LA ECONOMÍA EN EL NUEVO PERIODO DE REELECCIÓN
Por Luis Rodríguez
Continúa la hiperinflación, aumenta el gasto público y se deteriora el aparato productivo
“¿Qué viene ahora?” es la incógnita que retumba en el pensamiento de millones de venezolanos. Quienes, después de haber visto cómo Chávez fue reelecto para el período 2013-2019, se preguntan qué sucederá con la inflación y las políticas económicas del gobierno bolivariano. Mientras en el nuevo plan de gestión se contempla la satisfacción de las necesidades de los habitantes, reimpulsar la economía nacional y mantener el crecimiento inversionista.
En el plan de Gestión Bolivariana Socialista se plantea concretar el ideal del socialismo y sus metas a través de la profundización de entes comunales que, paso a paso, vayan relevando la propiedad privada y el modelo capitalista que, de acuerdo al primer mandatario, sigue prevaleciendo en la economía venezolana.
Según el texto que fue presentado como plan de gobierno ante el CNE, en Venezuela existen 41.000 consejos comunales y la meta es construir otros 21.000 en los próximos cuatro años. Es importante resaltar que la comuna es un ente generador de trabajo en conjunto para la satisfacción de las necesidades de una comunidad y el Consejo Comunal es el legislador de este.
De forma curiosa, el Presidente de Venezuela desea salir del llamado modelo rentista por medio de la diversificación productiva, pero sostiene el aporte social en el capital generado por Pdvsa, que genera más del 90% de los ingresos del país. La nueva ley de gobierno señala que la renta petrolera debe ser destinada al desarrollo de la nación, bajo la administración del Gobierno Bolivariano y con la profundización del contenido político y social de la industria. El socialismo petrolero también servirá para sustentar las regalías a aliados políticos y mantener los acuerdos con otras naciones como China, con quien se sostiene un acuerdo de fondos binacionales, y empresas extrajeras que se encargan de explotar la faja del Orinoco.
El ex vicepresidente Elías Jaua indicó, en entrevista para Reuters, que las nacionalizaciones continuarán en el proyecto bolivariano. Esto es parte de los propósitos de control del Estado en sectores que considera esenciales, como la alimentación, los insumos de construcción y la energía, para blindar el modelo socialista. Varias empresas, como Polar y Banesco, han sido advertidas de forma pública sobre posibles estatizaciones. A pesar de que muchos de los dueños de las firmas que se empezaron a nacionalizar en 1999 no han recibido pagos por indemnización, el programa de gobierno no contempla planes de ahorro, por el contrario prevé un mayor endeudamiento.
Por su parte el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que en 2012 la economía Venezolana crezca 5,7%. De acuerdo al Banco Central de Venezuela, el PIB venezolano creció 4,2% en 2011, para satisfacer la pérdida entre 2009 y 2010, que acumula 4,7%. A pesar de esto, los habitantes se enfrentan a una altísima inflación que se ubicó en 26,1% en 2011, 23,2% en el presente año y se proyecta hasta un 28,8% para 2013.
Los retos del tercer mandato
En medio de una campaña que se caracterizó por la poca aparición pública de Chávez, en comparación con su contrincante Henrique Capriles, el candidato oficialista sostuvo su propuesta en un aparente estado de suma riqueza para financiar gastos públicos en salarios, sector vivienda y misiones. El incremento incesante de los subsidios sociales y un aparato productivo que trabaja a media máquina, por accidentes como los ocurridos en las refinerías de Amuay y El Palito, dejan al gobierno con dificultades para cubrir el gasto que, de acuerdo al banco América-Merrill Lynch, aumentó 30% en los últimos 12 meses.
Por este motivo, expertos como Ángel García Banchs, director de Econométrica, y Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, pronostican una devaluación de hasta 60% del bolívar frente al dólar en el primer trimestre del 2013, acción que permitiría al estado obtener más beneficios de los petrodólares, lo suficiente para acoplar el presupuesto y el gasto.
Esto no representa un ajuste certero y Chávez se estaría jugando parte de su popularidad al verse imposibilitado para cumplir con las promesas. Situación que quizá lo obligaría a disminuir las regalías a petroleras transnacionales para aumentar la producción.
El Estado tampoco se ve favorecido por los inversionistas extranjeros, que prefieren mantenerse alejados del modelo de expropiación de Chávez. Por lo que debe acudir a préstamos extranjeros, especialmente de China, que financian las necesidades pero aumenta la deuda externa.
La incógnita de León es si la nueva directiva económica estará integrada por expertos en finanzas o por ideológicos.
