¿En manos de quién estamos?
Por Fabiana Crisci
@fabicrisci17
El 2015 promete ser un año muy difícil para Venezuela, no sólo por la crisis política y económica que no parece tener retorno, sino también porque debe afrontar los retos que no se lograron el 2014.
El año pasado se registraron 24.980 muertes violentas, ubicando a Venezuela – después de Honduras – como el segundo país con mayor número de homicidios en la región, según el Observatorio Venezolano de Violencia. Entre ellos ciudadanos inocentes e integrantes de bandas delictivas; dos grupos en los que están inmersos un alto número de efectivos policiales.
Según un informe elaborado por Fundación para el Debido Proceso, fueron asesinados 338 efectivos policiales en el 2014, lo que representa un incremento de 18% con respecto al 2013. Estas cifras podrían corresponder directamente con la relación entre policías y el crimen organizado; pero un 45% de estos homicidios ocurren por robo de motos y armas, mientras que el resto son por ajustes de cuenta, venganza o enfrentamientos.
Para los venezolanos es una realidad latente el temor y poco respeto que se le tiene a estos funcionarios. Según el sociólogo Roberto Briceño el 60% de los venezolanos considera que es “muy peligroso” colaborar con los policías y 66% cree que están “involucrados en delitos”.
Y no en vano, pues son muchísimos –algunos ni siquiera registrados- los casos donde los policías han sido implicados con el hampa común y bandas delictivas. Pero también es una realidad que estos oficiales están siendo asesinados como millones de venezolanos lo han sido.
Sin si quiera un poco de respeto a sus cargos y uniformes, los funcionarios que todavía hacen su trabajo, cumplen sus funciones y velan por el bienestar de la comunidad son asesinados brutalmente. El resguardo y la custodia de los ciudadanos está cada vez con más fuerza a merced de los antisociales.
La impunidad es el pan nuestro de cada día y el porcentaje de delitos y asesinatos se incrementan a diario. Los índices de policías asesinados son cada vez más altos y alarmantes; sólo en los primeros 19 días del 2015 se registraron 20 asesinatos entre policías, militares y escoltas.
La vida de quienes deberían protegernos, las armas y el poder está en manos de los antisociales. Entonces, ¿en manos de quien estamos los ciudadanos?
