DE BOLÍVAR, CHÁVEZ, MADURO Y OTROS MALES

Por Alexander Gamero Garrido

 

Sucre epitomiza el suicidio de una clase como se han conocido pocos en la historia.

… la clase que lanzó y dirigió al principio el proceso independentista,

desapareció físicamente en el turbión de la guerra,

muertos sus hombres y sus mujeres de a uno por uno.

Ni Dios ni Federación. Manuel Caballero.

 

Subrayaremos los hipotéticos comentarios de un desconcertado lector.

 

La historia recuerda al Gran Mariscal de Ayacucho como un gran general y valiente patriota, pero el alcance de su memoria no es ni remotamente cercano al del Libertador Simón Bolívar. Parte creyendo que le hacían un favor, parte el juego cotidiano de la política, Sucre fue marcado como un hombre de Bolívar, pero no se le permitió brillar con luz propia pese a sus muchos méritos militares y políticos.

 

Ya va… ¿Qué hace este chamo hablando estas pistoladas poco después de las elecciones presidenciales, con el país incendiao’ y caceroleao’?

 

A eso vamos.

 

Nicolás Maduro se ha encargado de marcar su nombre con el de Hugo Chávez. De hecho, de no ser porque su nombre fue el que de hecho apareció en la boleta el domingo, Maduro pudo haber no existido. A todos los efectos, esta fue una elección entre Chávez y Henrique Capriles.

 

Chávez y Bolívar

 

Resulta siempre difícil hablar del Libertador cuando no sea para llenar la página – o el libro – de halagos y virtudes. Después de todo, no es una hazaña cualquiera haber liberado vastos territorios del Nuevo Mundo del dominio español. Sin embargo, con frecuencia se ignora que la guerra de independencia fue de hecho una guerra civil (los peninsulares que batallaron fueron poquísimos), y que le sucedieron una larga serie de guerras civiles.

 

Post mortem (y también pre-) resulta igualmente difícil hablar de Hugo Chávez, cuando no sea bien para llenar vallas con halagos o para cubrir páginas de periódicos con los más astutos (y frecuentemente desconectados e ininteligibles) insultos. Después de todo, fue Hugo Chávez, El Gran Redentor de los pueblos latinoamericanos y caribeños, quien liberó a Venezuela del imperialismo yanqui.

 

Ya va… ¿de qué hablas chamo? ¿Comparar a Chávez con Bolívar, estás totalmente loco?

 

Difícilmente la historia le guardará –pasadas las décadas– un lugar similar a esos dos. Pero al día de hoy, el simbolismo de ambos es usado con potencia por todos quienes pretenden gobernar el país, y ello reverbera en una presencia casi perpetua del dúo en el imaginario colectivo. No en vano los comandos de campaña de los candidatos que se dividieron el voto en dos se llamaban:

• Comando Simón Bolívar
• Comando Hugo Chávez

 

Maduro y Sucre

 

No resulta fácil imaginarse a un venezolano que no sepa quién fue Simón Bolívar (lo tenemos literalmente hasta en la cédula, con aquello de República Bolivariana). Es mucho más probable, sin embargo, que el nombre Antonio José de Sucre genere unos reflejos neuronales mucho más vagos y menos intensos. En aquel momento, quienes querían suceder a Bolívar en el poder, y más aún, separar a Venezuela de la Gran Colombia, se encargaron de que el único Libertador fuera Bolívar.

 

De forma similar, en una era en la que Chávez ya no nos habla por televisión cada vez que puede, su designado sucesor llegó al extremo de decir que había hablado con un pajarito que reencarnó al líder de la revolución. En una nota un poco más trágica, dijo también que “este trabajo es muy difícil”, ese de ser presidente y líder de la revolución. El hecho es que, como le sucedió a Sucre, quien desapareció en el aura de semidiós (o hasta Dios) de Bolívar, Maduro desapareció en una parecida pero de Chávez.

 

El mismo Nicolás (aún cuando ahora es presidente se sigue llamando Nicolás), tal vez creyendo que se hace un favor, se ha encargado de desvanecerse en un discurso vacío que no hace sino invocar a Chávez como único símbolo poderoso.

 

¿Y es que tú nunca piensas hablar de las elecciones chico?

 

El estrecho margen por el cual el CNE declaró a Maduro ganador no hace sino marcar con un énfasis aún mayor la distancia entre el sucesor y el líder permanente – así no esté presente físicamente – y creador de la revolución bolivariana. Chávez se eleva a deidad, que, por deidad, no puede resolver directamente los problemas que nos agobian, ni mucho menos encargarse de la distribución de las cuotas de poder en la revolución. Tal visión parece asemejarse a la que tenemos de Bolívar.

 

Si bien Venezuela es un país bastante distinto en 2013 y 1830, estamos ahora también presenciando signos de enfrentamiento entre civiles, con el aliciente de que es improbable que tome dimensiones bélicas. Incluso en su muerte, Chávez parece estar emulando a Bolívar: yéndose relativamente joven (para la época en la que vive), y viendo desmoronarse su proyecto; el del Libertador era la Gran Colombia, el de Chávez la revolución bolivariana – y pro-cubana.

 

Colombia y Cuba

 

Mientras se termina de escribir esto, Venezuela es un verdadero signo de interrogación hecho país.

 

Sí, eso ya lo sabemos, sabemos que no sabemos qué va a pasar, ¿no nos vas a decir nada nuevo?

 

Pues bien, el resultado final de estas elecciones parece ser una transición, independientemente de lo que termine sucediendo con este resultado electoral (que Capriles y la oposición aún no reconocen).

 

Hace casi 200 años, Bolívar no logró que Venezuela y Colombia fueran un solo país. Su sueño se desvaneció como pólvora en manos de un puñado de generales que querían alzarse con el poder en sus respectivos terruños (paradójicamente, en Ecuador terminaría gobernando un venezolano).

 

De vuelta al 2013, con tal victoria pírrica, y careciendo como carece de la grandilocuencia del líder bolivariano, es difícil que Maduro logre superar el clima de ingobernabilidad que se vive en el país. El terreno en el que se mueve es muy inestable. Si extiende su mano al imperio (lo ha intentado tras bastidores), la izquierda radical de su movimiento se lo puede cobrar; si desvía fondos de los programas sociales para controlar la inseguridad, su mismísima base electoral se lo puede cobrar; si invoca medidas de austeridad (aumento gasolina e IVA, etc), la mitad del país que votó en su contra se lo puede cobrar. Si Maduro no logra pagarle a todos y mantener el delicado equilibrio que es el chavismo, el sueño de Chávez de hacer de Cuba y Venezuela un solo país se desvanecerá como pólvora también.

Veamos,

 

Lo cierto es que para conciliar los intereses conflictivos de los distintos factores de poder, son necesarias las instituciones, leyes, constituciones y pactos en las democracias y los dictadores o caudillos en las autocracias. Y, Venezuela no tiene hoy, ni lo uno, ni lo otro. De allí, la transición.

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El problema no es la estanflación (recesión con inflación), la escasez, la devaluación, la caída del poder de compra del salario, o del consumo. Tampoco es la inseguridad, la crisis eléctrica, la de los hospitales o de los liceos públicos. El problema son las elites; sí, los antagónicos grupos de poder del chavismo. Eso es lo que hará al país ingobernable. Por supuesto, no será hoy, ni mañana, sino después del 14A, cuando el interés común (la unidad del chavismo durante las elecciones) sea superado por sus intereses conflictivos (cuando se deba determinar quién se quedará con el control de Cadivi, Sitme, los puertos y aduanas, las importaciones del Estado […] por mencionar unas pocas). [Columna de Angel García Banchs en El Universal]

 

Y aún cuando el señor Maduro parece no haberse dado cuenta de que (según el CNE) ganó por 1 puntico – y no 10 como Chávez –, y se dedica a ladrarle a todo el que se le acerque, lo cierto es que probablemente el bolsillo no le va a alcanzar para pagarle a todo el que le cobre. Más temprano que tarde, Venezuela será Venezuela y Cuba será Cuba, así como Venezuela fue Venezuela y Colombia fue Colombia.

 

La diferencia será que, esta vez, no nos dejaremos arrastrar hacia una larga serie de guerras civiles… Quienes iniciaron la revolución bolivariana – muchos de ellos aniquilados luego por su propia creación – no deben seguir el mismo destino de quienes iniciaron la gesta independentista. Tendremos que aprender a convivir, por mucho que hoy nos cueste imaginarlo.

 

Twitter: @AlexGameroG

 

Referencias

• Ni Dios ni Federación. Manuel Caballero. Editorial Alfa, Caracas, 2007.
• Tight Election in Venezuela Complicates Nicolas Maduro’s Plan. http://www.latimes.com/news/nationworld/world/la-fg-venezuela-maduro-20130416,0,1586814.story
• Columna de Angel García Banch
• Imágen de http://cienciaconciencia.org.ve/2013/04/01/fotomosaico-con-software-libre-con-bolivar-chavez-y-maduro-somos-millones/
• Imágen de http://www.voyagesphotosmanu.com/independence_of_venezuela.html
• Imágen de www.globovision.com