¿Cuántos haríamos cola para reconstruir a Venezuela?

Por Sarai Ortega

@saraiortega

 

 

 

Los venezolanos esperan mucho más que un turno

 

En Venezuela se ha incrementado en los últimos dos años la ausencia de productos alimenticios básicos, no se consigue aceite, arroz, pasta, leche, azúcar ni compotas. Así como productos de higiene personal: jabón, pasta dental, entre otros. Todos estos considerados indispensables para satisfacer las necesidades en la sociedad venezolana en distintos aspectos. Y, cuando aparecen en los supermercados las personas deben hacer colas hasta más de 5 horas para poder adquirirlos.

 

Muchos creen que las personas hacen filas en un abasto para sobre abastecer su hogar por avaricia. Sin embargo, sólo una pequeña parte de la población lo hace con esa intención, lo que realmente significa es que no pueden, o no quieren, comprar el producto a un comerciante informal a un precio sumamente elevado en comparación al establecido en los supermercados.

 

Ante esto, es bastante difícil pensar que existe una forma de reconstruir un país que no sólo se está quedando sin productos de la cesta básica, sino que también carece de valores como el respeto, la perseverancia, justicia, honestidad, bondad y generosidad. Aunque es necesario hacer la cola para comprar ¿Cuántos haríamos la cola para reconstruir al país? Considerando que también es algo necesario y urgente.

 

La verdad es que los venezolanos en las colas esperan mucho más que un turno. Una mujer de 35 años de edad, mientras esperaba para comprar en Farmatodo, ubicado en Capitolio, al oeste de caracas comentó: “Tengo la esperanza de que ésta situación se acabará, pero entiendo que si no comenzamos nosotros mismos, nunca pasará, debemos entender que todos necesitamos comprar, pero no debemos abusar haciendo la cola cuatro días seguidos, quitándole la oportunidad a otra persona para que compre”.

 

Es irónico escuchar de personas que hacen largas colas para poder abastecer sus hogares que el país puede mejorar. Mientras que otros que tienen una oficina, carro, buen capital económico o estudian en una excelente universidad, piensan lo contrario. Si bien es cierto que existe una crisis real en lo político, económico y social también es cierto que con trabajo y dedicación Venezuela se puede reconstruir.

 

Al hablar de reconstruir, hablamos de colocar un gran esfuerzo para ello, pero no sólo por parte de los ciudadanos, no, en ese contexto también se habla de las autoridades que deben cumplir con sus obligaciones, como acabar con el comercio informal o evitar devaluar más la moneda. Y, así, eliminar por completo el contrabando, la especulación y sobrefacturación de alimentos.

 

En consecuencia, si los precios se regularan en todos los comercios y se valoraran los costos de producción, no existirían las colas (al menos no para comprar productos de la cesta básica). Si en el país se cumpliera el tan anhelado “Diálogo y paz” entre los políticos, quienes son el puente para abastecer las necesidades del pueblo, no existirían las colas, porque al haber diálogo, se llega a consensos y se logra el desarrollo de un país.

 

Luego de esta serie de reflexiones, queda en manos de autoridades y ciudadanos la reconstrucción del país que merecen, puesto que si una sola de las partes actúa, no serviría de mucho, tiene que ser en conjunto: las autoridades deben garantizar el abastecimiento y los ciudadanos deben comprar sólo lo que necesiten.

 

La única cola que deberíamos hacer los venezolanos tendría que ser en la que el turno sea para reconstruir al país y no para comprar una pasta dental.

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