¿HACER TU PARTE POR EL PAÍS O NO?

Por Carla de Sánchez

 

Ante las elecciones puedes creer que la vida nos ha puesto en un reto más grande que lo que nosotros creemos que podemos afrontar.  ¿Qué decides entonces?

 

logros 1Cuando enfrentamos un reto que creemos superior a nosotros tal vez sintamos que nuestras fuerzas no son suficientes o que la situación se presenta con desventaja y entonces es preferible abandonar, no intentarlo. Sin embargo, tengo la certeza de que cuando Dios nos pone en una situación es porque estamos listos para asumirla, Dios confía más en nosotros que  nosotros mismos.

 

Desde el punto de vista de país, todos sabemos el gran nivel de polarización que hay y los graves problemas económicos y sociales que atravesamos. Ciertamente, nadie ocasionó la partida del presidente, fue Dios, que siempre maneja los hilos a veces sin nosotros saber por qué.

 

Soy una persona que quiere un cambio de gobierno y al mismo tiempo respeto profundamente a mi hermano venezolano sin importar su preferencia política. Creo que merecemos vivir en paz y sin tanto conflicto y que está bien tener diferencias de criterio sin que esto signifique que seas mal@ o menospreciado.

 

Entonces, por situaciones que no estaban en nuestras manos, nuevamente nos enfrentamos ante la posibilidad de que gane Capriles aún cuando otra vez estamos en desventaja.  Más allá de todo esto, se que tanto a nivel personal como en el colectivo, el poder del ser humano es ilimitado y más si el impulso de la tarea a acometer sale del corazón y desde lo que creemos es nuestra verdad.

 

Por otra parte, ciertamente no todas las veces que lo hemos intentado hemos tenido el resultado esperado, sin embargo, esto no puede ser escusa para no intentarlo de nuevo. La vida siempre nos pondrá retos y cada uno de ellos, bien sea que logremos lo que deseamos o no, nos dejará una ganancia. A veces esa ganancia  -que no es la que nosotros teníamos planeada- con el tiempo es mejor incluso que la que queríamos recibir originalmente.

 

venezuela-libreEn cualquier caso creo que  todo esto se trata de nuestra fe, de saber que hay alguien más sabi@ que yo que guía nuestros caminos y mueve delicadamente los hilos de manera perfecta. Ciertamente no tengo todas las respuestas, pero si tengo toda la fe para continuar incluso cuando no entiendo muchas cosas.  Usualmente tengo una frase que repito con frecuencia en mis talleres: yo hago mi mejor y el resultado se lo dejo a Dios. Creo que es un acto de fe confiar en que lo que ocurre es lo mejor, sin dejar de hacer lo que se supone que debemos hacer y hacerlo de la mejor manera, con nuestro mejor esfuerzo.

 

Entonces, ¿qué harás tu ante la situación de país y las elecciones? Te rendirás e ignorarás estas nueva oportunidad o pondrás todo tu empeño. Si aún tienes dudas,  he aquí una motivadora historia (no es mía, es una Parábola anónima) que habla de todo esto.

 

«Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios.

El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.

El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día. Por muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas… y esta no se movía.

Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano. Como el hombre empezó a sentirse frustrado..… decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus sentimientos: «Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro. ¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? «.

El Señor le respondió con compasión: Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tu aceptaste, te dije que tu tarea era empujar la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar.

Ahora vienes a mi sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste? Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez.

Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era … empujar para ejercitar tu fe en mi. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, yo moveré la roca.»

 

La gran enseñanza de esta Parábola de Jesús es el intentarlo, con lo mejor que tenemos, con todas nuestras fuerzas y esperanza. ¿Te atreves? Eso espero. Contamos con tu voto. Esta maravillosa Tierra de Gracia te necesita.

 

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