Carroñeros Criollos

Por Mairim Peraza

@perazamairim

 

 

 

 

Aunque el termino se refiere a conceptos de zoología, lamentablemente también es aplicados a los seres humanos, un ejemplo se da cuando una persona tiene problemas y, de inmediato, los demás comenzamos a hablar de ella y sus problemas, haciendo que a éstos se le agregue una sensación de desagrado y dolor por saberse criticada, con lo que hacemos que su situación sea más angustiante y complicada.

 

También sucede que, cuando alguien necesita nuestro apoyo, en vez de ayudarla, por el hecho de verla necesitada, de inmediato, la vemos como poco merecedora de nuestro apoyo y justificamos su castigo.

 

En nuestro país se da en el caso de los comercios intervenidos y donde de manera arbitraria son rematados sus inventarios, sin importarles que con eso se genere su cierre, ¿cómo podemos ser cómplices de tales atropellos?, aprovecharnos de las desgracias ajenas. Hacer leña con el árbol caído.

 

Bajo la figuras de las instituciones publicas, u/o leyes que regulen las ventas de bienes o servicios, se presentan en locales comerciales, para la revisión de sus inventarios, mediante todo un espectáculo digno de un Coliseo Romano, esperando que el castigo sea implementando, el público impaciente, exaltado, esperan que sea la pena máxima, para así poder aprovechar y saciar su sed de falsa justicia contra aquel, que con años de trabajo y esfuerzos ha podido juntar sus sueños y esperanzas de una vida mejor en un deposito de mercancía.

 

¿Es justo que los costos de la vida sean más rápidos que el flujo de ventas?

 

Dichas sanciones, nos han traído algún beneficio, que no sea aquel el del adquirir artículos redundantes. Los grandes almacenes se han visto en la necesidad de cerrar sus puertas y con eso el perder centenares de puesto de trabajos. En que clases de administración enseñan tales medidas.

 

Es más importante adquirir un nuevo televisor pantalla plana, que un gran numero de empleos que sustentan los hogares, no podemos seguir siendo indiferentes antes las desgracias ajenas, creyendo que nunca nos va a pasar a nosotros, estás no son medidas económicas, sencillamente son estrategias políticas para seguir engañándonos que todo es por nuestro bien.

 

No podemos creer que seremos felices a costa de las desgracias de nuestros hermanos.