SANTOS EL NEGOCIADOR

Por Francisco Alfonzo

 

SANTOS1Los delitos de lesa humanidad no prescriben, es decir: no se perdonan con el pasar del tiempo. Son delitos que, por su gravedad, los estados no deben dejar de perseguir, juzgar y sancionar. El actual proceso de “negociaciones” por la paz que se lleva a cabo en Colombia requiere que ambas partas cedan en sus posiciones para llegar a un fin común. Es evidente que los guerrilleros de las FARC requieren del Gobierno Santos el perdón de sus delitos cometidos durante el conflicto armado, ello a cambio de su desmovilización y la firma de un cese al fuego.

 

Palabras más, palabras menos, la guerrilla colombiana FARC se ha caracterizado por cometer actos vandálicos y terroristas, por secuestrar masiva y sistemáticamente, por ofrecer a sus víctimas tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como por hacerse del narcotráfico para redondear el agosto.  No es otra cosa que una organización en la cual sus miembros se colocan voluntariamente al margen de la ley y desconocen cualquier orden o sistema de convivencia posible, todo, por unos ideales de los cuales ni hablan.

 

Las conversaciones ya alcanzaron un acuerdo sobre uno de los múltiples puntos de la compleja agenda de negociaciones, supuestamente sobre la principal exigencia de las FARC. Básicamente, la exigencia de los guerrilleros versa sobre obligar al Gobierno a convertir al Estado en uno socialista, en el que se le quitan tierras al que ha trabajado y producido, para darle a aquel que no tiene.  La reforma agraria lo llaman. Pero además los puntos acordados no terminan ahí, es igualmente interesante analizar el resto de las medidas sociales que piden los guerrilleros sean adoptadas como políticas de Estado.

 

En la lucha por esas exigencias, durante años la guerrilla colombiana de las FARC ha deliberadamente privado a personas ilegítimamente de su libertad; ha atacado aldeas y caseríos de manera sorpresiva y cobarde, cobrando un buen número de víctimas;  ha retenido a sus secuestrados durante años en el medio de la selva, en celdas improvisadas con paredes de alambres y suelo de barro; ha traficado narcóticos por toneladas a través de todas las selvas, océanos y sabanas con las que cuenta nuestro hermano país vecino, hacia todas las regiones del mundo.

 

Los países de la comunidad internacional se pusieron una vez de acuerdo para, supuestamente, proteger sus intereses comunes. Preservar la vida en el planeta, evitar nuevas tragedias humanas, proteger y preservar la especie y su dignidad, cosas así era lo que buscaban. Para lo cual crearon e instituyeron el Derecho Internacional, el Derecho Humanitario, los Derechos Humanos.

 

Unos años después firmaron el celebrado Estatuto de Roma, en el cual se le dijo al mundo que los crímenes competencia de la Corte Penal Internacional no prescribirán. Entre esta categoría de delitos encontramos: el asesinato; el exterminio; la esclavitud; la deportación o traslado forzoso de población; la encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho internacional; la tortura; la violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable; la persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional; la desaparición forzada de personas; el crimen de apartheid; así como, otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física, (ver: artículo 7 del Estatuto de Roma y el artículo 5 del mismo).

 

santos2Presionado por el tema de su reelección, el presidente colombiano ve el actual proceso de negociación como una oportunidad de oro para consagrarse en la historia como “el presidente que puso fin al mayor tormento de la sociedad colombiana durante más de medio siglo”. Pero para ello, parece que necesario que viole pública y alegremente el Derecho Internacional.

 

Firmar el acuerdo de paz en Colombia significa perdonarle a cientos de guerrilleros todos los crímenes que por años, de manera sistemática y voluntaria, han cometido en contra de la raza humana. Ningún guerrillero (del grado que sea en la jerarquía) va a dejar las armas e integrarse a la sociedad si antes no le perdonan sus delitos y le aseguran la libertad impunemente.

 

Si Santos perdona a los guerrilleros, ¿estarán de acuerdo los colombianos que han sido víctimas de este conflicto?, ¿y sus familiares?, ¿para qué son las leyes, el Estado de Derecho, los órganos del Poder Público, la administración de justicia y las fuerzas de seguridad del Estado?, ¿para qué es el Estado Colombiano?, ¿los países ante los cuales Colombia se comprometió, con la firma de tratados internacionales, qué harán ante estos incumplimientos? Un Estado tiene leyes para hacerlas cumplir, y organismos armados encargados de aquello. En vez de hacer cumplir la ley, pareciera que Santos esta dispuesto a perdonar la desobediencia grave y reiterada de la misma. Lo único que me permite concluir lo anterior es que el Presidente de la República Colombiana prefiere reconocerle al mundo que no pudo tomar el camino difícil de cumplir con su deber y prefirió el atajo de la complicidad.

 

@FranciscoAlfonz

 

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