Editorial #218: «Economía en agonía»

La economía es el tema que atormenta a los venezolanos. Los últimos años no han sido fáciles y ya mostraban signos de un modelo agotado. Sin embargo, las proyecciones para este año son aún peores. En materia de inflación, una de las variables que más directamente golpea al bolsillo del ciudadano, se estima que podría rondar el 80 por ciento, logrando así Venezuela el triste honor de ser el país con la inflación más alta del mundo.

 

Pero, incluso peor que lo anterior, es el pronóstico en relación a la escasez. Aunque muchos pueden pensar que los altos precios de los productos son la mayor preocupación, en realidad son los niveles de escasez los que más deberían inquietarnos. Se pronostica que esta variable rondará a finales de año el 30 por ciento, un nivel que solo puede compararse con los de países como Libia en guerra civil o Irak cuando fue invadido. La escasez de productos de consumo básico es aún mayor, y la prueba de esto son las interminables colas que desde hace meses se pueden ver a las puertas de cualquier mercado.

 

La crisis económica y la falta de divisas ha llegado incluso a sectores normalmente estables, como el de las aerolíneas. Son varias las que han reducido sus operaciones en Venezuela e incluso algunas las han suspendido. La explicación es muy simple: no están dispuestas a seguir acumulando deuda del gobierno. Venezuela se está quedando, literalmente, aislada del resto del mundo.

 

El panorama es sombrío, pero también es incomprensible cuando se analizan los ingresos que tuvo el país en el último tiempo. En 15 años, a Venezuela han ingresado 1.500 millones de millones de dólares (son milliardos), una cifra inédita en la historia del país. Sin embargo, a pesar de esto, hoy nos agobian la inflación, la escasez, las deudas y la inestabilidad.

 

El gobierno generó una gran expectativa la semana pasada al anunciar un “sacudón económico” que, supuestamente, daría inicio a reformas en el sector que permitirían aliviar esta crisis. Sin embargo, el día del anuncio no se dijo nada y solamente se informó que en agosto vendrían nuevas medidas. Entre las que se avizoran, la “unificación cambiaria”, que en términos reales no es más que una nueva y gran devaluación de una moneda que ya ha perdido en los últimos 15 años el 99 por ciento de su valor. Lo más preocupante es que esta medida se debe solamente a presiones de la banca de inversión extranjera, debido a la deuda por bonos que el gobierno debe saldar hasta octubre casi alcanza los 5.000 millones de dólares. Nada de esto tendrá efectos positivos en la economía local, todo lo contrario.

 

Mientras tanto, los venezolanos siguen pasando sus días en colas para conseguir los pocos bienes básicos que se encuentran a precios inalcanzables. Dicen que la noche se pone más oscura antes de que amanezca. Lo que no está claro es cuánto va a durar esta oscuridad económica que tiene de rodillas a todo un país y cuyas consecuencias las sienten todos los venezolanos víctimas de una economía en agonía.

 

 

 

Miguel Velarde

Editor en Jefe

@MiguelVelarde

mvelarde@guayoyoenletras.com

 

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