Español urgente

Por Ángel Fernández

@andafero

 

 

 

‘’En el idioma está el árbol genealógico de una nación’’. (Samuel Johnson)

 

A medida que una nación crece, sus habitantes van modificando, creando y hasta olvidando algunas costumbres. Es obvio que a veces necesitamos innovar, y por eso olvidamos ciertas costumbres; si no, aún estaríamos utilizando ábacos en lugar de calculadoras en las empresas. Esto no quiere decir que debamos olvidar una costumbre fundamental en nosotros, que perdurará por siempre y nos ayuda a entendernos entre individuos de la misma nación.

 

El idioma de cada país es la costumbre más importante que tenemos. Es vitalicia; no expira. La idea es ir ampliando el idioma, no destruirlo, ni modificarlo de alguna manera en que se indescifrable.

 

Esto último, parece que no aplica en nuestra sociedad. ¿Por qué digo esto? Hace poco recibí un mensaje de texto que decía:

Llegat el marts a adm y ahi vemos si nos vamos pa casa d rafa o nos kedamos tu no tienes nada q hacer no

 

Juro que no me invento ni una sola palabra (si es que hay alguna) de ese mensaje. La redacción correcta sería (o intuyo que sería): ‘’Llégate el martes a Administración (edificio de la universidad) y ahí vemos si nos vamos para la casa de Rafa o nos quedamos. ¿Tú no tienes nada que hacer, no?’’.

 

Hemos destrozado el castellano como nos da la gana. Ya ni siquiera se escatima en utilizar un signo de interrogación; antes, cuando el idioma estaba apenas medio destruido, se utilizaba al menos el signo de interrogación de cierre, ahora ni eso.

 

Entiendo la necesidad de aprender otro idioma por parte de las personas. De hecho, yo estoy aprendiendo alemán; pero, no por eso significa que debamos dejar a un lado el español. Es indispensable saber más de un idioma si nos queremos desenvolver fuera de nuestra nación, o simplemente expandir nuestras limitaciones comunicativas; también es cierto que es necesario saber sobre nuestro idioma lo suficiente como para que no parezcamos idiotas con solo enviar un mensaje de texto.

 

Leyendo más, se aprende más

¿Cómo podemos ampliar nuestro léxico y mejorar nuestro vocabulario? La respuesta es tan fácil como leer un libro. Leer no solo incrementa nuestra capacidad de imaginar cosas fascinantes, además, nos enseña nuevas palabras, nos enseña a escribir las palabras correctamente, nos enseña a expandir nuestras frases del día a día a las suficientes para defendernos en una entrevista de trabajo o en una conversación, e incluso en una discusión, para sonar inteligentes.

 

¿Increíble, no? Todo lo que podemos encontrar en ese montón de hojas con cubierta, o en esa tableta electrónica donde puedes descargar textos en lugar de descargar aplicaciones que, de seguro, te entretendrán, pero no te enseñarán nada más allá de que puedes tener un gato de mascota que repite todo lo que tú dices; o incluso puedes descargar libros, y hasta sagas de libros completas, en esa computadora que solo utilizas para ver pornografía o meterte en Facebook a seguir arruinando tu idioma con los usuarios con el mismo interés que tú en leer.

 

Nadie se salva (ni se salvará) de cometer errores ortográficos. Hasta los más eruditos de la RAE o de Fundéu se equivocan, y se equivocarán, posiblemente, pero podemos reducir ese alto porcentaje de errores que nos rodean si cumplimos con leer, al menos, unas cinco páginas de un libro al día.

 

No dejen de aprender otros idiomas, pero nunca dejen de reforzar el castellano, porque es el único idioma que tenemos en común en esta nación y en este continente. Quizá algún día deje de aprender alemán, quizá algún día deje de reforzar el inglés, pero jamás dejaré de aprender español.

 

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