Pérdida de indentidad

Por Julián Ferjure

 

 

 

A veces me pregunto dónde quedaron los buenos modales y la amabilidad que tanto caracterizaba al venezolano.  Esa calidez con la que atraíamos a personas de diferentes naciones que incluso eran desconocidas para nosotros.

Nuestras tradiciones, bailes, paisajes y colores eran una referencia en el mundo entero, el mismo país que hoy en día se tiñe de rojo por la sangre de la juventud, esa que quiere hacerlo resurgir de las cenizas como el ave fénix, el mismo país que ahora ha perdido su identidad para ondear una bandera en blanco y negro porque se encuentra de luto permanente.

Da vergüenza ver que ese pueblo unido con el que creciste, hoy se encuentra separado por ideas carentes de diálogo y trabajo mutuo pero que convergen en medio de una cola para comprar un paquete de harina pan, leche, azúcar, papel higiénico o champú.

Estamos agrupados dentro de una misma clase social padeciendo las mismas carencias, pero preferimos taparnos un ojo como el pirata para adaptarnos a las migajas que nos dan como si fuéramos palomas de plaza.

Hemos transformado nuestros monumentos arquitectónicos en refugios de damnificados e invasores arrancando pedazos de historia,  permitimos que el nombre de venezolanos ilustres de nuestro pasado sean removidos de las calles, autopistas y avenidas de los restos de país que nos queda.

Nuestras tierras se han vuelto infértiles por tanta expropiación, llenando de bonanza la de aquellos países que se han  infectado con el síndrome de la sanguijuela robándonos así las riquezas y recursos.

Nuestros símbolos patrios han sido blancos de constantes cirugías plásticas para adaptarlos al nuevo concepto socialista-marxista-comunista otorgándoles una nueva explicación técnica típica de las dictaduras totalitarias, robando aún más identidad y dejando gran vacío en todos y cada uno de los que habitamos este privilegiado lugar del mundo.

Ahora bien, para aquellos que aún creen en el concepto de AMOR SOCIALISTA INTERGALÁCTICO quiero recordarles que todos merecemos mejores oportunidades, mejor calidad de vida y que la Real Academia de la lengua Española define esta palabra como “Sentimiento que mueve a desear que la realidad amada, otra persona, un grupo humano o alguna cosa, alcance lo que se juzga su bien, a procurar que ese deseo se cumpla y a gozar como bien propio el hecho de saberlo cumplido.” No se dejen llevar por falsos conceptos hipnóticos y movámonos a sacar adelante este país que tanto nos necesita.

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