yo? Porque estar sano, mantenerme saludable, cuesta dinero, no poco dinero. ¿Quién paga las cuentas farmacéuticas de mantenerme sano? ¿El gobierno o yo? Las
La negra bandera de la muerte en mis pulmones
por Jaime Bayly
El inefable Barclays, periodista de televisión, escritor en franca decadencia, podría quedarse en casa, no ir a trabajar y no salir todas las noches en su programa de televisión. Otros periodistas del canal donde trabaja, asustados por el insidioso avance de
Iré a tu fiesta, aunque me cueste la vida
por Jaime Bayly
El trabajador centroamericano, Marcelo, inmigrante indocumentado, fanático religioso, padre de cinco hijos con la misma mujer, se encontraba limpiando los techos de la casa de Barclays cuando se distrajo para hablar por teléfono, se resbaló y cayó aparatosamente, dando un alarido.
Vendrá una catástrofe
por Jaime Bayly
Barclays tenía dos tíos a los que no veía hacía muchos años, tantos como trece: Peter Barclays y William Barclays. Los vio por última vez en el sepelio de su padre, hermano mayor de ambos, a quienes desdeñaba por igual: a
El amigo de mi padre
por Jaime Bayly
Pocas semanas antes de que estallaran los disturbios callejeros en Santiago de Chile, agitados por turbas de vándalos enmascarados quemando estaciones del metro y saqueando comercios ante la abulia de los cuerpos policiales que habían recibido la orden de no reprimirlos,
La maleta escondida
por Jaime Bayly
La esposa de Barclays, Silvana, regresó del gimnasio y sentenció: -Tenemos que cambiar las alfombras de mi cuarto. Son un asco. Renuente a toda reforma doméstica o redecoración de la casa, enemigo de que personas extrañas entrasen en esa casa donde
¿Qué esperas para besarme?
por Jaime Bayly
El inefable Barclays, estrellita presumida de la televisión, conoció a Shakira, cantante colombiana de formidable talento, hace veinticinco años. Barclays ya era famoso por su programa de entrevistas que se emitía desde Miami para las televisiones de América. Era delgado, tímido,
La guerra de los Barclays
por Jaime Bayly
Cuando Barclays tenía veinte años, ganaba tanto dinero en la televisión, donde se exhibía como una estrella narcisista, torturando minuciosamente a los políticos con entrevistas punzantes, que se daba el lujo de vivir en el mejor hotel de la ciudad, en
Los regalos envenenados
por Jaime Bayly
De regreso en su apartamento, tras cenar en casa de su madre, Barclays y su esposa escudriñan con espíritu crítico los regalos navideños que han recibido. En tono quejumbroso o burlón, la mirada crecientemente desdeñosa, desatada la lengua viperina, Barclays, el
El catador de chocolates
por Jaime Bayly
El escritor exchileno Arturo Belano y el escritor experuano Jimmy Barclays se conocieron en Barcelona, hace más de veinte años. Muy joven, Belano había escapado de la dictadura militar chilena y malvivido como poeta clandestino, siempre con hambre, experto en hurtar
Las orillas del rencor
por Jaime Bayly
El proceloso mar de las casualidades los arrojó a las orillas del rencor y los rebajó a la ínfima condición de enemigos. Niños curiosos, de familias pudientes, Barclays y Bedoyita fueron amigos en el colegio inglés más exclusivo de la ciudad.
El escritor que se invitaba a sí mismo
por Jaime Bayly
Escritor itinerante, periodista de verbo inflamado, hombre de derechas liberales, libertarias y libertinas, sospechoso de fumar marihuana a hurtadillas, Jimmy Barclays, ya cincuentón, llega a Santiago de Chile, después de tres años sin visitar esa ciudad. Va a presentarse en un