Revolución y Polemarquismo

Por Jilmir Valera

@Jilmir_Valera

 

 

 

En el libro La República de Platón, en sus primeros capítulos se encuentran tres personajes platónicos definiendo justicia. Utilizo esta premisa para identificar otros de los rasgos de este régimen de gobierno que hoy padece Venezuela y es la aplicación de justicia por parte de los entes gubernamentales.

 

Polemarco, es uno de los personajes antes mencionados y para éste, justicia es aquello que beneficia al amigo y perjudica al enemigo. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Es la mal llamada revolución bolivariana un sistema de gobierno característico de la justicia polemarquica, esa justicia que es siempre «justa» para los simpatizantes al partido de gobierno y una justicia «injusta» para todo aquel que se atreva a hacer oposición a través de activismo, pensamiento, protestas, Twitter o cualquier red social que ahora, son penalizadas por el polemarquismo que los define.

 

Vivimos en una Venezuela en la cual el ciudadano común confía más en la información de una cuenta en Twitter que en el noticiero de cualquier televisora nacional -todas pertenecientes o simpatizantes al régimen de gobierno actual- o algún medio impreso que cada día quedan menos debido a nuestras carencias o a sus ventas políticas descaradas.

 

Parte de nuestra realidad es combatir las bestialidades que con la ciudadanía de a pie se comete. Debemos ser comunicadores y educadores de nosotros mismos y nuestros hermanos venezolanos para así poder derrumbar los muros que ellos, a través de poderes desvirtuados y no separados, hacen de la justicia y de las libertades de los ciudadanos la voluntad de un personaje hecho llamar presidente.

 

Somos, según un estudio presentado por el señor Moisés Naim, realizado por la asociación “Reporteros sin fronteras”, basado en la libertad de expresión de los países de Latinoamérica, de 180 Estados utilizados para realizar la medición; Venezuela ocupa el puesto número 116 en cuanto a libertad de expresión respecta, cosa que es lamentable teniendo en nuestro país las mejores Facultades de Ciencias de la Comunicación e Información, las cuales se han mantenido exitosamente concurridas por jóvenes comprometidos con la verdad, la información justa y verás que los venezolanos merecemos.

 

Tenemos personeros tan absurdos, que despiden hasta a los caricaturistas porque saben que son y se sienten débiles ante realidades que se demuestran a la ciudadanía a través de cosas tan simples como una caricatura. Por más que quieran controlar los medios y hacer callar a los propagandistas que tienen en la dirección y la edición de la mayoría de ellos, hay realidades como la absurda que vivimos en nuestro país que no se pueden ocultar.

 

En el reportaje antes mencionado, hubo una frase que llamó mi atención satisfactoriamente puesto por ser una comunicadora, caricaturista venezolana de extraordinaria trayectoria, recientemente despedida del medio impreso para el cual trabajaba como lo es la señora Rayma Suprani, quien decía: “La caricatura política es el termómetro de las libertades de un país”. La gran coincidencia es que en dicho estudio todos los autócratas que “lideran” un país en Latinoamérica no soportan las críticas realizadas a través del humor o el buen desarrollo de las cualidades de sus ciudadanos. Ya nosotros vivimos la experiencia de la intolerancia hacia Radio Caracas Televisión, Chataing TV, articulistas de El Universal, otros tantos periodistas de calidad de Globovisión y pare usted de contar…”

 

Nuestro germen democrático ha logrado convertirnos en jueces, abogados, comunicadores… Lo mejor que nos ha dejado esta crisis es hacer notar nuestro amor por nuestro país y la disposición al trabajo que existe en cada uno de nosotros para sacar a Venezuela adelante explotando al máximo nuestro potencial.

 

Todo totalitarismo es vencido. No estamos lejos de celebrar, gracias a nuestro esfuerzo y dedicación, la recuperación de una democracia que, con todos estos ejemplos de civismo y voluntad, a nuestras futuras generaciones se les hará más fácil mantener estando alejada de los errores que nosotros cometimos.