Vivir tu país Desde Afuera

Por Ariana Arjona

@ArianaArjona

 

 

 

Desde Afuera es un documental que muestra la historia de cinco venezolanos emigrantes. En esta pieza audiovisual podemos ver cómo vive el venezolano como inmigrante y cómo vive su propia idiosincrasia. Guayoyo en Letras tuvo la oportunidad de conversar con uno de sus directores, Pedro Camacho, quien actualmente vive en Buenos Aires.

 

 

—¿Por qué escogieron el tema de emigrantes venezolanos?

 

—Johann y yo llevamos casi 5 años viviendo en el exterior y nos dio por hacer un proyecto en conjunto. En paralelo estaba pasando esto, cada vez más gente y amigos se estaban yendo a vivir al exterior y nos pareció un buen tema para hacer el documental.

 

Nos agarró la gran limitante de trabajar a distancia, él desde España y yo desde Argentina pero lo convertimos en algo positivo, no creo que otro proyecto se pudiese trabajar a distancia y este fue perfecto.

 

—¿Cuáles fueron las limitantes de dirigir el documental a distancia?

 

—Hubo momentos difíciles, pero fue un trabajo de constancia y siempre tratábamos de estar adelantando un poquito cada semana. Nadie dejó de trabajar para hacer esto, semanalmente buscábamos un espacio para continuar con el proyecto.

 

Lo más positivo de todo fue el compromiso con la gente que nos mandó el material, estas personas decidieron comprometerse también con la confianza adquirida en nosotros a contar su historia y grabarse durante año y medio y explayar sus emociones en cámara, cosa que no es fácil.

 

—¿Cómo fue el proceso de preproducción, producción y postproducción?

 

—En la preproducción lo que hicimos fue buscar gente. Empezamos a correr la voz de que estábamos buscando personas de Venezuela que vivieran en el exterior. Hicimos una base de datos y les mandamos correos con un cuestionario en el que les preguntábamos por qué se habían ido y qué encontraban en el nuevo lugar en el que estaban viviendo ahora.

 

Con esto de la distancia, la postproducción fue un reto adicional . Por razones económicas, el dinero que recaudamos lo destinamos únicamente al sueldo de las personas de postproducción pero no alcanzó para trabajar el proyecto con Johann en el mismo espacio, debía hacerse acá en Argentina o en España con él. Buscamos en ambos países un editor y conocí a Cristina Carrasco, ella quería ser la editora y bueno, al final se dio.

 

Cristina y yo trabajábamos de lunes a viernes y los fines de semana conversábamos con Johann por Skype, le hacíamos un armado de lo que habíamos avanzado el viernes, él lo veía y el sábado en la mañana lo discutíamos. Lo bueno de esto es que Johann llegaba con una mirada más fresca de lo que veíamos toda la semana y veía cosas que nosotros no. En paralelo íbamos desarrollando la música con Sergio Porras, fue un proceso un poco más difícil pero teníamos ciertas ideas. Yo tuve la oportunidad de irme a Venezuela los días previos antes del estreno del documental y trabajé con Sergio tres días en el estudio.

 

—¿Cómo fue el reclutamiento de las personas que contarían su historia en Desde Afuera?

 

—Siempre fueron 5 personas pero empezamos con 6, había un chico de Japón y otro que vivía en México, y por un momento estaba también uno que vivía en Nueva York cuando no estaba el de México. Había distintas opciones pero la idea siempre fue tener cinco historias.

 

Hay un tema que siempre previmos que fue la reacción que tendría el público ante estas grabaciones tan rudimentarias con tanto movimiento de cámara. Capaz la gente no se calaba eso y no queríamos extender la posibilidad de atención de un espectador a que se ladillara. El reto con Desde Afuera es que el que ve el documental tiene la distracción ahí mismo, en la computadora y si no enganchas a los cuatro minutos van a cerrar la ventana.

 

—¿Por qué quitaron el documental de la web?

 

—La realidad es que nosotros siempre quisimos hacer el estreno online, más que nada porque era el destino lógico con el asunto de las redes sociales y ya teníamos cierta comunidad en Facebook y nos pareció que la internet era el mejor lugar para que el documental se viviera y se puediese presenciar. Pero tenerlo de forma ilimitada en la web iba a ser una limitante para participar en festivales ya que éstos se manejan con primicias y exclusividad.

 

Decidimos limitar el tiempo a ese mes que estuvo online porque nos dimos cuenta de que el potencial del documental es ir un poquito más allá de tenerlo allí en internet ilimitadamente. Estamos viendo la posibilidad de editar un DVD y para eso teníamos que limitar el tiempo.

 

—¿Crees que la fuga de cerebros da pie a que se produzca material audiovisual sobre la emigración?

 

—En general, todo lo que está pasando en la sociedad venezolana, estés de acuerdo o no, debería ser caldo de cultivo para una cantidad de producciones audiovisuales. Tiempos como estos dan pie a producciones increíbles y sirven de musa para la creación, y no solo para lo audiovisual, para la escritura, para la música, para cualquier cosa. Me parece que en Venezuela debería producirse muchísimo más de lo que se está produciendo, en Caracas caminas dos cuadras y algo vas a ver que te impacte que puedes convertir en una historia. Ojalá que la gente vea a Venezuela no como una limitante para crear, sino como un punto partida. Aquí es donde está el peo, aquí es donde hay que contar las vainas.

 

—¿Cuál es el punto en común que tienen todos como emigrantes? ¿Ustedes lo comparten?

 

—Lo que más tratamos de resaltar en el documental es el asunto de cómo ves a Venezuela estando afuera. Siempre hay una noción de pensamiento que dice que te fuiste y ya el país no te importa. Nosotros mostramos cómo percibes ser venezolano estando afuera, cómo vives tu idiosincrasia y cómo te comparas con otras culturas.

 

La gente sabe que vienes de Venezuela y te pregunta que qué está pasando y la realidad que yo vivo y percibo es diferente a la del que se quedó en el país. Conocer el mundo es importante y en un contexto como el venezolano, aún más. Te ayuda a crear criterio y ver cómo funcionan las cosas en otro lado.

 

Otro aspecto que mostramos en Desde Afuera es el trato de las personas, el venezolano por ser como es, por su capacidad de inventar y resolver problemas, vive todo de manera precaria. Por ejemplo, un arquitecto venezolano te resuelve desde lo que se hace en el escalafón más bajo hasta lo que se supone que debe hacer un “chivo”. Cuando llegas a una sociedad más desarrollada, donde las cosas funcionan bien, la gente se sorprende porque puedes hacer todo.

 

—¿Tienes planeado regresar a Venezuela?

 

—Caracas es una ciudad increíble, muy difícil de describir a alguien que no ha vivido allá. Es hermosa y tiene muchas cosas bonitas pero también es un caos constante. Tienes que ser de Caracas para entender toda su cabalidad. Es difícil porque inevitablemente, cuando pasas 4 años viviendo en el exterior vas generando lazos y llegas a decir “yo estoy bien acá” y no quiere decir que no estés bien en Venezuela.

 

—¿Qué consideras que es lo más difícil de irse de tu país?

 

—¡Mierda!.. Estar lejos de mi familia es muy jodido, creo que la tecnología permite acortar bastante la distancia pero no lo suficiente. Por ejemplo, cada vez que voy a Venezuela los más pequeños de la familia se quedan como que: “¿y este quién es?”. También la manera de expresarte de forma libre y que entiendan TODO lo que quieres decir. Yo tengo mis expresiones venezolanas y que siempre te estén preguntando “¿qué quiere decir esto?”, es divertido, conectas con gente de otra manera pero extraño poder expresarme de manera libre con alguien.

 

—Próximas proyecciones

 

—Queremos atacar universidades, centros culturales en Venezuela y en el mundo. Si quieren hacer una proyección en algún lugar y el espacio se presta nos pueden escribir a hola@desdeafuera.com

 

Un café con…

 

—¿Qué endulza tu café?

 

—Últimamente me ha dado por endulzarlo con papelón.

 

—Un lugar para tomarte un café

 

—En casa de mi mamá.

 

—Una vista para tomarte un café

 

—El Ávila

 

—¿Con qué persona viva o muerta te tomarías un café?

 

—Ahorita sería finísimo tomarme un café con mi mamá.

 

—¿Qué tipo de café es Venezuela?

 

—Cuando pienso en un café en Venezuela me lo imagino en una panadería refugiado del caos. Afuera el peo armado y tu adentro de la panadería con café en mano.

 

 

 

Para más información puedes visitar la página web del documental Desde Afuera www.desdeafueradocumental.com

Facebook: http://www.facebook.com/DesdeAfueraDoc

Twitter: @DesdeAfueraDoc

 

Directores: Pedro Camacho (@pedrinhocamacho) y Johann Pérez (@JohannInto)