La lucha social es la clave
Por Jorge Flores Riofrio
@floresriofrio
Gran parte de los líderes de la oposición venezolana durante el régimen chavista, han mantenido el error que sostuvieron los partidos tradicionales, en las dos décadas previas a la llegada de la revolución, continuaron aplicando una visión política centrada en las élites y no en las comunidades del país, ignorando así el consejo de Maquiavelo, quien animó a hacerse del gobierno, enfocándose en el sector de la sociedad que tenga el poder. En la democracia electoral venezolana, el poder lo tiene el pueblo común y no las élites políticas.
Este año 2014 fue casi desperdiciado por la oposición, que se impacientó y no se enfocó en fortalecer sus bases, más bien demostró su falta de unidad, lanzándose unos al error de “La salida” y otros a las negociaciones entre cúpulas. La lucha social nuevamente, fue ignorada y desaprovechada, dejándolos en el mismo sitio, sin verdadera influencia en las masas populares, que realmente no les interesa la política, si esta no encara y defiende sus problemas más inmediatos.
Ahora que el año está llegando a su fin y nos acercamos a un 2015 electoral, la MUD, tomó la decisión de cambiar su estilo de liderazgo con “Chuo” Torrealba, conocido por su lucha social, quien asume la organización, con el fin de darle a la oposición, mayor relevancia en los sectores populares. Esto claramente es estratégico, casi podríamos decir ¡Por fin lo comprendieron! Ya que como dije anteriormente, el poder en la democracia electoral venezolana, está en los zapatos polvorientos del trabajador del barrio y en el pantalón gastado de la señora que hace cola en mercal, abandonados en la práctica por los líderes opositores, que parecieran ignorar, a quienes son la mayoría de la población que vota en el país ¿No fue en ellos en donde el chavismo fundamentó su poder? Chávez comprendía las sugerencias de Maquiavelo, las Élites buscaran dominarte, pero un pueblo enamorado, será fiel hasta la muerte.
Para muchos fue un choque, que un periodista ocupara el cargo de un político, pues se sigue mirando a la política, como un asunto de las elites, cuando el oficio de gobernar, es principalmente algo social, por lo tanto quienes se enrumben en ese camino, tienen que tener la mirada, en las necesidades de todos los sectores. Poner a otro político de carrera a coordinar a los partidos de oposición, era seguir en el mismo error que ha llevado a los grandes fracasos de este año, en cambio con un coordinador que no representa intereses partidistas, sino la voz de protesta, del estudiante, de los sindicalistas y de los luchadores sociales, tiene la oportunidad, de derrumbar con hechos los bastiones debilitados del chavismo burocratizado, en los barrios y campos de nuestro país, que soltarán la idea del hijo de Chávez, si la oposición realmente empieza a representar sus intereses.
