¿QUÉ HAGO CON TANTA INCERTIDUMBRE?

 Por Carla Acebey de Sánchez

 

DudasA pesar del entorno, nuestra vida siempre está en nuestras manos y es nuestra responsabilidad construir lo que queremos que ella sea.

 

Al observar ahora el ya concluido 2.012 y recordar las dudas que algunas personas tenían sobre el futuro del mundo casi podemos reirnos. Creíamos que el 2.012 iba a ser complejo y apenas estamos a 3 días del 2.013 (cuando escribo el artículo) y se presenta igual o más complicado que el año anterior.

 

Este artículo lo escribo en Venezuela, pero perfectamente puede ser válido para USA donde se acaba de aclarar el futuro económico evitando el abismo fiscal y para Europa donde algunos de sus países tienen graves problemas económicos y de empleo.

 

La intención de este artículo para nada es que reafirmes que este mundo está perdido y que sientas desesperanza. Muy por el contrario. Son ejemplos para que veamos que la incertidumbre forma parte de nuestro mundo y se está presentando una y otra vez con distintas caras.

 

Volviendo a Venezuela, país de gente alegre, iniciamos un año con celebraciones y muchos rituales por nuestra prosperidad y bienestar y al mismo tiempo una gran falta de claridad en cuanto a lo político. Esta incertidumbre, que a veces se convierte en miedo, puede paralizarnos y afectar nuestra cotidianidad.

 

Evidentemente vivimos y amamos este país, no podemos sentirnos ajenos a lo que ocurre, pero al mismo tiempo, ¿hasta cuánto dejarás que lo externo maneje tu vida?

Entonces por ejemplo si te ves con trabajo que hacer, pero con poco entusiasmo para llevarlo a cabo y más bien demasiado atentos a las noticias, te invito a que hagas algunos cambios.

 

Aquí te presento mi opinión y la práctica que diariamente hago. Siendo que soy humana como todos, con preferencias, deseos y objetivos y expuesta –también como todos- al entorno complicado, creo que hay momentos donde lo mejor es enfocarse en nuestro interior. Y espero no ser malinterpretada, porque se que a veces los venezolanos tendemos a evadir. No se trata de evitar nuestras responsabilidades como ciudadanos, sino se trata de poner nuestra atención en algo que  si podemos manejar, que nos da más tranquilidad y por otra parte que nos permite actuar.

 

Cuanto más complejo se pone mi entorno, más tiempo me tomo para estar en silencio, me conecto con ese espacio de mi que está lleno de paz, respiro profundamente una y otra vez, siento mi cuerpo y lo relajo cuando percibo tensión en alguna parte. Adicionalmente, tengo presente aquellas cosas que valoro de mi presente como mis afectos, mi salud, mi trabajo y finalmente pongo mi atención en mis objetivos y mis sueños. Cuando la situación se torna muy complicada, me repito esta poderosa parte de un poema de  William Ernest Henley:

 

…¨Soy el amo de mi destino;


soy el capitán de mi alma.¨

 

A veces es bueno recordar que más allá del entorno, el gran reto a nivel individual es tener claro que nuestra vida siempre está en nuestras manos y estamos obligados a construir lo que queremos que ella sea, lo que nos hace felices y da sentido a nuestra existencia. A veces el entorno coopera y a veces pareciera que no está a favor pero debes recordar que siempre eres dueño de tu presente y futuro.

 

Otra herramienta muy valiosa -en situaciones de incertidumbre y miedo- es la fe, es esa certeza de que Dios está guiando nuestra vida (y la del país, aunque no lo creas). Más que entrar en temas complejos, quisiera que si te sientes incómodo con la palabra Dios, la sustituyas por aquella que significa para ti eso que es más grande y sabio que nosotros. Cuando tenemos fe, hacemos lo mejor que podemos hacer para lograr nuestros objetivos (tanto a nivel individual como colectivo) y dejamos en manos de Dios aquello que está fuera de nuestro alcance.  Hay una sabia afirmación de mi maestro y socio Bob Mandel que dice ¨Cuanto más me ocupo de lo que está funcionando en mi vida, tanto más se ocupa Dios de lo que no está funcionando en ella.¨

 

Y no significa que me desentienda totalmente del entorno, pues se que tengo una influencia sobre éste, es más bien que contribuyo con lo mejor que puedo -mi energía y mis buenos pensamientos- sobre la clase de país y mundo que quiero. Una forma para mi de practicar esto es visualizar la Venezuela que quiero, votar o participar cuando es necesario (pues no soy política y mis tareas son otras) y sobre todo actuar honrando esa clase de país que deseo (es decir si visualizo unión, no espero que los que no piensen como yo desaparezcan o los ofendo)

 

Espero que si estas palabras te motivan, quieras practicar algunas de estas propuestas y de esta manera sentirte más tranquilo. Así puedes retomar o fortalecer el poder que tienes para construir tu vida y la de este mundo. Vamos, tu si puedes!!! 

 

 

 

 

(Visited 70 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras