Recetas fáciles o tips para vivir

Con frecuencia  la gente busca  herramientas, pequeñas recomendaciones o tips para manejar los problemas de su vida, a fin de evitar el sufrimiento realizando el menor esfuerzo posible. Son muy populares las recetas del tipo “Como alcanzar la felicidad en diez sencillos pasos”, que resultan tentadoras pero desafortunadamente  pertenecen al  territorio de la fantasía.

Es natural que se evite el dolor, por elemental  instinto de conservación y que se tienda a ejecutar cualquier acto con el menor gasto de energía por un principio de economía, pero el ser humano es complejo y eso no le permite resolver  problemas de  gran importancia y menos aún vivir una vida plena con base en tips.

En el ámbito psíquico,  los problemas que se hacen notar pueden compararse con los síntomas de una enfermedad física; así la fiebre por ejemplo, es un síntoma pero no es la enfermedad que lo provoca, de modo que  seguir el tip de tomar una aspirina puede eliminar  el síntoma momentáneamente, pero no implica la curación de la enfermedad que lo causa.

Igual ocurre con un  síntoma  psíquico o sufrimiento causado por un problema en el mundo mental,  que no puede resolverse con solo seguir uno o varios tips. ¿Por qué no? Por una sencilla razón aplicable tanto al cuerpo como a la mente: hay que averiguar cuál es el problema y su causa para poder solucionarlo. En vista de las diferencias individuales desde el punto de vista mental y de la complejidad que caracteriza a  las personas, no es posible aplicar una receta para todos.

Indagar sobre la dificultad que causa el sufrimiento y sus orígenes  puede agregar otro inconveniente, pues precisamente por la tendencia a realizar el menor esfuerzo posible, mucha gente prefiere no tomarse el trabajo de pensar, de explorarse, de hacerse preguntas sobre los motivos de sus malestares  por considerar que eso es complicarse la vida sin necesidad y para facilitarse la tarea, trata de seguir recomendaciones que al final ni eliminan los síntomas ni resuelven el problema, que no solo sigue presente sino que en muchos casos,  aumenta .

Es indudable que las recomendaciones generales orientadas por la ciencia e incluso por el sentido común, son  útiles para sobrellevar una situación pasajera difícil o para tener buena  calidad de vida;  pero en el mejor de los casos, son  insuficientes para la resolución de problemas específicos del mundo psíquico de una persona en particular.

No existe logro sin esfuerzo. Es claro que enfrentar y solucionar un problema emocional, inevitablemente implica  realizar un trabajo, pero  superar  un obstáculo entre nosotros y nuestro bienestar psicológico definitivamente lo justifica, pues nada hay tan importante  como la paz mental,  pues sobre ella se edifica todo lo que es valioso en la vida. Así lo sugiere el sacerdote italiano conocido como Don Bosco con estas palabras: “Quien tiene paz en su conciencia, lo tiene todo.”