Gabo y Cheo, el mismo día

Por Laurin Isabel Bello Gutierrez

@LaurinIsabel

 

 

 

Cuando me enteré de la muerte de Gabriel García Márquez y de Cheo Feliciano, que como un acto de Realismo Mágico ocurrieron el mismo día, del cual el primero era un maestro, lo primero que pensé fue que debería escribir sobre eso, pero que también muchos lo harían como un tributo a grandes representantes del arte de las letras, del arte de contar una historia y hacer bailar, reír, cantar, llorar y gozar.

 

Usted no puede decir que escribe, por ejemplo, sin que se haya leído a Gabriel García Márquez, y me gustaría creer también que usted no se puede hacer llamar Latinoamericano sin que haya leído al mismo, y escuchado al otro. Pero la triste noticia, más allá de la muerte de ambos, es el hecho de que millones -trágicamente en América Latina- no los conocen. Y conocerlos es del verbo conocer, no del verbo Googlear.

 

El Gabo es para mí el mejor escritor del mundo, y por supuesto de Latinoamérica, sobre todo porque fue quien mejor pudo poner en palabras lo que es ser latino. Quienes hemos leído sus obras siempre sentimos que contaba la historia de nuestras propias familias, nuestros políticos, nuestra idiosincrasia, nuestros mitos y nuestras creencias, cuando la realidad es que hablaba de toda las naciones de Latinoamérica que, muy diferentes entre sí, guardan una estricta y casi mágica igualdad. Él nos los demostró, dejándonos imaginar a Macondo en cualquier parte de Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Chile, Argentina, etc.

 

Cheo puso a bailar al mundo entero al ritmo de su percusión, y contándoles un poco de la historia nuestra, caballero, como diría el gran Joe Arroyo, les contó a millones como los latinoamericanos amamos, creemos, pensamos, lloramos, sufrimos, pero sobre todo, gozamos.

 

Por ende, el mejor tributo y despedida que yo les puedo rendir a ambos es recordándoles a ustedes, queridos lectores, que Gabo y Cheo aún existen. Existen porque sus obras los hicieron inmortales, y gracias al Señor que fue así, porque entonces si no los conocieron, aún pueden conocerlos. Hágase el favor de echar un pie de la mano de Cheo, y dese el honor de conocer América Latina a través de los ojos del Gabo.

 

Así, Cheo Feliciano y Gabriel García Márquez vivirán por siempre entre nosotros, cada vez que se cierra una unión al ritmo del primero, y se abre un libro del otro.

 

“Usted no puede decir que escribe, por ejemplo, sin que se haya leído a Gabriel García Márquez”

 

“Hágase el favor de echar un pie de la mano de Cheo, y dese el honor de conocer América Latina a través de los ojos del Gabo.”

 

“Cheo Feliciano y Gabriel García Márquez vivirán por siempre entre nosotros”

 

“la muerte de Gabriel García Márquez y de Cheo Feliciano, como un acto de Realismo Mágico ocurrieron el mismo día”

 

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