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Últimos Artículos
El actor sale del clóset
por Jaime Bayly
Por fin, a sus cincuenta y cuatro años, el actor Soplapollas ha salido del clóset. Tres décadas después de que el escritor Tragasables saliera del clóset al publicar su escandalosa novela Salsipuedes, el actor Soplapollas ha hecho acopio de coraje, ha
Lima, tantos meses después
por Jaime Bayly
Un mes antes de viajar a Lima, me sometí a una dieta estricta. Estaba realmente gordo y me avergonzaba. Tenía miedo de que mi madre Dorita se escandalizara al ver mi sobrepeso. No nos habíamos visto en treinta meses. No quería
Un bello suicidio literario
por Jaime Bayly
Era el verano de 1994 en Miami. Estaba jugándose el mundial de fútbol en los Estados Unidos. Hacía un calor endemoniado. Yo estaba alojado en el piso más alto de un hotel en Miami Beach, frente a la playa, en la
Rodaré como una bola de púas por la calle Mayor
por Jaime Bayly
Escritor itinerante, haragán sin culpa (ha elegido ser un escritor precisamente para no trabajar), charlatán profesional, Barclays lee el ensayo de Isaiah Berlin, “El erizo y el zorro”, y se pregunta: -¿Soy un erizo o un zorro? Isaiah Berlin divide al
El buen forastero
por Jaime Bayly
No es fácil llegar a Punta del Este, si el viaje se emprende desde Miami. Debería operar un vuelo directo: no lo hay. No pudiendo volar directo a Punta del Este, debería ofrecerse, al menos, un vuelo diario, sin escalas, a
Una noche en el malecón
por Jaime Bayly
Nada tiene lógica, salvo el azar: corría el año 1986 y yo perpetraba un programa de televisión en Santo Domingo, of all places. Era un programa sobre política internacional, asunto del que no sabía nada y los panelistas invitados sabían menos
Una entrevista con mi hermana
por Jaime Bayly
Hace pocas semanas, mi hermana Doris Bayly perdió la vida en un accidente en bicicleta, en Máncora, al norte del Perú. Hace catorce años, estuve a punto de perder la vida en un accidente en bicicleta en Madrid, en la avenida
Jeffrey’s, Austin, circa 1991
por Jaime Bayly
-Me han dado una beca en Austin -le dijo Daniela a su novio, Barclays-. Me voy a hacer una maestría en la universidad de Texas. -¿Y luego qué? -preguntó Barclays, sintiendo un leve temblor en las piernas, señal de que el
Vargas Llosa y sus dos mujeres
por Jaime Bayly
El escritor de capa caída Barclays y el fogoso conspirador político Álvaro Vargas Llosa se encuentran casualmente en un restaurante. Se ven a la distancia con frialdad o con desdén o con rencor. No se saludan. ¿Por qué no se saludan,
Una araña negra en su cama
por Jaime Bayly
Barclays y su suegra, una mujer muy guapa, nacida en Chicago, llamada Bárbara, fueron enemigos desde que se conocieron: -¿Qué colonia te has puesto? -le preguntó ella, a quemarropa, tan pronto como lo conoció. -Brut -respondió él, muy orgulloso. -Es colonia
No me digas que fue un sueño
por Jaime Bayly
Uno de los hechos más sorprendentes e inolvidables que me han ocurrido ha sido conocer a Borges. Lo conocí dos años antes de que muriera. Era julio o agosto de 1984, no recuerdo el mes, recuerdo que era 1984 y era
La vida era una perra desalmada
por Jaime Bayly
Alejado de la televisión, obsesionado con escribir una novela sobre su padre, que estaba enfermo de cáncer, y a quien no veía hacía años, Barclays se mudó a Buenos Aires en la primavera en que los Kirchner ganaron las elecciones presidenciales.
El precio de un escritor
por Jaime Bayly
Barclays ha fracasado: toda la vida ha soñado con una quimera, la de ser un escritor, la de vivir como un escritor, y no lo ha conseguido. Si bien ha publicado un puñado de novelas, un libro de cuentos y un
El presidente donjuán y la otra primera dama
por Jaime Bayly
El joven y apuesto presidente uruguayo Mario Galeano, que mantenía el cuerpo robusto levantando pesas en el gimnasio de la casa presidencial de Prado, esquiando en las montañas de Neuquén y corriendo olas en los mares de La Pedrera y La
El perro y la gata
por Jaime Bayly
«Con trágicos resultados, el animal humano nunca cesa de esforzarse para ser algo que no es. Los gatos no hacen ese esfuerzo. Ellos poseen, al nacer, una felicidad que los humanos generalmente fracasan en alcanzar». (John Gray, «Los gatos y el
La venganza del músico chileno
por Jaime Bayly
Chileno, nacido en Viña del Mar, nacido el día mismo en que Pinochet derrocó a Allende, hijo de un hacendado y una bibliotecaria viñamarinos que se separaron poco tiempo después de que naciera, José Miguel Ramírez hubiera querido ser cantante, pero
Un presidente en apuros
por Jaime Bayly
Tanto le gustaba volar en helicóptero al presidente de la nación que se inventaba eventos, apremios, visitas y ceremonias para abordar el vetusto helicóptero de fabricación rusa, elevarse por encima de los mortales, surcar los cielos sin semáforos ni atascos, contemplar
Un bombero toma el poder
por Jaime Bayly
Treinta años, soltera, abogada brillante, Pilar León despertó al alba, se apuró en ducharse y vestirse, pues ese día tenía que hacer una presentación importante en el estudio donde trabajaba, y caminó a la cocina para desayunar. Nada más entrar en
Morir en el mar
por Jaime Bayly
Uno En el colegio británico más caro y refinado de la ciudad, el Markham, el joven Alfredo Tomassini, quince años, cursando quinto de secundaria, era, con diferencia, el mejor futbolista de la promoción, del colegio, de la historia del colegio. Hijo
Por fin el mar
por Jaime Bayly
El inefable Barclays y su familia (su esposa que parece su hija, su hija que parece su nieta, la nana que parece su sobrina) han manejado dos horas al norte y se han hospedado en un hotel legendario, señorial, con más