A un año del asesinato de Mónica Spear, todo sigue igual o peor
Por Sarai Ortega
@saraiortega
Hace un año, un hecho doloroso y sorpresivo envolvió a toda Venezuela, el asesinato de la actriz y ex reina de belleza Mónica Spear junto con el de su ex esposo Henry Thomas Berry en una de las carreteras de Valencia (Puerto Cabello) al intentar robarles el vehículo en el que viajaban, les dispararon, dejando huérfana a su hija de 5 años de edad. Inmediatamente se desencadenaron una serie de protestas en las que participaron artistas, estudiantes y políticos. Además el presidente de la republica Nicolás Maduro Moros hizo un llamado a la paz lamentando el suceso, incluso ordenó la reactivación inmediata del Plan Patria Segura. Sin embargo a pesar de que arrestaron a más de diez personas, el autor intelectual del crimen aún se encuentra en libertad.
No solo se trata de Spear a quien el país que le abrió todas las oportunidades para triunfar, un día se las cerró, no, también se trata de Luis, Freddy, Jhonaiker, Sakira, Andrés, Adriana y los miles de Venezolanos que son liquidados violentamente a diario en el país, se trata de que a un año de la muerte de la actriz, que se supone obligaría a disminuir la inseguridad, colocando más luces, botones de miedo para los ladrones, cámaras de seguridad y sobre todo mejorar el estado de las vías en las carreteras de Valencia, Caracas, Táchira, Anaco, Maracay entre otras, todavía no se han instalado ni mucho arreglado, provocando que sigan muriendo personas a causa de delincuentes que se aprovechan de esta situación.
Pasó el tiempo y si le preguntas a cualquier venezolano acerca de las medidas de seguridad que sí, se intentaron y prometieron colocar… ¿Les da algo de tranquilidad? la respuesta es, no. Cada vez se siente más el miedo de salir a comprar una botella de refresco a las 9:00 pm, de llegar a las 3:00 am a su casa, de viajar en una camioneta, de salir a las 5:00am a realizar algún trámite legal o para un examen médico, incluso de compartir con su familia en el patio de la casa y todo por el pánico que les da que puedan ser víctimas de un robo material o algo más importante aún, la vida.
Venezuela siempre se había caracterizado por sus hermosos sitios turísticos, pero sobre todo por su gente, es irónico como lo que un día fue nuestra virtud, hoy se ha convertido en la mayor debilidad, éste es el segundo año en que la nación se posiciona nuevamente entre los primeros tres países con una tasa alta de homicidios, según cifras oficiales del Observatorio Venezolano de Violencia.
Muchos dicen que el problema más grave de Venezuela es la inseguridad, sin embargo pienso que hay uno peor, la mala educación, cada año que pasa parece empeorar y no solo hablo de la que se da en las escuelas , universidades y en la casa, no, es ir más allá, no puede ser posible que sea cada vez más fácil ser profesor , médico, comunicador social, incluso policía, una verdadero educador, con ética, no dejaría que ninguna de estas personas se graduaran y menos ejercieran la profesión si no cumplen con lo más importante, la moral , el respeto y las ganas de hacer su trabajo bien, es imposible que la justificación para que salgan a robar y matar a una persona, sea que les pagan sueldo mínimo en su empleo o que le caía mal el individuo. Si realmente se luchara por mejorar la educación no tendríamos que preocuparnos tanto por la inseguridad, pues se deriva de ésta.
