Día mundial de la censura en Venezuela

Por Sarai Ortega

@saraiortega

 

 

 

Hace unos días se conmemoró el día mundial de la radio. En Venezuela, parece que se conmemora a diario es el día de la censura. A lo largo de la historia, los medios de comunicación social han jugado un papel de suma importancia dentro del desarrollo del país, puesto que han ayudado a evolucionar la forma de interactuar entre los seres humanos.

 

Lamentablemente en Venezuela cada día que pasa son más los medios de comunicación que sufren censura, control y limitaciones. Otros, sencillamente, son cerrados. Así como ocurrió el viernes 6 de enero del año en curso con la emisora de radio Infinita 90.9 de Barinas, dejó de transmitir debido al vencimiento de  la concesión para estar al aire.

 

Según el diario El Nacional: “La dueña del medio, Lizbeth Torrealba, aseguró que se trata de una violación a sus derechos, dado que cuando la medida fue tomada, uno de los funcionarios se comunicó por radio para afirmar que el procedimiento “estaba listo” y podía quedar al aire, tan sólo unos minutos después, la misma frecuencia estaba ocupada por una emisora llamada Mágica”.

 

No está mal que surjan nuevas emisoras de radio, pero está mal es que sea acosta de otras. La radio es conocida como la tercera forma de comunicación que el ser humano obtuvo para promover la comunicación con otras personas, después de la palabra y la escritura. Además, es un medio fácil y masivo que se puede ejecutar desde cualquier parte del mundo.

 

El Gobierno dice promover el diálogo, la paz y la libertad de expresión, pero al cerrar, censurar y provocar la autocensura lo hace imposible. En un país donde se cumple por completo el derecho a manifestar, difundir libremente la ideología política y social, no existen los cierres de las emisoras, periódicos o canales de televisión sólo porque se les venció la concesión.

 

De la libertad de expresión provienen las garantías de que sus contenidos no serán controlados ni censurados por los poderes del Estado, es decir, deben respetarse las diversas corrientes del pensamiento.

 

Una de las cosas más preocupantes, es que a las autoridades se han olvidado que en un determinado momento fueron receptores de estos medios, peor todavía, parece que se les olvida que son venezolanos. Si el medio fuera de ellos y cumplieran con todos las reglas quisieran que al vencerse la concesión se las renovaran.

 

La radio puede marcar la diferencia entre una mañana contrariada y una motivadora. Representa una comunicación de emisor a receptor que sólo quienes la escuchan entienden esa sensación de calma, alegría o angustia, dependiendo de la noticia. Hoy fue la emisora de radio Infinita 90.9 de Barinas, mañana puede ser la estación Éxitos 99.9 FM o cualquier otra a la que se le haya vencido la concesión, pero no tendrán la certeza de saber si será renovada o no debido a la situación política del país.

 

En Venezuela se debería celebrar el día mundial de la libertad de expresión todos los días y no el de la censura. Para lograr esto, se necesita diálogo, uno verdadero, donde se respeten las diversas corrientes de pensamiento.

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